Hallaron asesinada a la estudiante desaparecida Abigail Antelo en Yacuiba

Las peores sospechas terminaron confirmándose. El cuerpo sin vida de una joven mujer que apareció ayer en horas de la mañana dentro de territorio boliviano era el de Abigail Rosaura Antelo, la estudiante de 17 años de Salvador Mazza que había desaparecido el 25 de agosto pasado. Eran las 11 de la mañana cuando la Policía de Yacuiba, Bolivia, fue alertada por vecinos del Barrio Nuevo de que en medio de unos matorrales estaba el cuerpo sin vida de una persona, a unos 150 metros de la quebrada que marca el límite con la República Argentina.

Cuando el personal llegó al lugar se encontró con un cuadro espantoso. El cadáver estaba desnudo, en avanzado estado de descomposición y con el rostro desfigurado. Las primeras informaciones dieron cuenta que se trataba de una mujer joven, de 1.70 de estatura, de tez morena. Todo indicaba que se trataba de Abigail. La expectativa se mantuvo por espacio de varias. A partir de ese momento se mantuvo una tensa vigilia entre los padres de la adolescentes, sus compañeros de estudio del Colegio Antártida Argentina y la comunidad de Salvador Mazza que viene siendo golpeada por crímenes mafiosos en los últimos años.

Edgardo Tejerina, el jefe de la comisaría local, fue el primero en llegar al lugar, acompañado por personal de la Brigada de Investigaciones. También lo hizo el director de personal de la Municipalidad de Salvador Mazza, Adalid Jaldin. "Todo indica que a la chica la mataron aquí porque hemos encontrados piedras con manchas de sangre", dijo Jaldín a El Tribuno. "Todos estamos rogando que no sea Abigail", expresó el funcionario pasado el mediodía.

El cadáver fue trasladado a la morgue del hospital de Yacuiba, a donde minutos llegó María Galarza, madre de Abigail, acompañada de dos de sus hijas. Debido al estado de descomposición del cuerpo, en un principio dudaron de que podría tratarse de la adolescente. Mientras los amigos y compañeros de estudio se concentraron en la casa de los Antelo, en el barrio 72 Viviendas, para rezar oraciones, pasada las 19 la Secretaria de Acción Social de la Municipalidad local, Claudia Subelza, dio a conocer la noticia que nadie quería escuchar: El cuerpo hallado en horas de la mañana era el de Abigail Rosaura Antelo. La funcionaria dijo que en una comunicación telefónica con los familiares que se hallaban en Yacuiba le confirmaron la terrible novedad. De inmediato el intendente interino Conrado Nieto dio las directivas para preparar el velatorio en un local de la avenida 25 de Mayo. Al mismo tiempo desde la Municipalidad Tartagal se informó que estaban enviando el ataúd a Yacuiba para trasladar el cuerpo a Salvador Mazza.

El cadáver de Abigail Rosaura Antelo apareció ayer a las 11 de la mañana en medio de unos matorrales, a un costado de una canchita de fútbol en el Barrio Nuevo, en jurisdicción de la ciudad boliviana de Yacuiba. A ese lugar se accede desde Salvador Mazza por la zona de El Chorro, luego de atravesar la quebrada internacional que divide Argentina y Bolivia. Todo indica que la adolescente fue conducida por ese lugar para luego asesinarla a golpes. Nada se sabe de quién o quiénes la mataron.

La expectativa por saber si el cuerpo hallado en el vecino país era, efectivamente, era de Abigail se mantuvo hasta último momento. La incertidumbre se mantuvo, incluso, luego de que la Secretaria de Acción Social Claudia Subelza, anunciara que los familiares le habían informado desde Yacuiba que el cadáver hallado cerca de la quebrada internacional era de la adolescente desaparecida. "Hasta que no vengan los padres y lo digan y hasta que no traigan el cadáver y lo vea, yo no me la creo", expresó cerca de las 21 con los ojos llorosos una compañera de estudio de la chica. A esa hora los vecinos empezaron a concentrarse en la sala de velatorio aguardando la llegada de los padres de Abigail y del fiscal penal Armando Cazón que encontraba acompañando a los familiares en Yacuiba.

