No existen dudas de la relación entre los narcóticos (drogas) y los dólares, ya que ambos representan un inmenso poder que se adueña de las personas para lograr un único objetivo: la mayor cantidad de divisas (platita) intoxicando al ser humano con la basura tóxica (drogas). Es un quinto poder de nuestra golpeada república que se caracteriza por la frecuente compra de voluntades para lograr propósitos (¿con money money todo se puede?) y, sobre todo, porque representa un gran negocio que no paga impuestos, ganancias, AFIP, ART, etc.
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No existen dudas de la relación entre los narcóticos (drogas) y los dólares, ya que ambos representan un inmenso poder que se adueña de las personas para lograr un único objetivo: la mayor cantidad de divisas (platita) intoxicando al ser humano con la basura tóxica (drogas). Es un quinto poder de nuestra golpeada república que se caracteriza por la frecuente compra de voluntades para lograr propósitos (¿con money money todo se puede?) y, sobre todo, porque representa un gran negocio que no paga impuestos, ganancias, AFIP, ART, etc.
Por lo que se sabe, este negocio trabaja con nuestra población aprovechando la falta de autoestima que inunda a nuestro pueblo generando adicción al paco, cocaína, éxtasis, marihuana, alcohol, etc., que golpea muy fuerte a los jóvenes y que deriva también en robos, violencia de todo tipo y hasta el suicidio.
Sin embargo, en nuestro país poco se hace para contrarrestar esta situación ya que existe una débil política migratoria permitiendo a ciudadanos colombianos, por ejemplo, instalarse (sin justificativos) en nuestra frontera y Bolivia con muy pocos controles y que luego terminan siendo partícipes en temas de narcodólares dejando grandes deudas y llevándose los sucios dólares a otros países, mientras nosotros seguiremos estando en estanflación y pagando los bonos y a los fondos buitre con nuestros sacrificados salarios (con el sudor de la frente). Señores legisladores, es hora de legislar tolerancia cero a los que manejan la basura tóxica con condenas públicas y meterlos preso por mucho tiempo.
Héctor Hugo Montero
Salta - capital