"Venía a rapidísimo y se comió el lomo de burro. Voló, dio con el piso del auto en el pavimento y se volvió a levantar para incrustarse en el muro. Nunca había visto volar un auto, sólo en las películas, y esta mañana vi un espectáculo que me horrorizó y tuve miedo de acercarme". Con esas palabras Marcelo Olivares, un sesentón changarín de descarga, contó lo que sintió al ver el accidente fatal en donde murieron dos personas.
En diálogo con El Tribuno, el hombre dijo que se levantó a las 5,15 y que caminó desde las "paupérrimas" laderas del barrio Floresta hacia el acceso de camiones, cuando vio un automóvil sin control que levantó, según sus palabras, "fuego del pavimento". Según dijo Olivares, el auto encaró en línea recta hacia la medianera de un aserradero que funciona sobre las calles Tomás Allende y avenida Delgadillo, de villa Floresta.
El testigo dijo que el desnivel es tan pronunciado que los camiones se detienen allí, momento que aprovechan para ofertarse para descargar o guiar al camionero hacia el lugar de descarga.
"Toda una vida sobre la ruta, todos los días y a la madrugada, porque si no venís antes que salga el sol no tenés changa", sostuvo el testigo. Olivares, lejos de la muerte y de la mecánica del accidente, manifestó a El Tribuno las causas por la que se encontraba en el lugar cuando se produjo el derrape mortal del automóvil conducido por Bautista Urtubey.
Olivares aseguró que "no hubo frenada sino un chisporroteo infernal, un golpe estruendoso y una explosión cuando el auto se detuvo tras derribar el muro".
"Todo fue trágico. Desgracia para esas familias y corte del tránsito de los camiones no sé por cuanto tiempo, así que nosotros, los changarines, no vimos ni una moneda hoy", agregó.
Preguntado acerca de la velocidad que podría haber llevado el automóvil, dijo "por todo lo que hizo, por el vuelo y el fuego que levantó del pavimento, creo que entró a la colectora como dicen los changos 'a las chapas' y se comió el badén, una trampa mortal para los conductores que no toman recaudos y oportunidad de una changa para nosotros".
Tres jóvenes graves, según el parte médico
Luego del siniestro que se cobró la vida de dos jóvenes, otros tres quedaron internados en estado delicado. Al cierre de esta edición, dos estaban en terapia intensiva y uno en el área de quirófano, según fuentes policiales.
A Jorge Agustín Dib Carreras, mayor de edad y domiciliado en Buenos Aires, le diagnosticaron trauma de tórax grave con lesión pulmonar; Florencio Molina ingresó al hospital San Bernardo con traumatismo encefálico y lo intervinieron para ponerle un catéter de control de presión intercraneal. Y, por su parte, Juan Petracchi fue operado a raíz de un traumatismo encefálico y le colocaron la misma válvula.
El resto de los jóvenes están fuera de peligro y fueron derivados a las clínicas privadas Tres Cerritos y El Parque.
El colegio Santa María les brindó todo el apoyo
El colegio Santa María de Salta expresó ayer, a través de sus directivos, el profundo pesar por el siniestro vial, ya que los nueve jóvenes implicados pertenecen a la institución escolar.
"Con profundo dolor les comunicamos que en esta madrugada tuvieron un accidente de tránsito nueve alumnos de 4º año de nuestro Colegio, en el que fallecieron Bautista Urtubey Bonzi y Josefina Pérez Vidal y están en estado delicado Florencio Molinas Grondona, Juan Petracchi y Juan Dib Carreras. Los alumnos Ignacio Solá, Santiago Estrugamou, Paz Caldelas y Segundo Otero se encuentran fuera de peligro", señala el comunicado del colegio.
De esa forma, el establecimiento educativo expresaba su pesar por la situación, al tiempo que brindaba todo el apoyo para la familia de los jóvenes fallecidos. "En este momento tan difícil donde la impotencia que sentimos es muy grande, como comunidad educativa les pedimos una cadena de oración por los familiares de Bautista y Josefina, por la recuperación de Florencio, Juan Luis, Juan y por todas las familias de los chicos afectados", dice el escrito.
