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Otra tragedia se cobró dos vidas en la ruta 50

Jueves, 05 de junio de 2014 01:05

Dos motociclista perdieron la vida ayer en horas de la tarde poco después de que su vehículo chocara frontalmente contra un ómnibus del servicio público de pasajeros.

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Dos motociclista perdieron la vida ayer en horas de la tarde poco después de que su vehículo chocara frontalmente contra un ómnibus del servicio público de pasajeros.

El accidente se produjo cuando un perro que era transportado por los motociclista quiso saltar del vehículo y se llevó por delante el manubrio de la motocicleta, haciendo que la misma, que circulaba a regular velocidad saliera de su carril e impactara de frente contra un interno de la empresa San Antonio, que realiza el servicio de transporte entre las principales ciudades y pueblos del norte de la provincia de Salta.

Minutos antes de las 15 la motocicleta transitaba por la ruta 50 con dirección a la localidad de Hipólito Yrigoyen; en el choque contra el colectivo fallecieron sus dos ocupantes.

El accidente ocurrió a solo siete kilómetros de la ciudad de Orán.

El pequeño vehículo 110 cc era conducido por un hombre que llevaba como acompañante a una mujer, cuyas identidades se desconoce ya que sus cuerpos quedaron irreconocibles.

En el vehículo la pareja llevaba un perro grande, al que habían ubicado en el hueco del chasis de la moto y sus patas delanteras se hallaban apoyadas en el manubrio.

Todo indica, según las versiones recogidas por El Tribuno en el lugar, que el can realizó un movimiento brusco para saltar del rodado y le hizo perder el control al conductor.

La moto se cruzó de carril y fue a dar contra un colectivo interurbano que circulaba por la mano contraria, con destino a Orán, que prácticamente los arrasó.

Quince heridos

El colectivero de la empresa San Antonio intentó evitar el encontronazo y volanteó la unidad, pero también perdió el control y terminó dentro de un canal, antes de arrasar con un denso monte que crece sin solución de continuidad sobre la banquina de la ruta 50.

El colectivo quedó sobre la mano derecha del chofer y causó lesiones a quince pasajeros, quienes fueron trasladados al nosocomio local con politraumatismos.

A raíz del impacto el cuerpo de la mujer que acompañaba al motociclista terminó debajo de las ruedas de un camión que estaba parado sobre la mano izquierda para cambiar una rueda, estaba debidamente señalizado y su conductor quedó horrorizado por el cuadro de la tragedia y los pedidos de auxilio de los pasajeros del ómnibus.

Este es el segundo accidente con víctimas fatales y el tercer muerto en menos de 48 horas sobre la denominada “ruta de la muerte”. Apenas se conoció el trágico hecho, el 911 montó un megaoperativo sobre la ruta para evitar otros accidentes con los cientos de vehículos que transitan por el lugar. Participaron del rescate dotaciones de bomberos voluntarios y de la provincia, tres ambulancias, Gendarmería Nacional y la Policía Vial.

LA OPINION

La ruta de la muerte y de la vergüenza,  por Francisco Sotelo

Tres muertos en dos días, en el mismo tramo de la ruta no es una mera causalidad. El departamento de Orán, habitado por 150 mil salteños, no se merece el abandono que registra la ruta nacional 50, sin seguridad y con una promesa de convertirla en autopista, pero cuya construcción ya lleva casi siete años. 
Es cierto que llevar un perro en una moto es una imprudencia muy grave de parte del conductor. Sin embargo, el Estado ausente -nacional y provincial-, una vez más, no tiene excusas. Nadie advirtió el disparate.
En el Presupuesto nacional 2014, la autopista de 21 kilómetros entre Pichanal y Orán no existe. Entre tanto, decenas de personas encuentran la muerte en esta carretera. La obra comenzó en 2008 e iba a ser inaugurada en 2010 ... y ahora se calcula que será para 2016. 
Ni se sabe cuánto va a costar. 
Las rutas nacionales del norte salteño están muy lejos de las exigencias del crecimiento poblacional y de las perspectivas de futuro de la región. La ruta 34, desde Urundel y Pichanal hasta Salvador Mazza, mide 7,20 metros de ancho, más angosta que la calle Zuviría, en el centro de la ciudad capital. La obra es nacional, pero el gobierno provincial tiene la obligación de gestionar para que la apuren. La inoperancia puesta de manifiesto en la ruta 50, además de inconcebible, tiene un costo humano muy injusto.

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