La arteria tendrá dos sentidos de circulación entre Belgrano y Entre Ríos a partir de marzo y, desde esta semana, solo se permite estacionar en paralelo al cordón. Ya no se puede dejar los autos a 45 grados como hasta hace días.
Los propietarios de negocios se sienten desfavorecidos por las nuevas medidas. Varios expresaron a este medio que, al entrar menos cantidad de autos por cuadra habrá menos clientes ocasionales que lleguen a comprar sus productos.
En la avenida hay quioscos, negocios de comidas, heladerías, oficinas y bares. Marcela López, vendedora en un quiosco, explicó que durante el día muchos conductores hacían paradas momentáneas y se llevaban sándwiches fríos. "Nos arruinan como comerciantes, porque antes la gente estacionaba, compraba algo rápido y salía", comentó.
Hasta el año 1965 la avenida Sarmiento funcionó como doble mano. "Cuando yo era chica me acuerdo que había una platabanda en el medio y jugábamos a contar cuántos autos pasaban. Pero en esa época había 20 autos y no los 500 mil que hay ahora, por eso me parece que es un desastre esta medida", sostuvo María Rodríguez, una vecina de la zona.
"Yo comparto la cuadra y ahora solo entran seis autos. Me están haciendo correr la coneja", permisionario.
Susanita Gallardo, una conocida permisionaria de la avenida Sarmiento, explicó en diálogo con El Tribuno que al cambiar la forma de estacionar entran menos autos y, por lo tanto, la recaudación será menos.
"Es mucho menos la cantidad de autos que entran, se nos complicó bastante ahora. A mí, no me ayuda, sino todo lo contrario, me perjudica", comentó la trabajadora. Y agregó: "Al conductor también lo perjudica, porque los que eran "fijos'', en muchos casos no encuentran lugar".
Susana también explicó cómo la desfavoreció económicamente la decisión. "Antes entraban más o menos 22 autos, hoy en día entran 12 por cuadra. Ahora hay algunos coches que se estacionan en los garages o en las sendas peatonales, pero a esos no podemos cobrarles", comentó.
La Municipalidad todavía está estudiando si levantará totalmente el estacionamiento de la avenida, es por eso que Susana Gallardo pidió que se habiliten nuevas cuadras.
"Angelito" tiene 80 años y todavía sigue trabajando como cobrador de estacionamiento. En diálogo con El Tribuno manifestó su disconformidad con la nueva medida. "Yo comparto la cuadra con otro permisionario y ahora solo entran seis autos en la mitad de la cuadra. A mí me están haciendo correr la coneja. Yo ya tengo problemas y ahora ellos me suman otro más", comentó el anciano.
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La arteria tendrá dos sentidos de circulación entre Belgrano y Entre Ríos a partir de marzo y, desde esta semana, solo se permite estacionar en paralelo al cordón. Ya no se puede dejar los autos a 45 grados como hasta hace días.
Los propietarios de negocios se sienten desfavorecidos por las nuevas medidas. Varios expresaron a este medio que, al entrar menos cantidad de autos por cuadra habrá menos clientes ocasionales que lleguen a comprar sus productos.
En la avenida hay quioscos, negocios de comidas, heladerías, oficinas y bares. Marcela López, vendedora en un quiosco, explicó que durante el día muchos conductores hacían paradas momentáneas y se llevaban sándwiches fríos. "Nos arruinan como comerciantes, porque antes la gente estacionaba, compraba algo rápido y salía", comentó.
Hasta el año 1965 la avenida Sarmiento funcionó como doble mano. "Cuando yo era chica me acuerdo que había una platabanda en el medio y jugábamos a contar cuántos autos pasaban. Pero en esa época había 20 autos y no los 500 mil que hay ahora, por eso me parece que es un desastre esta medida", sostuvo María Rodríguez, una vecina de la zona.
"Yo comparto la cuadra y ahora solo entran seis autos. Me están haciendo correr la coneja", permisionario.
Susanita Gallardo, una conocida permisionaria de la avenida Sarmiento, explicó en diálogo con El Tribuno que al cambiar la forma de estacionar entran menos autos y, por lo tanto, la recaudación será menos.
"Es mucho menos la cantidad de autos que entran, se nos complicó bastante ahora. A mí, no me ayuda, sino todo lo contrario, me perjudica", comentó la trabajadora. Y agregó: "Al conductor también lo perjudica, porque los que eran "fijos'', en muchos casos no encuentran lugar".
Susana también explicó cómo la desfavoreció económicamente la decisión. "Antes entraban más o menos 22 autos, hoy en día entran 12 por cuadra. Ahora hay algunos coches que se estacionan en los garages o en las sendas peatonales, pero a esos no podemos cobrarles", comentó.
La Municipalidad todavía está estudiando si levantará totalmente el estacionamiento de la avenida, es por eso que Susana Gallardo pidió que se habiliten nuevas cuadras.
"Angelito" tiene 80 años y todavía sigue trabajando como cobrador de estacionamiento. En diálogo con El Tribuno manifestó su disconformidad con la nueva medida. "Yo comparto la cuadra con otro permisionario y ahora solo entran seis autos en la mitad de la cuadra. A mí me están haciendo correr la coneja. Yo ya tengo problemas y ahora ellos me suman otro más", comentó el anciano.