En Castañares los patrullajes no dan abasto

Vecinos del grupo 648 del barrio Castañares denunciaron a El Tribuno que la zona se volvió tierra de nadie. Las calles son intransitables y los patrullajes policiales no dan abasto.

"Nuestro barrio está abandonado, vivimos inmersos en la inseguridad. Robos, arrebatos, drogas y alcohol son la moneda corriente a toda hora", contó una vecina.

Atemorizados, los vecinos, reconocieron que a pesar de que hay patrullaje por las calles, la Policía no da abasto: "Los móviles pasan, pero no pueden contener a los delincuentes, ya que el barrio está lleno de pasajes que son utilizados como vía de escape por los ladrones. Las paradas de colectivo son un peligro, hay varias mujeres que fueron asaltadas mientras esperaban el corredor 7", dijo otra vecina a este medio.

Los enfrentamientos de patotas en la zona también son comunes y llegaron a dañar a vecinos que nada tenían que ver con el conflicto, sumado a la rotura de vidrios, puertas y autos estacionados en la calle. "Nos rompen los autos y las ventanas. Cuando se cruzan las patotas nos tenemos que encerrar en nuestras casas para no salir lastimados, no podemos vivir tranquilos", contaron desesperadas.

A la difícil situación que les toca vivir se suma la falta de iluminación y el mal estado de las calles. "Hay zonas muy oscuras en el barrio, sobre todo los pasajes y eso es aprovechado por los delincuentes para escabullirse o atacar por sorpresa".

Si bien autoridades municipales visitaron el vecindario hace algunos días, la situación aún no fue revertida y los vecinos del grupo 648 de Castañares siguen esperando acciones concretas.

"Vivimos en un barrio grande, que tiene zonas conflictivas y está rodeado de otros vecindarios con los mismos o peores problemas que nosotros. La comisaría no da abasto y los vecinos vivimos atemorizados. Necesitamos una solución para poder vivir tranquilos", finalizaron los residentes de la zona.

Vecinos del grupo 648 del barrio Castañares denunciaron a El Tribuno que la zona se volvió tierra de nadie. Las calles son intransitables y los patrullajes policiales no dan abasto.

"Nuestro barrio está abandonado, vivimos inmersos en la inseguridad. Robos, arrebatos, drogas y alcohol son la moneda corriente a toda hora", contó una vecina.

Atemorizados, los vecinos, reconocieron que a pesar de que hay patrullaje por las calles, la Policía no da abasto: "Los móviles pasan, pero no pueden contener a los delincuentes, ya que el barrio está lleno de pasajes que son utilizados como vía de escape por los ladrones. Las paradas de colectivo son un peligro, hay varias mujeres que fueron asaltadas mientras esperaban el corredor 7", dijo otra vecina a este medio.

Los enfrentamientos de patotas en la zona también son comunes y llegaron a dañar a vecinos que nada tenían que ver con el conflicto, sumado a la rotura de vidrios, puertas y autos estacionados en la calle. "Nos rompen los autos y las ventanas. Cuando se cruzan las patotas nos tenemos que encerrar en nuestras casas para no salir lastimados, no podemos vivir tranquilos", contaron desesperadas.

A la difícil situación que les toca vivir se suma la falta de iluminación y el mal estado de las calles. "Hay zonas muy oscuras en el barrio, sobre todo los pasajes y eso es aprovechado por los delincuentes para escabullirse o atacar por sorpresa".

Si bien autoridades municipales visitaron el vecindario hace algunos días, la situación aún no fue revertida y los vecinos del grupo 648 de Castañares siguen esperando acciones concretas.

"Vivimos en un barrio grande, que tiene zonas conflictivas y está rodeado de otros vecindarios con los mismos o peores problemas que nosotros. La comisaría no da abasto y los vecinos vivimos atemorizados. Necesitamos una solución para poder vivir tranquilos", finalizaron los residentes de la zona.