Fue un festejo particular que se le ocurrió al escritor salteño José Agero Molina junto al locutor Carlos Bonduri para desacralizar el Día del Escritor, que se celebró el viernes último. “Yo no voy a los actos porque son aburridos”, admitió sonriente Agero Molina y explicó que prefiere conversar con la gente y acercarla a la lectura.
“Hay que bajar de arriba al escritor como si fuera un gran personaje porque acá lo que importa es el lector. Nosotros tenemos que promocionar la lectura más que la venta de libros. Ahora fue algo espontáneo, simbólico y nos gustó mucho. Lo volveremos a repetir”, dijo. Pronto el autor presentará su libro número 60. Varios escritores y otras personas se sumaron a la iniciativa donando algunos ejemplares.
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Fue un festejo particular que se le ocurrió al escritor salteño José Agero Molina junto al locutor Carlos Bonduri para desacralizar el Día del Escritor, que se celebró el viernes último. “Yo no voy a los actos porque son aburridos”, admitió sonriente Agero Molina y explicó que prefiere conversar con la gente y acercarla a la lectura.
“Hay que bajar de arriba al escritor como si fuera un gran personaje porque acá lo que importa es el lector. Nosotros tenemos que promocionar la lectura más que la venta de libros. Ahora fue algo espontáneo, simbólico y nos gustó mucho. Lo volveremos a repetir”, dijo. Pronto el autor presentará su libro número 60. Varios escritores y otras personas se sumaron a la iniciativa donando algunos ejemplares.