¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
30 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Juan Carlos Melli Castillo: "Me podías pasar una vez, la segunda ya no"

Domingo, 22 de noviembre de 2015 18:45
Foto: Juan Barthe 
Enfrentaste a Maradona, ¿cómo fue la experiencia?
Cuando enfrentamos a Maradona el árbitro no quería que choquemos ni le peguemos. Y con mi hermano éramos jugadores caliente, cochinos como se decía, pero no le jugamos fuerte. Nos cuidamos para no pegarle y chocarlo. Nosotros teníamos mala fama.

¿Qué significó enfrentar a Maradona?
Era un jugador superdotado, muy rápido e inteligente para pensar y le pega muy bien a la pelota. Era muy bueno, pero muy bueno. Te daba cada pase que quedabas abriendo la boca.

¿Recordás alguna acción del partido?
En la foto donde salimos los dos, creo que me hizo un sombrerito. Me daba gana de "darle", pero no podía porque ya nos habían advertido.

“Enfrenté a Alzamendi cuando vino con Independiente. Era rápido el uruguayo, me pasó pero después me puse pícaro y le daba por todos lados, eso sí, era macho” “Enfrenté a Alzamendi cuando vino con Independiente. Era rápido el uruguayo, me pasó pero después me puse pícaro y le daba por todos lados, eso sí, era macho”

¿Cómo hiciste para contenerte?
Con él se pudo pero después con otros equipos no. Eramos jodidos con mi hermano (Juan Manuel), Armando Cortez, imaginate; le decían "come gente".

Te caracterizaste por ser un jugador sucio ...
Con mi hermano jugamos con las uñas largas para rasguñar al adversario. Después también usé alfileres, por suerte nunca me atraparon. Una sola vez a mi hermano, cuando jugábamos en Libertad, lo agarra a Armengot y lo rasguño entero. Lo denunciaron, la policía lo fue a buscar a la casa de mi mamá, se lo llevaron pero ya se había cortado las uñas y le dijo los policías que fui yo.

¿Cambió mucho el fútbol?
Antes era otra mentalidad, en 90 % de los jugadores éramos de aquí, todos formados en las inferiores. Eramos cuervos de alma. Cobrábamos pocos y nos jugábamos la vida. Antes venía un equipo de Buenos Aires y nos cuidábamos. Le ganamos a Boca en cancha de Gimnasia.

¿Cómo fue enfrentar a Boca?
Le ganamos dos a uno con Central Norte en un torneo Nacional. Ese vez estaba Gatti en el arco, se tuvo que ir solo en remis, los mismos compañeros los dejaron por los dos goles que le hicieron de caño. En ese equipo jugaba Mouzo, Gareca, grandes jugadores.

¿Qué otras anécdotas recordás?
Le ganamos con Central una final a Juventud y un día después pasé como refuerzo. Me acuerdo que cuando enfrentamos a Gimnasia de Jujuy, Bruno Celeste me termina poniendo de once porque ninguno quería jugar en esa posición. Yo era tres.

¿Tenías experiencia en esa posición?
Sí, cuando vamos a jugar un cuadrangular a Orán me pusieron de tres, me hace debutar Tito Cancino, marcando a Motoneta Gómez. En una pelota dividida voy al cruce y me llevé pelota y hombre.

“Jugué en San Martín (T) un año. Después Marcial Acosta me llevó a Colón de Santa Fe. Pizzuti era el técnico y quería a toda costa hacer fútbol y verme, Marcial no lo dejó y no quedé”.
“Jugué en San Martín (T) un año. Después Marcial Acosta me llevó a Colón de Santa Fe. Pizzuti era el técnico y quería a toda costa hacer fútbol y verme, Marcial no lo dejó y no quedé”.

¿Lesionaste mucho jugadores en tu carrera?
Sí, pero a mí también me lesionaron, a diferencia que no éramos maricones e íbamos a denunciar como lo hicieron conmigo y por ejemplo Eduardo y Armando Cortez. Una vez Eduardo le mete una piña a Torales y salió en la tapa del diario El Tribuno y lo denunciaron.

¡Le tenían mucho respeto a esa camada de jugadores?
Eramos bien unidos en Central Norte. Si nos pagaban a alguno de nosotros cobraban. Una vuelta en cancha de Gimnasia, lo marcaba al Negro Busto (Juventud) y lo cagué a patadas. Esa vez me dice el Eduardo Cortez 'le demos', meta le digo. Armando, Rolo Castillo y Costelo se pusieron en la boca del túnel, entró y lo agarramos a piña. Antes había otra categoría de jugadores, potentes, fuertes, vivos, hoy por hoy se perdió todo eso. No digo que sean sucios, pero que metan.

¿Tenés presente cuántas veces te expulsaron?
Acá un montón de veces, era muy cochino para jugar. Me podías pasar una vez, la segunda ya no, más si se hacían los picaros le daba con todo. Sino estaba mirando el referí le metía un piña. Ahora no se puede hacer esas cosas, están las cámaras. Una vez vamos a jugar al Zapla y con mi hermano éramos iguales, antes no sacaban mucho la rojas, el árbitro venía a expulsarme, mi hermano se pone a mi lado, el referí miraba y no sabía a quien expulsar y la dejó pasar.

