FOTO: INDIGENCIA | PRECARIA SITUACION EN LA QUE VIVEN LAS FAMILIAS ASENTADAS.
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FOTO: INDIGENCIA | PRECARIA SITUACION EN LA QUE VIVEN LAS FAMILIAS ASENTADAS.
A principios de 2014 empezaron a llegar las primeras familias. Eran pocas, no superaban las 10. Hoy, son 23 los grupos familiares que se instalaron en las barrancas de río Ancho, en la zona sureste de la ciudad. Así, le dieron forma a un nuevo asentamiento llamado Santa Mónica, dado que se ubica detrás del loteo que lleva ese nombre.
Las viviendas que se levantaron reflejan la precariedad y las condiciones de extrema vulnerabilidad a la que se encuentran sometidos quienes hasta allí llegaron.
Los habitantes del asentamiento que dialogaron con El Tribuno manifestaron que ante la imposibilidad de recibir un lote tras varios años de espera en la Subsecretaría de Tierra y Hábitat, no tuvieron otra alternativa que la usurpación de un angosto predio, a la vera del río Ancho.
“Con mi señora estamos hace cuatro años inscriptos en Tierra y Hábitat. Nunca tuvimos respuesta. No teníamos otra opción que instalarnos en este pedazo de tierra que nadie ocupa”, expresó a El Tribuno, uno de los ocupantes, Sergio Carrizo, un joven de 30 años. Este agregó que “ya somos 23 las familias que vivimos acá. Los que pueden construyen algo mejor. En mi caso, no podía seguir viviendo en mi casa porque éramos muchos”.
Junto con Sergio, Renzo, de 23 años, vive allí con su hijo. Describió que “es duro estar acá. Más si tenés hijos chicos. No tenés ninguna comodidad y solo podés entrar con agua al terreno si es que los policías te dejan”.
Ayer, a las 20 horas un grupo de 20 personas intentó asentarse en el predio próximo al centro de salud del barrio Castañares.
Esta zona tiene graves problemas de inseguridad. La drogadicción es otro de los males que sufren quienes habitan allí.
Aún se desconoce a quién pertenece el predio que se ubica a la vera del río Ancho.
“Por una superposición de planos, no está definido si ese espacio en el que se encuentran asentados es propiedad del Estado, o sea tierras fiscales, o si pertenece a un privado, que argumenta que es de él”, manifestó el coordinador de Tierra y Hábitat, Sergio Usandivaras.
El funcionario agregó que hasta que los organismos correspondientes no se expidan sobre la pertenencia del terreno, no se podrá pedir el desalojo. “Cuando los terrenos son fiscales, el Estado, a través de una denuncia, puede solicitar el desalojo, como ocurrió hace poco en el caso de la usurpación del terreno ubicado en el barrio San Remo”, aclaró Usandivaras.
A pocos metros del asentamiento se encuentra el loteo Santa Mónica (catastro Nº 75.469), donde alrededor de 200 familias denunciaron penalmente (expediente Nº 8.890) que fueron estafadas tras adquirir terrenos que no cuentan con servicios.
El sudeste de la ciudad
La zona sudeste es un foco donde se formaron los asentamientos más grandes durante los últimos años. En Finca Valdivia (año 2012) llegaron a asentarse 700 familias según los datos que la Policía de Salta declaró a los medios cuando se originó el conflicto. Este año, en San Remo, el predio de 44 hectáreas que el Ejecutivo provincial le expropió a la familia Núñez Burgos, llegaron a asentarse más de 500 personas que tras el pedido de desalojo decidieron abandonar el lugar antes de que la Policía procediera.
Es que la zona sureste de la ciudad de Salta es la más golpeada por la pobreza. Los barrios informales que allí se ubican sufren la carencia de los servicios básicos. Además la concentración de habitantes es cada vez mayor. Se estima que allí viven más de 250.000 salteños distribuidos en los más de 50 barrios formales e informales.
En esta zona, donde las carencias sobresalen, la inseguridad y la drogadicción son un problema no menor para los habitantes.
Las mismas Madres del Paco denunciaron en reiteradas oportunidades la cantidad de cocinas de drogas y bocas de expendio de paco, que aparecieron en los últimos años.
Durante el 2013, la cantidad de procedimientos que se realizaron en la ciudad, se detectaron alrededor de 249 puntos de ventas, según los datos de la Agencia Antidrogas. En toda la provincia se realizaron en ese mismo período 1.765 procedimientos.
Entre los barrios más golpeados de la capital, San Ceferino y 20 de Junio llevan la delantera. En una encuesta que el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana realizó en ambos barrios, el 80% de los encuestados admitió tener un familiar o un conocido con problemas de adicción. Los encuestados expresaron que el consumo y la venta de estupefacientes es cada vez mayor.