Las peores sospechas terminaron confirmándose. El cuerpo sin vida de una joven mujer que apareció ayer en horas de la mañana dentro de territorio boliviano era el de Abigail Rosaura Antelo, la estudiante de 17 años de Salvador Mazza que había desaparecido el 25 de agosto pasado. Eran las 11 de la mañana cuando la Policía de Yacuiba, Bolivia, fue alertada por vecinos del Barrio Nuevo de que en medio de unos matorrales estaba el cuerpo sin vida de una persona, a unos 150 metros de la quebrada que marca el límite con la República Argentina.

Cuando el personal llegó al lugar se encontró con un cuadro espantoso. El cadáver estaba desnudo, en avanzado estado de descomposición y con el rostro desfigurado. Las primeras informaciones dieron cuenta que se trataba de una mujer joven, de 1.70 de estatura, de tez morena. Todo indicaba que se trataba de Abigail. La expectativa se mantuvo por espacio de varias. A partir de ese momento se mantuvo una tensa vigilia entre los padres de la adolescentes, sus compañeros de estudio del Colegio Antártida Argentina y la comunidad de Salvador Mazza que viene siendo golpeada por crímenes mafiosos en los últimos años.

Edgardo Tejerina, el jefe de la comisaría local, fue el primero en llegar al lugar, acompañado por personal de la Brigada de Investigaciones. También lo hizo el director de personal de la Municipalidad de Salvador Mazza, Adalid Jaldin. "Todo indica que a la chica la mataron aquí porque hemos encontrados piedras con manchas de sangre", dijo Jaldín a El Tribuno. "Todos estamos rogando que no sea Abigail", expresó el funcionario pasado el mediodía.

El cadáver fue trasladado a la morgue del hospital de Yacuiba, a donde minutos llegó María Galarza, madre de Abigail, acompañada de dos de sus hijas. Debido al estado de descomposición del cuerpo, en un principio dudaron de que podría tratarse de la adolescente. Mientras los amigos y compañeros de estudio se concentraron en la casa de los Antelo, en el barrio 72 Viviendas, para rezar oraciones, pasada las 19 la Secretaria de Acción Social de la Municipalidad local, Claudia Subelza, dio a conocer la noticia que nadie quería escuchar: El cuerpo hallado en horas de la mañana era el de Abigail Rosaura Antelo. La funcionaria dijo que en una comunicación telefónica con los familiares que se hallaban en Yacuiba le confirmaron la terrible novedad. De inmediato el intendente interino Conrado Nieto dio las directivas para preparar el velatorio en un local de la avenida 25 de Mayo. Al mismo tiempo desde la Municipalidad Tartagal se informó que estaban enviando el ataúd a Yacuiba para trasladar el cuerpo a Salvador Mazza.

El cadáver de Abigail Rosaura Antelo apareció ayer a las 11 de la mañana en medio de unos matorrales, a un costado de una canchita de fútbol en el Barrio Nuevo, en jurisdicción de la ciudad boliviana de Yacuiba. A ese lugar se accede desde Salvador Mazza por la zona de El Chorro, luego de atravesar la quebrada internacional que divide Argentina y Bolivia. Todo indica que la adolescente fue conducida por ese lugar para luego asesinarla a golpes. Nada se sabe de quién o quiénes la mataron.

La expectativa por saber si el cuerpo hallado en el vecino país era, efectivamente, era de Abigail se mantuvo hasta último momento. La incertidumbre se mantuvo, incluso, luego de que la Secretaria de Acción Social Claudia Subelza, anunciara que los familiares le habían informado desde Yacuiba que el cadáver hallado cerca de la quebrada internacional era de la adolescente desaparecida. "Hasta que no vengan los padres y lo digan y hasta que no traigan el cadáver y lo vea, yo no me la creo", expresó cerca de las 21 con los ojos llorosos una compañera de estudio de la chica. A esa hora los vecinos empezaron a concentrarse en la sala de velatorio aguardando la llegada de los padres de Abigail y del fiscal penal Armando Cazón que encontraba acompañando a los familiares en Yacuiba.