Qué lindo sería volver a ver al olvidado estadio Dr. Luis Güemes lleno de gente albergando un partido de Central Norte. Y la verdad es que el club cuervo también puede montar una tribuna tubular como lo hizo Mitre el domingo; no una, sino dos. También puede alquilar baños químicos como lo hizo Mitre y poner en uso los que ya tiene.
El predio de Central muestra mejoras y otro semblante con respecto a otros años; está igual de limpio que el de Mitre y la Policía, por su parte, puede sitiar la Bombonera cuerva tal como lo hizo con el Pascual Soler. Si a esto le sumamos un fuerte cacheo, el derecho de admisión y el sistema de huellas dactilares, Central podría estar en condiciones de jugar algunos partidos en su cancha.
Pero, es más cierto que la división de los barras puede ser tan sangrienta como se lo propongan y voltea cualquier posibilidad de regreso. Encima, entre ambas facciones se repartirían las dos tribunas de cemento quitándole la poca comodidad del estadio al verdadero hincha. Y amén de que tampoco hay una decisión política al respecto, ni la relación suficiente como para que la Liga Salteña interceda, también es cierto que hoy, un hipotético regreso de Central a su cancha generaría tal expectativa en los hinchas que no habría lugar para todos. Y menos con el privilegio que hoy tienen los barras. Pero aún en este caso se necesitaría ya de un nuevo estadio y tribunas más grande. Por lo menos para ese histórico e hipotético partido que sigue estando lejos de poder convertirse en realidad.
Por todo esto es que Central Norte no puede hoy más que jugar partidos del Torneo Anual de la Liga Salteña, más allá de las ganas y la razón que les asiste a los dirigentes.
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Qué lindo sería volver a ver al olvidado estadio Dr. Luis Güemes lleno de gente albergando un partido de Central Norte. Y la verdad es que el club cuervo también puede montar una tribuna tubular como lo hizo Mitre el domingo; no una, sino dos. También puede alquilar baños químicos como lo hizo Mitre y poner en uso los que ya tiene.
El predio de Central muestra mejoras y otro semblante con respecto a otros años; está igual de limpio que el de Mitre y la Policía, por su parte, puede sitiar la Bombonera cuerva tal como lo hizo con el Pascual Soler. Si a esto le sumamos un fuerte cacheo, el derecho de admisión y el sistema de huellas dactilares, Central podría estar en condiciones de jugar algunos partidos en su cancha.
Pero, es más cierto que la división de los barras puede ser tan sangrienta como se lo propongan y voltea cualquier posibilidad de regreso. Encima, entre ambas facciones se repartirían las dos tribunas de cemento quitándole la poca comodidad del estadio al verdadero hincha. Y amén de que tampoco hay una decisión política al respecto, ni la relación suficiente como para que la Liga Salteña interceda, también es cierto que hoy, un hipotético regreso de Central a su cancha generaría tal expectativa en los hinchas que no habría lugar para todos. Y menos con el privilegio que hoy tienen los barras. Pero aún en este caso se necesitaría ya de un nuevo estadio y tribunas más grande. Por lo menos para ese histórico e hipotético partido que sigue estando lejos de poder convertirse en realidad.
Por todo esto es que Central Norte no puede hoy más que jugar partidos del Torneo Anual de la Liga Salteña, más allá de las ganas y la razón que les asiste a los dirigentes.