El veterano presidente de la entidad futbolística y fundador del club Arsenal de Sarandí murió cuando estaba a punto de ser operado por una afección cardíaca en el porteño sanatorio Mitre.
Grondona se descompuso ayer a la madrugada al sufrir un fuerte dolor en el pecho mientras se encontraba acompañado por el vicepresidente de Boca y secretario de Selecciones Nacionales, Juan Carlos Crespi, y fue trasladado al sanatorio. Según allegados a Grondona, su cuadro fue empeorando con el correr de las horas al sufrir una rotura de la arteria aorta y un shock cardiogénico por el cual ayer al mediodía estaba a punto de ser operado cuando a las 12.50 se produjo su muerte.
Grondona, un dirigente que supo cosechar amigos y sumar enemigos en dosis semejantes, presidía la AFA desde 1979 y también era el vicepresidente de la FIFA desde 1988. Llevaba 35 años al frente de la AFA y su mandato vencía en octubre de 2015.
Presidentes de facto, elegidos democráticamente, otros que duraron apenas horas, todos pasaron con Julio Grondona como mandamás de la AFA, puesto en el que se reinventó para "sobrevivir" en el sillón de la calle Viamonte, siempre con su muñeca política para saber cómo manejarse.
Quizás la mayor muestra de esta reinvención de Grondona llegó hace pocos años cuando, aliado a Néstor y Cristina Kirchner, creó el Fútbol para Todos.
Hay que remontarse 35 años atrás para entender cómo llegó Grondona a la AFA, tras ser durante 20 años presidente de Arsenal y el máximo dirigente de Independiente entre 1976 hasta 1979, mientras que además era tesorero en calle Viamonte.
Ese año el general Carlos Lacoste (quien estuvo a cargo de la organización del Mundial de 1978) llevó a Grondona a ser el presidente de AFA el 6 de abril de 1979. Desde allí, Don Julio ejerció el poder. Se hizo fuerte con los clubes del ascenso y fue consiguiendo que los más grandes le brinden su apoyo.
Fueron varios los que trataron de sacarlo de su cargo a lo largo de los años, desde presidentes de la Nación hasta sus propios colegas, pero Grondona siempre salió triunfante.
De todos sacó provecho y no dejó librado nada a la suerte, la misma que ayer lo abandonó. Pero en el futuro, ¿alguien le podrá hacer sombra a este gran líder?
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El veterano presidente de la entidad futbolística y fundador del club Arsenal de Sarandí murió cuando estaba a punto de ser operado por una afección cardíaca en el porteño sanatorio Mitre.
Grondona se descompuso ayer a la madrugada al sufrir un fuerte dolor en el pecho mientras se encontraba acompañado por el vicepresidente de Boca y secretario de Selecciones Nacionales, Juan Carlos Crespi, y fue trasladado al sanatorio. Según allegados a Grondona, su cuadro fue empeorando con el correr de las horas al sufrir una rotura de la arteria aorta y un shock cardiogénico por el cual ayer al mediodía estaba a punto de ser operado cuando a las 12.50 se produjo su muerte.
Grondona, un dirigente que supo cosechar amigos y sumar enemigos en dosis semejantes, presidía la AFA desde 1979 y también era el vicepresidente de la FIFA desde 1988. Llevaba 35 años al frente de la AFA y su mandato vencía en octubre de 2015.
Presidentes de facto, elegidos democráticamente, otros que duraron apenas horas, todos pasaron con Julio Grondona como mandamás de la AFA, puesto en el que se reinventó para "sobrevivir" en el sillón de la calle Viamonte, siempre con su muñeca política para saber cómo manejarse.
Quizás la mayor muestra de esta reinvención de Grondona llegó hace pocos años cuando, aliado a Néstor y Cristina Kirchner, creó el Fútbol para Todos.
Hay que remontarse 35 años atrás para entender cómo llegó Grondona a la AFA, tras ser durante 20 años presidente de Arsenal y el máximo dirigente de Independiente entre 1976 hasta 1979, mientras que además era tesorero en calle Viamonte.
Ese año el general Carlos Lacoste (quien estuvo a cargo de la organización del Mundial de 1978) llevó a Grondona a ser el presidente de AFA el 6 de abril de 1979. Desde allí, Don Julio ejerció el poder. Se hizo fuerte con los clubes del ascenso y fue consiguiendo que los más grandes le brinden su apoyo.
Fueron varios los que trataron de sacarlo de su cargo a lo largo de los años, desde presidentes de la Nación hasta sus propios colegas, pero Grondona siempre salió triunfante.
De todos sacó provecho y no dejó librado nada a la suerte, la misma que ayer lo abandonó. Pero en el futuro, ¿alguien le podrá hacer sombra a este gran líder?