¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Mariana Carrizo comprobó una vez más que la copla es universal

Martes, 13 de diciembre de 2016 19:42
<div>Mariana Carrizo en la ciudad de Burgos, como invitada de Dulce Pontes.</div><div>
Dicen los que saben que las hojas no caen: se desprenden en un gesto profundo de sabiduría. La hoja que no se aferra a la rama y se lanza a la sinfonía del viento sabe que la vida es movimiento y renovación.
Los espíritus libres viven con esa predisposición a la incertidumbre. Son como las hojas y también como la copla, destinada desde su origen a rodar por el aire, sin ataduras.
Mariana Carrizo sabe bastante de estas cosas. La coplera sancarleña suele decir que canta para preservar la memoria de sus ancestros, pero también lo hace -desde muy chica- para enarbolar sus convicciones de mujer libre.
Dicen que esa vocación de desprendimiento -de hoja y de vuelo- trae aparejadas cosas inesperadas. A Mariana Carrizo, esas cosas le pasan bastante seguido. Por ejemplo, acaba de volver de una gira por España, donde cantó en escenarios de Burgos, Valencia, Almería, Barcelona y Madrid. Y estando allá se enteró de que el videoclip animado "Doña Ubenza", que ella produjo de la mano del realizador salteño Juan Manuel Costa, había ganado un nuevo reconocimiento internacional en el Festival Internacional de Cine Indígena de Wallmapu "Ficwallmapu 2016".
El cortometraje basado en el himno coplero del gran Chacho Echenique y sus actuaciones en España junto a una referente del fado como Dulce Pontes, junto al pianista de esencia tanguera Fernando Pérez Herrera, al guitarrista de jazz Diego López y a jóvenes improvisadores catalanes, son una muestra más de que Mariana Carrizo no se siente condicionada por etiquetas, disciplinas ni géneros musicales.
"Hace 15 años pisé España por primera vez gracias a Pepe Criado, maestro escritor, poeta y recopilador de la literatura oral de aquellos lares que me invitó a participar en un festival de poesía improvisada y música de raíz. La que acabo de realizar fue mi gira número 11 por el viejo mundo", contó Mariana a poco de su regreso.
"Estoy muy feliz disfrutando de las cosas que la vida me pone delante. Esta gira fue un recorrido tranquilo pero intenso. Mi primera actuación fue en la ciudad de Burgos, como invitada de Dulce Pontes, la cantante portuguesa. Cantar con Dulce es una caricia al alma. Ella es mágica. Nos divertimos haciendo música de cualquier género. Compartimos esa pasión que nos identifica. En esta ocasión cantamos 'Doña Ubenza', una canción que ella ama, y algunas coplas a las que ella le imprimió la marca del fado. Las coplas de las suegras son nuestras preferidas y las del público también", repasó Carrizo. La cantautora Dulce Pontes es considera una de las mejores artistas dentro del panorama musical portugués. Su actividad artística contribuyó al renacimiento del fado a partir de los años noventa. Se conocieron con Mariana en Cosquín, cuando Pontes cantó como invitada en el festival. "Nos presentó Juan Carlos Cambas, su pianista, que es argentino. Luego me invitó a cantar varias veces con ella en Europa y hoy tenemos un vínculo estrecho que se refleja en el escenario cuando se juntan los pájaros de nuestro canto. Ella es mar yo soy montaña y, juntas, somos un par de comadres con mucha fuerza", describió la coplera salteña.
La gira de Mariana continuó en Valencia, donde cantó acompañada por el pianista salteño radicado en España, Fernando Pérez Herrera, y con el guitarrista Miguel Guajardo, otro talento mendocino. En Almería compartió la presentación del libro del poeta granadino, Antonio Carbonell. "Los troveros de España para mí son como mi familia de copleros aquí. Con ellos compartimos la palabra cotidiana y la improvisación mediante controversias que se hacen interminables en el escenario y luego en la intimidad de las tertulias", expresó la artista.
En Barcelona, Mariana descubrió el maravilloso vuelo de Gaudí: "Estuve ahí menos de dos horas pero fueron suficientes para experimentar la dicha inmensa de conocer sus obras monumentales". Luego compartió un concierto con el guitarrista de jazz Diego López: "Nos encontramos en las canciones de nuestros compositores queridos y admirados: Yupanqui, Dávalos, Falú, Leguizamón".
Finalmente, otro momento de la gira que Carrizo describe como "exquisito" fue la actuación junto a los improvisadores catalanes de Corazón de Alcachofa y de Corrandes son Corrandes: "Son chicos jóvenes que rescatan su cultura a través de cantos mallorquines de zambomba, letrillas de folgueroles y canciones de pandero. El concierto de cierre fue en Madrid, nuevamente con Pérez Herrera, con quien nos divertimos haciendo nuestra música y celebrando las tradicionales", precisó Mariana, cerrando su repaso.

carrizo.jpg


Un mismo pájaro

En España, Mariana comprobó una vez más la vigencia del espíritu primitivo de la copla, su aliento universal: "En ella confluyen las almas viejas, 'la memoria del puro animal', como decía Jaime Dávalos en su Vidala del nombrador. La copla nombra una existencia, la del tiempo en nosotros que somos ínfimos y efímeros en esta vida. Son versos que están más allá de lo tangible", definió la coplera con esa hondura filosófica propia de quien atesora la memoria de su pueblo.
A poco de regresar de España, la artista ya se puso en otra tarea: "Quiero terminar la grabación de mi disco nuevo. Estoy volviendo con un ramillete de flores en las manos: distintos colores, sonidos, miradas, paraísos de otras culturas en un solo pájaro, la copla", anticipó.



Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Dicen los que saben que las hojas no caen: se desprenden en un gesto profundo de sabiduría. La hoja que no se aferra a la rama y se lanza a la sinfonía del viento sabe que la vida es movimiento y renovación.
Los espíritus libres viven con esa predisposición a la incertidumbre. Son como las hojas y también como la copla, destinada desde su origen a rodar por el aire, sin ataduras.
Mariana Carrizo sabe bastante de estas cosas. La coplera sancarleña suele decir que canta para preservar la memoria de sus ancestros, pero también lo hace -desde muy chica- para enarbolar sus convicciones de mujer libre.
Dicen que esa vocación de desprendimiento -de hoja y de vuelo- trae aparejadas cosas inesperadas. A Mariana Carrizo, esas cosas le pasan bastante seguido. Por ejemplo, acaba de volver de una gira por España, donde cantó en escenarios de Burgos, Valencia, Almería, Barcelona y Madrid. Y estando allá se enteró de que el videoclip animado "Doña Ubenza", que ella produjo de la mano del realizador salteño Juan Manuel Costa, había ganado un nuevo reconocimiento internacional en el Festival Internacional de Cine Indígena de Wallmapu "Ficwallmapu 2016".
El cortometraje basado en el himno coplero del gran Chacho Echenique y sus actuaciones en España junto a una referente del fado como Dulce Pontes, junto al pianista de esencia tanguera Fernando Pérez Herrera, al guitarrista de jazz Diego López y a jóvenes improvisadores catalanes, son una muestra más de que Mariana Carrizo no se siente condicionada por etiquetas, disciplinas ni géneros musicales.
"Hace 15 años pisé España por primera vez gracias a Pepe Criado, maestro escritor, poeta y recopilador de la literatura oral de aquellos lares que me invitó a participar en un festival de poesía improvisada y música de raíz. La que acabo de realizar fue mi gira número 11 por el viejo mundo", contó Mariana a poco de su regreso.
"Estoy muy feliz disfrutando de las cosas que la vida me pone delante. Esta gira fue un recorrido tranquilo pero intenso. Mi primera actuación fue en la ciudad de Burgos, como invitada de Dulce Pontes, la cantante portuguesa. Cantar con Dulce es una caricia al alma. Ella es mágica. Nos divertimos haciendo música de cualquier género. Compartimos esa pasión que nos identifica. En esta ocasión cantamos 'Doña Ubenza', una canción que ella ama, y algunas coplas a las que ella le imprimió la marca del fado. Las coplas de las suegras son nuestras preferidas y las del público también", repasó Carrizo. La cantautora Dulce Pontes es considera una de las mejores artistas dentro del panorama musical portugués. Su actividad artística contribuyó al renacimiento del fado a partir de los años noventa. Se conocieron con Mariana en Cosquín, cuando Pontes cantó como invitada en el festival. "Nos presentó Juan Carlos Cambas, su pianista, que es argentino. Luego me invitó a cantar varias veces con ella en Europa y hoy tenemos un vínculo estrecho que se refleja en el escenario cuando se juntan los pájaros de nuestro canto. Ella es mar yo soy montaña y, juntas, somos un par de comadres con mucha fuerza", describió la coplera salteña.
La gira de Mariana continuó en Valencia, donde cantó acompañada por el pianista salteño radicado en España, Fernando Pérez Herrera, y con el guitarrista Miguel Guajardo, otro talento mendocino. En Almería compartió la presentación del libro del poeta granadino, Antonio Carbonell. "Los troveros de España para mí son como mi familia de copleros aquí. Con ellos compartimos la palabra cotidiana y la improvisación mediante controversias que se hacen interminables en el escenario y luego en la intimidad de las tertulias", expresó la artista.
En Barcelona, Mariana descubrió el maravilloso vuelo de Gaudí: "Estuve ahí menos de dos horas pero fueron suficientes para experimentar la dicha inmensa de conocer sus obras monumentales". Luego compartió un concierto con el guitarrista de jazz Diego López: "Nos encontramos en las canciones de nuestros compositores queridos y admirados: Yupanqui, Dávalos, Falú, Leguizamón".
Finalmente, otro momento de la gira que Carrizo describe como "exquisito" fue la actuación junto a los improvisadores catalanes de Corazón de Alcachofa y de Corrandes son Corrandes: "Son chicos jóvenes que rescatan su cultura a través de cantos mallorquines de zambomba, letrillas de folgueroles y canciones de pandero. El concierto de cierre fue en Madrid, nuevamente con Pérez Herrera, con quien nos divertimos haciendo nuestra música y celebrando las tradicionales", precisó Mariana, cerrando su repaso.

carrizo.jpg


Un mismo pájaro

En España, Mariana comprobó una vez más la vigencia del espíritu primitivo de la copla, su aliento universal: "En ella confluyen las almas viejas, 'la memoria del puro animal', como decía Jaime Dávalos en su Vidala del nombrador. La copla nombra una existencia, la del tiempo en nosotros que somos ínfimos y efímeros en esta vida. Son versos que están más allá de lo tangible", definió la coplera con esa hondura filosófica propia de quien atesora la memoria de su pueblo.
A poco de regresar de España, la artista ya se puso en otra tarea: "Quiero terminar la grabación de mi disco nuevo. Estoy volviendo con un ramillete de flores en las manos: distintos colores, sonidos, miradas, paraísos de otras culturas en un solo pájaro, la copla", anticipó.



PUBLICIDAD