"Me sentí muy mal, y les pedí disculpas, pero públicamente preferí el silencio para no echar leña al fuego. Quedé en la mira de todos y eso hacía que se confundieran hasta los árbitros", sostuvo Vangioni.
El volante devenido en marcador lateral admitió que no sabe "defender tanto" y por eso prefiere ir "al anticipo en cada pelota".
"Termino jugando al límite y tengo la personalidad suficiente para afrontarlo, así como para admitir que me equivoqué. En vez de tirarme a barrer podría haber aguantado la marca. Eso sí, nunca jugué con mala fe. Tengo que aprender, pero no soy mala leche", enfatizó Vangioni.
En otro orden, y con la conquista de la Recopa Sudamericana ya consumada, puntualizó que "la idea es jugar la Libertadores como lo venimos haciendo; presionando lo más arriba posible y con la defensa parada en la mitad de la cancha".
"A su vez, tenemos que asumir que no siempre va a ser posible; habrá que jugar cuando se pueda y cuando no, cerrarse, saber defenderse. Tener la capacidad de adaptarse a cada rival y cada partido. Hay mucha ilusión dentro del vestuario, porque la exigencia del cuerpo técnico nos hace fuertes en los partidos difíciles, en las finales", concluyó Vangioni.
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"Me sentí muy mal, y les pedí disculpas, pero públicamente preferí el silencio para no echar leña al fuego. Quedé en la mira de todos y eso hacía que se confundieran hasta los árbitros", sostuvo Vangioni.
El volante devenido en marcador lateral admitió que no sabe "defender tanto" y por eso prefiere ir "al anticipo en cada pelota".
"Termino jugando al límite y tengo la personalidad suficiente para afrontarlo, así como para admitir que me equivoqué. En vez de tirarme a barrer podría haber aguantado la marca. Eso sí, nunca jugué con mala fe. Tengo que aprender, pero no soy mala leche", enfatizó Vangioni.
En otro orden, y con la conquista de la Recopa Sudamericana ya consumada, puntualizó que "la idea es jugar la Libertadores como lo venimos haciendo; presionando lo más arriba posible y con la defensa parada en la mitad de la cancha".
"A su vez, tenemos que asumir que no siempre va a ser posible; habrá que jugar cuando se pueda y cuando no, cerrarse, saber defenderse. Tener la capacidad de adaptarse a cada rival y cada partido. Hay mucha ilusión dentro del vestuario, porque la exigencia del cuerpo técnico nos hace fuertes en los partidos difíciles, en las finales", concluyó Vangioni.