Llegaron cuestionados, sin la chapa de Messi, Di María, Higuaín o Agüero, pero se convirtieron en el corazón y el pulmón de esta Selección que hizo historia en el Mundial de Brasil. La referencia es para Ezequiel Garay, Marcos Rojo, Martín Demichelis, Lucas Biglia y Enzo Pérez.
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Llegaron cuestionados, sin la chapa de Messi, Di María, Higuaín o Agüero, pero se convirtieron en el corazón y el pulmón de esta Selección que hizo historia en el Mundial de Brasil. La referencia es para Ezequiel Garay, Marcos Rojo, Martín Demichelis, Lucas Biglia y Enzo Pérez.
Ezequiel Garay tuvo una actuación por arriba de lo que se esperaba. Jugó todos los partidos del Mundial y encontró en Demichelis el compañero ideal para zaga central de la defensa argentina.
Por el lado izquierdo se destacó Marcos Rojo, que arrancó la Copa del Mundo tirando una rabona para despejar un ataque de Bosnia fue siempre referencia en la salida por izquierda y hasta se dio el lujo de marcar el gol del triunfo ante Nigeria.
Fue entre los defensores quien mejor actuación tuvo en el Mundial; solo se perdió el partido contra Bélgica.
Demichelis apareció en los octavos de final; primero anuló al suizo Shaqiri, después a los belgas Hazard y De Bruyn y ante Holanda neutralizó a Van Persie y Sneijder. Ayer jugó un aceptable encuentro en lo que puede ser su último Mundial con la albicelsete (llegará con 37 años a Rusia 2018).
Biglia fue otra de las revelaciones argentinas. Acompañó muy bien a Mascherano y fortaleció el flojo mediocampo argentino. A Rusia llegará con 30 años una edad ideal para buscar lo que quedó pendiente en tierra brasileña.
Por último, Enzo Pérez apareció con la lesión de Di María y no perdió la titularidad hasta la final. Se asoció bien por derecha con Zabaleta y fue con su habilidad pudo generar situaciones de peligro en los tres partidos que le tocó jugar (Bélgica, Holanda y Alemania).