Más de 13 mil personas asistieron ayer a la procesión en honor de la Virgen del Perpetuo Socorro. Luego escucharon la misa frente a la Legislatura. Durante la celebración religiosa, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, brindó un mensaje que giró en tornó del lema de este año: “De tu mano, María, anunciamos el Evangelio de la alegría” y se refirió a la protección maternal que transmite la representación mariana de la Iglesia cristiana de Oriente.
“¿Se necesita hablar de la alegría en un tiempo como el nuestro, en el que se vende envasada la fuente de la alegría? Sabemos que sí, más que nunca necesitamos encontrarnos con la alegría, porque los productos que nos venden terminan dejándonos vacíos y la alegría no encontrada va dejándonos más hueco el corazón”, dijo. El niño Dios observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. En su naturaleza humana agarra fuertemente con las dos manos la de su madre. Cargnello pidió que “juntos miremos el rostro de la Virgen y nos detengamos en que la mano izquierda lo sostiene a Jesús. Y nosotros ¿qué hacemos de nuestras manos?”.
Emocionados, muchos devotos sostenían y abrazaban cuadros de Nuestra Señora. Durante la misa sus manos se entrelazaron íntimamente con rosarios y denarios para la plegaria. Antes habían agitado pañuelos rosados para reverenciar a la Virgen, cuyo icono iba revestido de claveles rosas y blancos. Luego se habían alzado para saludar el paso de 53 instituciones y fortines de la provincia. El amor, la veneración y el fervor religiosos venían en andas desde Seclantás, Cachi, Rosario de la Frontera, La Poma, Metán, General Güemes, Campo Quijano y otros parajes.
La Congregación italiana del Santísimo Redentor arribó a Salta en 1892. Cumpliendo con su misión de evangelizar llegaron a muchas comunidades que estaban aisladas y dispersas. En 1933 trece gauchos participaron del desfile en la capital y hoy continúan con esta herencia más de 1.500. Mauricia Cruz de Casimirio (54) vino peregrinando cuatro días desde San Antonio de los Cobres. Le contó a este medio que “la virgencita me hizo muchos milagros. Una vuelta se me morían treinta ovejas y yo he mirado al cielo invocándola y me las salvó. También intercedió por mi hijo discapacitado. El nació muy grave, ya me decían que no iba a ver ni a hablar, y aunque no camina sí se maneja solo”. Miguel Angel Salva y María de Salva encontraron la imagen que habían llevado en un basural. “Yo soy devoto de la Virgen y el Señor del Milagro. Nuestra familia completa hace la novena. A esta imagen la encontré en la basura. No sé quién la habrá dejado ahí, pero nosotros le pusimos un marco antiguo que perteneció a mi abuela. Nos salvó un bebé que estaba bastante grave y a mí también me devolvió la salud”, dijo.
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Más de 13 mil personas asistieron ayer a la procesión en honor de la Virgen del Perpetuo Socorro. Luego escucharon la misa frente a la Legislatura. Durante la celebración religiosa, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, brindó un mensaje que giró en tornó del lema de este año: “De tu mano, María, anunciamos el Evangelio de la alegría” y se refirió a la protección maternal que transmite la representación mariana de la Iglesia cristiana de Oriente.
“¿Se necesita hablar de la alegría en un tiempo como el nuestro, en el que se vende envasada la fuente de la alegría? Sabemos que sí, más que nunca necesitamos encontrarnos con la alegría, porque los productos que nos venden terminan dejándonos vacíos y la alegría no encontrada va dejándonos más hueco el corazón”, dijo. El niño Dios observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. En su naturaleza humana agarra fuertemente con las dos manos la de su madre. Cargnello pidió que “juntos miremos el rostro de la Virgen y nos detengamos en que la mano izquierda lo sostiene a Jesús. Y nosotros ¿qué hacemos de nuestras manos?”.
Emocionados, muchos devotos sostenían y abrazaban cuadros de Nuestra Señora. Durante la misa sus manos se entrelazaron íntimamente con rosarios y denarios para la plegaria. Antes habían agitado pañuelos rosados para reverenciar a la Virgen, cuyo icono iba revestido de claveles rosas y blancos. Luego se habían alzado para saludar el paso de 53 instituciones y fortines de la provincia. El amor, la veneración y el fervor religiosos venían en andas desde Seclantás, Cachi, Rosario de la Frontera, La Poma, Metán, General Güemes, Campo Quijano y otros parajes.
La Congregación italiana del Santísimo Redentor arribó a Salta en 1892. Cumpliendo con su misión de evangelizar llegaron a muchas comunidades que estaban aisladas y dispersas. En 1933 trece gauchos participaron del desfile en la capital y hoy continúan con esta herencia más de 1.500. Mauricia Cruz de Casimirio (54) vino peregrinando cuatro días desde San Antonio de los Cobres. Le contó a este medio que “la virgencita me hizo muchos milagros. Una vuelta se me morían treinta ovejas y yo he mirado al cielo invocándola y me las salvó. También intercedió por mi hijo discapacitado. El nació muy grave, ya me decían que no iba a ver ni a hablar, y aunque no camina sí se maneja solo”. Miguel Angel Salva y María de Salva encontraron la imagen que habían llevado en un basural. “Yo soy devoto de la Virgen y el Señor del Milagro. Nuestra familia completa hace la novena. A esta imagen la encontré en la basura. No sé quién la habrá dejado ahí, pero nosotros le pusimos un marco antiguo que perteneció a mi abuela. Nos salvó un bebé que estaba bastante grave y a mí también me devolvió la salud”, dijo.
Gregorio Lobo llegó el miércoles pasado desde Guaymallén (Mendoza) en un contingente conformado por 60 personas. Es devoto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro desde hace tres años, cuando le encomendó la salud de su hija. La joven padece una enfermedad cerebral y “está evolucionando porque la pusimos bajo la mirada amorosa de ella”.