¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Venta de artesanías hechas por manos especiales

Viernes, 20 de junio de 2014 01:24

Construir juntos para poder pasar hacia otras etapas. Ese es el espíritu del Centro Educativo Terapéutico Puentes de Luz, que desde hace cinco años trabaja con niños y adolescentes que tienen discapacidad leve a moderada. Y este principio generador se ve que alienta y fortifica a los chicos que asisten a los talleres que allí se dictan. Bandejas, percheros, portarrollos, portarretratos y pisapapeles, entre otros productos, podían apreciarse y adquirirse en la muestra que se llevó a cabo ayer por la mañana en el Museo de Bellas Artes.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Construir juntos para poder pasar hacia otras etapas. Ese es el espíritu del Centro Educativo Terapéutico Puentes de Luz, que desde hace cinco años trabaja con niños y adolescentes que tienen discapacidad leve a moderada. Y este principio generador se ve que alienta y fortifica a los chicos que asisten a los talleres que allí se dictan. Bandejas, percheros, portarrollos, portarretratos y pisapapeles, entre otros productos, podían apreciarse y adquirirse en la muestra que se llevó a cabo ayer por la mañana en el Museo de Bellas Artes.

Ocho alumnos de la institución exponían sus artesanías en madera -de primoroso acabado y alegres colores- y las comercializaban a buenos precios. Uno de ellos, José (16), un muchacho con un leve retraso mental, le ofrecía a El Tribuno percheros, repisas pequeñas, marcos de cuadros y cuberteros, todos decorados con motivos de caballos. Como buen vendedor sabe que cuando el cliente se resiste debe desplegar su encanto social, y entonces cuenta que no siente ningún desprendimiento al concertar la operación, porque sus artesanías son “piezas únicas”, pero también mercancías, y que el dinero recaudado se destinará a un viaje de fin de año. José alimenta la esperanza de conocer Tafí del Valle.

Milagros Herrera (16), una chica con síndrome de Down y hemiparesia (disminución del movimiento del lado izquierdo del cuerpo), no cursa el mismo taller que José. Ella había bailado folclore para abrir la muestra y su condición física no resultó para nada evidente, es más se volvió insospechada al verla dar pasos tan seguros y entrenados. Ella asiste por la mañana a los talleres de Puentes y la había acompañado al Museo su mamá Carmen y su hermana mayor.

“Lo primordial es el amor de la familia. Mientras vos los ames, ellos avanzan y responden. A su vez, verlos avanzar te da fuerzas para seguir. Particularmente no sentí que me diera mucho trabajo”, define Carmen. Cuando le consultamos sobre la proyección en el futuro de su hija menor, dice que no traza ni propone planes para Mili. “Vivimos el día a día. Mi otra hija tiene 22 años, estudia Psicología y dice que cuando se reciba va a poner su consultorio y a su hermana de secretaria. Lo que vendrá lo determinará Dios. Por ahora la disfrutamos, siempre con fe en Dios, que nos va mostrando el camino”, explica serenamente.

Todo por integrarlos

Puentes de Luz fue fundado en 2009. Ofrece servicios de clínica médica, psicología, psicopedagogía y pedagogía especial, integración escolar, fonoaudiología, fisioterapia, educación física y talleres ocupacionales, de orientación nutricional y de prevención odontológica. Los alumnos tienen síndrome de Down, atención dispersa o parálisis cerebral. Muchas veces la integración de chicos discapacitados en las escuelas convencionales cobra tintes de espejismo, sobre todo conforme avanzan los niveles de escolarización. Al respecto Marta Elías, directora de Puentes, opina que “el objetivo es que ellos sean felices y hagan aquello que les gusta. No sé si para todo chico será del todo provechoso estar integrado. Hay que ver que realmente lo disfrute y pueda sacar provecho de la escuela”. Por ello el distintivo de Puentes es que busca todos los recursos para que la integración sea verdadera. Marta añade que de los 40 alumnos que asisten solo tres chicos están integrados en la secundaria: Mara, que cursa en el Jean Piaget; Luján, en la escuela Luis Burela de Chicoana; y Celso, que va a la ENET del automotor. “Ellos tienen un nivel pedagógico muy bueno, dominan la lectoescritura y las cuatro operaciones matemáticas. El director del Jean Piaget le entregó un reconocimiento a Mara por haber demostrado tanto esmero en una época en que el estudio está tan decadente”, cuenta con orgullo. Por último dice que la evolución de los chicos no es factible si no la impulsan los padres desde sus casas, los equipos de las escuelas que los integran y los profesionales de Puentes.

Temas de la nota

PUBLICIDAD