El muchacho identificado por la policía como Raúl Humberto Ponce se encontraba a la vera del río prácticamente a la altura del paraje La Quena -en dirección a la cabecera norte del puente- junto a una gran cantidad de devotos que aguardaban el arribo de la imagen. Según testimonios de los presentes, intentó recuperar una pelota que se le había caído un niño en el cauce del río.
El infortunado se arrojó al agua para recuperar el juguete pero no volvió a emerger. Los vecinos que se encontraban en el lugar pidieron ayuda a experimentados nadadores que residen en cercanías del río, pero con resultados infructuosos.
Efectivos de la división Lacustre buscaron el cuerpo sin éxito.
El lugar donde Raúl Ponce se arrojó se localiza a unos 20 metros de la cabecera norte del puente, en un lugar que aparenta ser plano y muy tranquilo. Pero la realidad es que más de siete cruces ubicados en cercanías a ese fatídico punto del río recuerdan a víctimas que perdieron la vida en ese sector. Ariel Cruz, quien reside junto a su familia prácticamente a pocos metros del lugar, explicó que "en todo ese tramo entre los dos puentes el río aparenta tener poca profundidad pero existen pozos hasta de 6 metros de profundidad, hay lugares en que se puede llegar caminando hasta el medio del cauce, si te desviás un metro podés caer en esos pozos", afirmó el baquiano.
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El muchacho identificado por la policía como Raúl Humberto Ponce se encontraba a la vera del río prácticamente a la altura del paraje La Quena -en dirección a la cabecera norte del puente- junto a una gran cantidad de devotos que aguardaban el arribo de la imagen. Según testimonios de los presentes, intentó recuperar una pelota que se le había caído un niño en el cauce del río.
El infortunado se arrojó al agua para recuperar el juguete pero no volvió a emerger. Los vecinos que se encontraban en el lugar pidieron ayuda a experimentados nadadores que residen en cercanías del río, pero con resultados infructuosos.
Efectivos de la división Lacustre buscaron el cuerpo sin éxito.
El lugar donde Raúl Ponce se arrojó se localiza a unos 20 metros de la cabecera norte del puente, en un lugar que aparenta ser plano y muy tranquilo. Pero la realidad es que más de siete cruces ubicados en cercanías a ese fatídico punto del río recuerdan a víctimas que perdieron la vida en ese sector. Ariel Cruz, quien reside junto a su familia prácticamente a pocos metros del lugar, explicó que "en todo ese tramo entre los dos puentes el río aparenta tener poca profundidad pero existen pozos hasta de 6 metros de profundidad, hay lugares en que se puede llegar caminando hasta el medio del cauce, si te desviás un metro podés caer en esos pozos", afirmó el baquiano.