De cara a la final de la Coppa Argentina que disputarán, desde las 21.10, River y
Rosario Central hay ciertos detalles que no les gustan a ambos cuerpos técnicos: el estado del campo de juego. El césped no luce su mejor forma y se convirtió en un motivo extra de preocupación para cada entrenador.
"No sé si perfecto. Hay algunos sectores que no están de la mejor manera desde lo estético, pero de todos modos está parejo. Yo diría que llega siete u ocho puntos', explicó el ingeniero Ernesto Riera, encargado del cuidado del césped. Y agregó: "Hay partes más bajas y no tan verdes pero acá se puede jugar perfectamente. No hay ninguna cosa rara, pero es cierto que la calidad ha disminuido por la carga que tuvo durante el año".
No es la primera vez que el campo de juego del Kempes está en el ojo de la tormeta. De hecho, en el encuentro entre Argentina y Bolivia correspondiente a la 6° fecha de las Eliminatorias jugado en marzo pasado, el escenario presentó un estado lamentable.
De cara a la final de la Coppa Argentina que disputarán, desde las 21.10, River y
Rosario Central hay ciertos detalles que no les gustan a ambos cuerpos técnicos: el estado del campo de juego. El césped no luce su mejor forma y se convirtió en un motivo extra de preocupación para cada entrenador.
"No sé si perfecto. Hay algunos sectores que no están de la mejor manera desde lo estético, pero de todos modos está parejo. Yo diría que llega siete u ocho puntos', explicó el ingeniero Ernesto Riera, encargado del cuidado del césped. Y agregó: "Hay partes más bajas y no tan verdes pero acá se puede jugar perfectamente. No hay ninguna cosa rara, pero es cierto que la calidad ha disminuido por la carga que tuvo durante el año".
No es la primera vez que el campo de juego del Kempes está en el ojo de la tormeta. De hecho, en el encuentro entre Argentina y Bolivia correspondiente a la 6° fecha de las Eliminatorias jugado en marzo pasado, el escenario presentó un estado lamentable.