Isabel Bowdery estaba en el teatro Bataclan cuando los terroristas comenzaron a disparar. En el piso, contuvo la respiración y pudo sobrevivir. "Estaba tirada en la sangre de extraños esperando mi bala", contó. "Nunca piensas que te va a pasar. Era un viernes por la noche en un concierto de rock. El ambiente era tan feliz y todo el mundo estaba bailando y sonriendo, y luego, cuando los hombres llegaron a través de la entrada principal y comenzaron los disparos, ingenuamente creíamos que todo era parte del espectáculo. No fue sólo un ataque terrorista, fue una masacre", escribió la joven de 22 años quien esa noche fue a presenciar el show musical cuando los yihadistas irrumpieron. "Conmocionada y sola, fingí estar muerta durante más de una hora, tendida entre las personas que ya estaban muertas. Contenía la respiración, no me moví, para no demostrar que estaba viva, o que el miedo que desearon ver en mí".
Isabel Bowdery estaba en el teatro Bataclan cuando los terroristas comenzaron a disparar. En el piso, contuvo la respiración y pudo sobrevivir. "Estaba tirada en la sangre de extraños esperando mi bala", contó. "Nunca piensas que te va a pasar. Era un viernes por la noche en un concierto de rock. El ambiente era tan feliz y todo el mundo estaba bailando y sonriendo, y luego, cuando los hombres llegaron a través de la entrada principal y comenzaron los disparos, ingenuamente creíamos que todo era parte del espectáculo. No fue sólo un ataque terrorista, fue una masacre", escribió la joven de 22 años quien esa noche fue a presenciar el show musical cuando los yihadistas irrumpieron. "Conmocionada y sola, fingí estar muerta durante más de una hora, tendida entre las personas que ya estaban muertas. Contenía la respiración, no me moví, para no demostrar que estaba viva, o que el miedo que desearon ver en mí".