¿De todos los clásicos con Juventud cuál recordás más?
Fue una final que le ganamos por penales y el Ciego Costello se atajó dos. No pudimos dar la vuelta olímpica porque nos tiraron piedras. Me acuerdo que estaba de Villanustre, ese día llevó 16 palos en el bolso y se armaba el quilombo todos teníamos que ir a sacar uno para defendernos. Cuando ganamos Bruno Celeste y Armando Cortéz se agarraron a piñas con el Petizo Gonzalo. Fueron en cana.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Enfrentaste a Maradona, ¿cómo fue la experiencia?
Cuando enfrentamos a Maradona el árbitro no quería que choquemos ni le peguemos. Y con mi hermano éramos jugadores caliente, cochinos como se decía, pero no le jugamos fuerte. Nos cuidamos para no pegarle y chocarlo. Nosotros teníamos mala fama.

¿Qué significó enfrentar a Maradona?
Era un jugador superdotado, muy rápido e inteligente para pensar y le pega muy bien a la pelota. Era muy bueno, pero muy bueno. Te daba cada pase que quedabas abriendo la boca.

¿Recordás alguna acción del partido?
En la foto donde salimos los dos, creo que me hizo un sombrerito. Me daba gana de "darle", pero no podía porque ya nos habían advertido.

“Enfrenté a Alzamendi cuando vino con Independiente. Era rápido el uruguayo, me pasó pero después me puse pícaro y le daba por todos lados, eso sí, era macho” “Enfrenté a Alzamendi cuando vino con Independiente. Era rápido el uruguayo, me pasó pero después me puse pícaro y le daba por todos lados, eso sí, era macho”

¿Cómo hiciste para contenerte?
Con él se pudo pero después con otros equipos no. Eramos jodidos con mi hermano (Juan Manuel), Armando Cortez, imaginate; le decían "come gente".

Te caracterizaste por ser un jugador sucio ...
Con mi hermano jugamos con las uñas largas para rasguñar al adversario. Después también usé alfileres, por suerte nunca me atraparon. Una sola vez a mi hermano, cuando jugábamos en Libertad, lo agarra a Armengot y lo rasguño entero. Lo denunciaron, la policía lo fue a buscar a la casa de mi mamá, se lo llevaron pero ya se había cortado las uñas y le dijo los policías que fui yo.

¿Cambió mucho el fútbol?
Antes era otra mentalidad, en 90 % de los jugadores éramos de aquí, todos formados en las inferiores. Eramos cuervos de alma. Cobrábamos pocos y nos jugábamos la vida. Antes venía un equipo de Buenos Aires y nos cuidábamos. Le ganamos a Boca en cancha de Gimnasia.

¿Cómo fue enfrentar a Boca?
Le ganamos dos a uno con Central Norte en un torneo Nacional. Ese vez estaba Gatti en el arco, se tuvo que ir solo en remis, los mismos compañeros los dejaron por los dos goles que le hicieron de caño. En ese equipo jugaba Mouzo, Gareca, grandes jugadores.

¿Qué otras anécdotas recordás?
Le ganamos con Central una final a Juventud y un día después pasé como refuerzo. Me acuerdo que cuando enfrentamos a Gimnasia de Jujuy, Bruno Celeste me termina poniendo de once porque ninguno quería jugar en esa posición. Yo era tres.

¿Tenías experiencia en esa posición?
Sí, cuando vamos a jugar un cuadrangular a Orán me pusieron de tres, me hace debutar Tito Cancino, marcando a Motoneta Gómez. En una pelota dividida voy al cruce y me llevé pelota y hombre.

“Jugué en San Martín (T) un año. Después Marcial Acosta me llevó a Colón de Santa Fe. Pizzuti era el técnico y quería a toda costa hacer fútbol y verme, Marcial no lo dejó y no quedé”.
“Jugué en San Martín (T) un año. Después Marcial Acosta me llevó a Colón de Santa Fe. Pizzuti era el técnico y quería a toda costa hacer fútbol y verme, Marcial no lo dejó y no quedé”.

¿Lesionaste mucho jugadores en tu carrera?
Sí, pero a mí también me lesionaron, a diferencia que no éramos maricones e íbamos a denunciar como lo hicieron conmigo y por ejemplo Eduardo y Armando Cortez. Una vez Eduardo le mete una piña a Torales y salió en la tapa del diario El Tribuno y lo denunciaron.

¡Le tenían mucho respeto a esa camada de jugadores?
Eramos bien unidos en Central Norte. Si nos pagaban a alguno de nosotros cobraban. Una vuelta en cancha de Gimnasia, lo marcaba al Negro Busto (Juventud) y lo cagué a patadas. Esa vez me dice el Eduardo Cortez 'le demos', meta le digo. Armando, Rolo Castillo y Costelo se pusieron en la boca del túnel, entró y lo agarramos a piña. Antes había otra categoría de jugadores, potentes, fuertes, vivos, hoy por hoy se perdió todo eso. No digo que sean sucios, pero que metan.

¿Tenés presente cuántas veces te expulsaron?
Acá un montón de veces, era muy cochino para jugar. Me podías pasar una vez, la segunda ya no, más si se hacían los picaros le daba con todo. Sino estaba mirando el referí le metía un piña. Ahora no se puede hacer esas cosas, están las cámaras. Una vez vamos a jugar al Zapla y con mi hermano éramos iguales, antes no sacaban mucho la rojas, el árbitro venía a expulsarme, mi hermano se pone a mi lado, el referí miraba y no sabía a quien expulsar y la dejó pasar.

¿De todos los clásicos con Juventud cuál recordás más?
Fue una final que le ganamos por penales y el Ciego Costello se atajó dos. No pudimos dar la vuelta olímpica porque nos tiraron piedras. Me acuerdo que estaba de Villanustre, ese día llevó 16 palos en el bolso y se armaba el quilombo todos teníamos que ir a sacar uno para defendernos. Cuando ganamos Bruno Celeste y Armando Cortéz se agarraron a piñas con el Petizo Gonzalo. Fueron en cana.
PUBLICIDAD