Camioneros, choferes de colectivos y conductores en general arriesgan sus vidas a diario cuando les toca emprender la aventura que recorrer algún tramo de la ruta provincial 13 entre La Estrella y La Unión, en la Banda Sur del departamento Rivadavia.
Cabe consignar que la vía aludida es la única que permite acceder al pueblo cabecera del departamento, que además le da su nombre. Y por más que se hacen gestiones, los vecinos de distintos paraje presentan notas a la Municipalidad y hasta los concejales levantan su voz para pedir una solución, la solución no aparece.
Es lamentable, pero cierto. Hay unos pocos kilómetros, no más de 40, pero recorrerlos demanda alrededor de una hora. Es que de otro modo los conductores ponen en riesgo sus vidas, porque es imposible adivinar, si no se es baqueano, dónde hay un pozo de dimensiones considerables tapado por un generoso manto de talco rojizo.
"Uno se baja de la camioneta y queda enterrado hasta los tobillos", dijo un gaucho de la zona para graficar la situación.
Grave es el caso de quienes se ven en la obligación de viajar en colectivo con niños pequeños, con enfermedades respiratorias hacia el hospital de Orán, por ejemplo, el de alta complejidad más cercano.
O simplemente ancianos o personas mayores en los días de calor, cuando un sol impiadoso convierte al paisaje en un polvaredal ocre, que nunca acaba de asentarse y torna imposible la visión. Las autoridades tienen la palabra.
Cabe consignar que la vía aludida es la única que permite acceder al pueblo cabecera del departamento, que además le da su nombre. Y por más que se hacen gestiones, los vecinos de distintos paraje presentan notas a la Municipalidad y hasta los concejales levantan su voz para pedir una solución, la solución no aparece.
Es lamentable, pero cierto. Hay unos pocos kilómetros, no más de 40, pero recorrerlos demanda alrededor de una hora. Es que de otro modo los conductores ponen en riesgo sus vidas, porque es imposible adivinar, si no se es baqueano, dónde hay un pozo de dimensiones considerables tapado por un generoso manto de talco rojizo.
"Uno se baja de la camioneta y queda enterrado hasta los tobillos", dijo un gaucho de la zona para graficar la situación.
Grave es el caso de quienes se ven en la obligación de viajar en colectivo con niños pequeños, con enfermedades respiratorias hacia el hospital de Orán, por ejemplo, el de alta complejidad más cercano.
O simplemente ancianos o personas mayores en los días de calor, cuando un sol impiadoso convierte al paisaje en un polvaredal ocre, que nunca acaba de asentarse y torna imposible la visión. Las autoridades tienen la palabra.
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Camioneros, choferes de colectivos y conductores en general arriesgan sus vidas a diario cuando les toca emprender la aventura que recorrer algún tramo de la ruta provincial 13 entre La Estrella y La Unión, en la Banda Sur del departamento Rivadavia.
Cabe consignar que la vía aludida es la única que permite acceder al pueblo cabecera del departamento, que además le da su nombre. Y por más que se hacen gestiones, los vecinos de distintos paraje presentan notas a la Municipalidad y hasta los concejales levantan su voz para pedir una solución, la solución no aparece.
Es lamentable, pero cierto. Hay unos pocos kilómetros, no más de 40, pero recorrerlos demanda alrededor de una hora. Es que de otro modo los conductores ponen en riesgo sus vidas, porque es imposible adivinar, si no se es baqueano, dónde hay un pozo de dimensiones considerables tapado por un generoso manto de talco rojizo.
"Uno se baja de la camioneta y queda enterrado hasta los tobillos", dijo un gaucho de la zona para graficar la situación.
Grave es el caso de quienes se ven en la obligación de viajar en colectivo con niños pequeños, con enfermedades respiratorias hacia el hospital de Orán, por ejemplo, el de alta complejidad más cercano.
O simplemente ancianos o personas mayores en los días de calor, cuando un sol impiadoso convierte al paisaje en un polvaredal ocre, que nunca acaba de asentarse y torna imposible la visión. Las autoridades tienen la palabra.
Cabe consignar que la vía aludida es la única que permite acceder al pueblo cabecera del departamento, que además le da su nombre. Y por más que se hacen gestiones, los vecinos de distintos paraje presentan notas a la Municipalidad y hasta los concejales levantan su voz para pedir una solución, la solución no aparece.
Es lamentable, pero cierto. Hay unos pocos kilómetros, no más de 40, pero recorrerlos demanda alrededor de una hora. Es que de otro modo los conductores ponen en riesgo sus vidas, porque es imposible adivinar, si no se es baqueano, dónde hay un pozo de dimensiones considerables tapado por un generoso manto de talco rojizo.
"Uno se baja de la camioneta y queda enterrado hasta los tobillos", dijo un gaucho de la zona para graficar la situación.
Grave es el caso de quienes se ven en la obligación de viajar en colectivo con niños pequeños, con enfermedades respiratorias hacia el hospital de Orán, por ejemplo, el de alta complejidad más cercano.
O simplemente ancianos o personas mayores en los días de calor, cuando un sol impiadoso convierte al paisaje en un polvaredal ocre, que nunca acaba de asentarse y torna imposible la visión. Las autoridades tienen la palabra.