Solo el 40 por ciento de los alumnos termina a tiempo la secundaria en las escuelas públicas. En los colegios privados, en cambio, ocho de cada diez llega al título en el plazo esperado.
Los datos oficiales publicados en un informe nacional señalan que, de los 3.663 alumnos de sexto grado aprobados en 2008, se graduaron 3.162 en 2014. Sin embargo, Salta está por debajo de La Pampa, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Jujuy, La Rioja, Catamarca, Chaco, Tucumán y Córdoba.
Para el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA), "estas cifras nos indican que, si queremos una sociedad con igualdad de oportunidades, donde el futuro de los adolescentes no dependa crucialmente del nivel socioeconómico de sus familias, es necesario fortalecer nuestra escuela secundaria".
La maestra salteña, Andrea Pittis, planteó que "la culpa siempre la tiene el nivel anterior, puesto que nadie está dispuesto a replantearse su propia práctica y menos aún sus falencias. La articulación no se realiza correctamente en ninguno de los niveles de enseñanza debido a que no se tocan cuestiones de fondo".
- Leé también: "La escuela es una caja de resonancia de la realidad social"
Siguió: "Una articulación requiere tratar objetivos, estrategias, metas, formas de evaluar y en último lugar los contenidos. Pero, hoy es todo el revés. Se consideran solamente los contenidos y muy por encima. En la actualidad, los niveles trabajan como compartimentos separados y cada docente con su "librito''; no le interesa saber cómo trabaja su colega".
Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) señala que la principal barrera que enfrentan los adolescentes argentinos para acceder a la educación superior es justamente que no terminan en la edad programada la secundaria.
La publicación se refiere al ingreso irrestricto a la universidad. "Los aspectos más contradictorios y perversos de la ley son disponer que las universidades deban enseñar a los jóvenes lo que no aprendieron en el nivel medio, que a la gente de altos ingresos se les garantice universidad totalmente gratis y asumir que para los más pobres alcanza con prometerles el acceso sabiendo de antemano que nunca lo podrán concretar porque no terminan la secundaria", sostiene.
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Solo el 40 por ciento de los alumnos termina a tiempo la secundaria en las escuelas públicas. En los colegios privados, en cambio, ocho de cada diez llega al título en el plazo esperado.
Los datos oficiales publicados en un informe nacional señalan que, de los 3.663 alumnos de sexto grado aprobados en 2008, se graduaron 3.162 en 2014. Sin embargo, Salta está por debajo de La Pampa, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Jujuy, La Rioja, Catamarca, Chaco, Tucumán y Córdoba.
Para el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA), "estas cifras nos indican que, si queremos una sociedad con igualdad de oportunidades, donde el futuro de los adolescentes no dependa crucialmente del nivel socioeconómico de sus familias, es necesario fortalecer nuestra escuela secundaria".
La maestra salteña, Andrea Pittis, planteó que "la culpa siempre la tiene el nivel anterior, puesto que nadie está dispuesto a replantearse su propia práctica y menos aún sus falencias. La articulación no se realiza correctamente en ninguno de los niveles de enseñanza debido a que no se tocan cuestiones de fondo".
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Siguió: "Una articulación requiere tratar objetivos, estrategias, metas, formas de evaluar y en último lugar los contenidos. Pero, hoy es todo el revés. Se consideran solamente los contenidos y muy por encima. En la actualidad, los niveles trabajan como compartimentos separados y cada docente con su "librito''; no le interesa saber cómo trabaja su colega".
Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) señala que la principal barrera que enfrentan los adolescentes argentinos para acceder a la educación superior es justamente que no terminan en la edad programada la secundaria.
La publicación se refiere al ingreso irrestricto a la universidad. "Los aspectos más contradictorios y perversos de la ley son disponer que las universidades deban enseñar a los jóvenes lo que no aprendieron en el nivel medio, que a la gente de altos ingresos se les garantice universidad totalmente gratis y asumir que para los más pobres alcanza con prometerles el acceso sabiendo de antemano que nunca lo podrán concretar porque no terminan la secundaria", sostiene.