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"Venía a rapidísimo y se comió el lomo de burro. Voló, dio con el piso del auto en el pavimento y se volvió a levantar para incrustarse en el muro. Nunca había visto volar un auto, sólo en las películas, y esta mañana vi un espectáculo que me horrorizó y tuve miedo de acercarme". Con esas palabras Marcelo Olivares, un sesentón changarín de descarga, contó lo que sintió al ver el accidente fatal en donde murieron dos personas.
En diálogo con El Tribuno, el hombre dijo que se levantó a las 5,15 y que caminó desde las "paupérrimas" laderas del barrio Floresta hacia el acceso de camiones, cuando vio un automóvil sin control que levantó, según sus palabras, "fuego del pavimento". Según dijo Olivares, el auto encaró en línea recta hacia la medianera de un aserradero que funciona sobre las calles Tomás Allende y avenida Delgadillo, de villa Floresta.
El testigo dijo que el desnivel es tan pronunciado que los camiones se detienen allí, momento que aprovechan para ofertarse para descargar o guiar al camionero hacia el lugar de descarga.
"Toda una vida sobre la ruta, todos los días y a la madrugada, porque si no venís antes que salga el sol no tenés changa", sostuvo el testigo. Olivares, lejos de la muerte y de la mecánica del accidente, manifestó a El Tribuno las causas por la que se encontraba en el lugar cuando se produjo el derrape mortal del automóvil conducido por Bautista Urtubey.
Olivares aseguró que "no hubo frenada sino un chisporroteo infernal, un golpe estruendoso y una explosión cuando el auto se detuvo tras derribar el muro".
"Todo fue trágico. Desgracia para esas familias y corte del tránsito de los camiones no sé por cuanto tiempo, así que nosotros, los changarines, no vimos ni una moneda hoy", agregó.
Preguntado acerca de la velocidad que podría haber llevado el automóvil, dijo "por todo lo que hizo, por el vuelo y el fuego que levantó del pavimento, creo que entró a la colectora como dicen los changos 'a las chapas' y se comió el badén, una trampa mortal para los conductores que no toman recaudos y oportunidad de una changa para nosotros".
Tres jóvenes graves, según el parte médico
Luego del siniestro que se cobró la vida de dos jóvenes, otros tres quedaron internados en estado delicado. Al cierre de esta edición, dos estaban en terapia intensiva y uno en el área de quirófano, según fuentes policiales.
A Jorge Agustín Dib Carreras, mayor de edad y domiciliado en Buenos Aires, le diagnosticaron trauma de tórax grave con lesión pulmonar; Florencio Molina ingresó al hospital San Bernardo con traumatismo encefálico y lo intervinieron para ponerle un catéter de control de presión intercraneal. Y, por su parte, Juan Petracchi fue operado a raíz de un traumatismo encefálico y le colocaron la misma válvula.
El resto de los jóvenes están fuera de peligro y fueron derivados a las clínicas privadas Tres Cerritos y El Parque.
El colegio Santa María les brindó todo el apoyo
El colegio Santa María de Salta expresó ayer, a través de sus directivos, el profundo pesar por el siniestro vial, ya que los nueve jóvenes implicados pertenecen a la institución escolar.
"Con profundo dolor les comunicamos que en esta madrugada tuvieron un accidente de tránsito nueve alumnos de 4º año de nuestro Colegio, en el que fallecieron Bautista Urtubey Bonzi y Josefina Pérez Vidal y están en estado delicado Florencio Molinas Grondona, Juan Petracchi y Juan Dib Carreras. Los alumnos Ignacio Solá, Santiago Estrugamou, Paz Caldelas y Segundo Otero se encuentran fuera de peligro", señala el comunicado del colegio.
De esa forma, el establecimiento educativo expresaba su pesar por la situación, al tiempo que brindaba todo el apoyo para la familia de los jóvenes fallecidos. "En este momento tan difícil donde la impotencia que sentimos es muy grande, como comunidad educativa les pedimos una cadena de oración por los familiares de Bautista y Josefina, por la recuperación de Florencio, Juan Luis, Juan y por todas las familias de los chicos afectados", dice el escrito.