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Rioja: Aquí hay un responsable y soy yo, los jugadores pusieron todo

Lunes, 19 de diciembre de 2016 00:56
Sobran los sinónimos para describir el desgarrador final que tuvo Central Norte al perder por penales con Huracán Las Heras. Quizás pueda sonar algo exagerado para algunos, pero fue así, tal cual lo vivió y sufrió Pedro Rioja, quien no solo es el técnico del Central, sino que también es fanático del club de barrio norte.
El torneo pasado demostró lo que significan los colores negro y blanco en su vida, cuando su equipo quedó eliminado en semifinales con San Martín de Formosa: se descompuso, no habló con la prensa y estuvo varios días muy depresivo.
Esta vez el golpe fue tan o más duro que el anterior. El segundo ascenso frustrado destrozó al entrenador, quien cabizbajo, evaluó: "Estoy muy triste, había una gran ilusión de parte de la gente, aquí hay un responsable y soy yo, vengo a dar la cara porque los jugadores pusieron todo lo que tenían que poner".
"Lamentablemente los penales son una lotería y nuevamente quedamos en el camino por lo penales", dijo Rioja, culpándose por el resultado.
Tal vez el técnico de Central Norte tenga un porcentaje de responsabilidad de lo que pasó, pero de ninguna manera es el único culpable: aquí fallaron todos y esa es la realidad.
Está claro que el entrenador azabache intentó proteger a sus dirigidos, pero no hay que ser un especialista para llegar a la conclusión de que se hicieron las cosas mal.
Angustiado por no lograr el ascenso, Rioja insistió con adjudicarse la culpa. "Soy el que está a cargo de todo esto, el que hago los cambios y el que formo el equipo. ¿A quien le voy a echarle la culpa, al que erró el penal?", expuso el DT cuervo por los tres remates marrados (por Ceballos, Reyes y Sueldo).
El técnico cuervo vivió el partido a su manera, a la manera a la que estamos acostumbrados a verlo: enérgico, dando indicaciones permanentemente y, sobre todo ayer, arengando cuando su equipo caía por dos a cero.
"El nerviosismo por ahí nos pasó una mala pasada, nos encontramos con un gol en contra a los dos minutos, se nos puso el partido cuesta arriba, tuvimos que remontar un dos a cero. Lo logramos hacer y pensamos que en los penales podíamos cambiar la historia, pero lamentablemente no lo pudimos lograr. No tengo nada que reprocharles a los jugadores", fue el breve análisis futbolístico que hizo Rioja.
En la cabeza de muchos seguramente todavía se analiza el por qué de los cambios repentinos que dispuso el técnico; sobre todo, porque metió mano en el equipo a pocos minutos del inicio. Primero sacó a Facundo Galarza (20') y antes que finalizara la primera mitad se jugó con otra variante, Puntano por Ayejes.
La pregunta de rigor llegó y el DT de Central Norte respondió, pero de manera muy irónica: "Iba a esperar hasta los 44 minutos del segundo tiempo, pero no me dieron tiempo... chau nos vemos", concluyó, mientras eludía a la prensa.
Lo cierto es que hasta aquí llegó otro capitulo de Rioja en la historia de Central Norte. No está claro si continuará, dejará el cargo o se tomará unas vacaciones para pensar y definir su futuro. Por ahora, el DT azabache solo tiene en mente cumplir su promesa y agradecerle a la Virgen de Urkupiña.

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Sobran los sinónimos para describir el desgarrador final que tuvo Central Norte al perder por penales con Huracán Las Heras. Quizás pueda sonar algo exagerado para algunos, pero fue así, tal cual lo vivió y sufrió Pedro Rioja, quien no solo es el técnico del Central, sino que también es fanático del club de barrio norte.
El torneo pasado demostró lo que significan los colores negro y blanco en su vida, cuando su equipo quedó eliminado en semifinales con San Martín de Formosa: se descompuso, no habló con la prensa y estuvo varios días muy depresivo.
Esta vez el golpe fue tan o más duro que el anterior. El segundo ascenso frustrado destrozó al entrenador, quien cabizbajo, evaluó: "Estoy muy triste, había una gran ilusión de parte de la gente, aquí hay un responsable y soy yo, vengo a dar la cara porque los jugadores pusieron todo lo que tenían que poner".
"Lamentablemente los penales son una lotería y nuevamente quedamos en el camino por lo penales", dijo Rioja, culpándose por el resultado.
Tal vez el técnico de Central Norte tenga un porcentaje de responsabilidad de lo que pasó, pero de ninguna manera es el único culpable: aquí fallaron todos y esa es la realidad.
Está claro que el entrenador azabache intentó proteger a sus dirigidos, pero no hay que ser un especialista para llegar a la conclusión de que se hicieron las cosas mal.
Angustiado por no lograr el ascenso, Rioja insistió con adjudicarse la culpa. "Soy el que está a cargo de todo esto, el que hago los cambios y el que formo el equipo. ¿A quien le voy a echarle la culpa, al que erró el penal?", expuso el DT cuervo por los tres remates marrados (por Ceballos, Reyes y Sueldo).
El técnico cuervo vivió el partido a su manera, a la manera a la que estamos acostumbrados a verlo: enérgico, dando indicaciones permanentemente y, sobre todo ayer, arengando cuando su equipo caía por dos a cero.
"El nerviosismo por ahí nos pasó una mala pasada, nos encontramos con un gol en contra a los dos minutos, se nos puso el partido cuesta arriba, tuvimos que remontar un dos a cero. Lo logramos hacer y pensamos que en los penales podíamos cambiar la historia, pero lamentablemente no lo pudimos lograr. No tengo nada que reprocharles a los jugadores", fue el breve análisis futbolístico que hizo Rioja.
En la cabeza de muchos seguramente todavía se analiza el por qué de los cambios repentinos que dispuso el técnico; sobre todo, porque metió mano en el equipo a pocos minutos del inicio. Primero sacó a Facundo Galarza (20') y antes que finalizara la primera mitad se jugó con otra variante, Puntano por Ayejes.
La pregunta de rigor llegó y el DT de Central Norte respondió, pero de manera muy irónica: "Iba a esperar hasta los 44 minutos del segundo tiempo, pero no me dieron tiempo... chau nos vemos", concluyó, mientras eludía a la prensa.
Lo cierto es que hasta aquí llegó otro capitulo de Rioja en la historia de Central Norte. No está claro si continuará, dejará el cargo o se tomará unas vacaciones para pensar y definir su futuro. Por ahora, el DT azabache solo tiene en mente cumplir su promesa y agradecerle a la Virgen de Urkupiña.

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