Cuando en el mundo parece no quedar rincón sin conocer, un grupo de montañistas salteños tuvo el lujo de ascender una montaña que aún no había sido subida por nadie. Esta práctica es conocida como montañismo de exploración y es a lo que dedicaron prácticamente toda su vida los veteranos andinistas Christian Vitry y Emilio González Turu, que en esta ocasión fueron acompañados por Diego Sberna.
Los montañistas tienen en su haber decenas de montañas ascendidas por primera vez y rutas que dieron a conocer tras sus huellas, y ahora se suma un nuevo lugar para la práctica del deporte. La montaña que ascendieron se llama Incahuasi, tiene 5.024 metros de altura y se localiza sobre la margen derecha del río Luracatao.
El pasado 26 de marzo, desde un punto estratégico del Valle Calchaquí donde se puede tener una gran visibilidad de la región, divisaron el Incahuasi y hacia allí establecieron su destino aventurero.
Los expedicionarios iniciaron su marcha desde el paraje conocido como Alumbre, donde dejaron el vehículo y acamparon en los campos de la familia Casimiro, quienes gentilmente le ofrecieron pernoctar en ese lugar ubicado a 3.100 metros de altura. El primer día ascendieron más de 1.000 metros para montar el campamento a 4.260 m, desde donde saldrían a la cumbre.
La aproximación resultó bastante exigida, fundamentalmente debido al hecho de tener que atravesar numerosas cárcavas y quebradas. El sábado 26 partieron temprano en busca de la cima con un cielo despejado y un mar de nubes bajo sus pies que cubría todo el Valle Calchaquí. Finalmente, cerca del medio día pisaron la cima virgen del cerro Incahuasi del Luracatao y el altímetro indicaba la altura de 5.024 metros.
Armaron un pequeño mojón, dejaron los testimonios, disfrutaron del paisaje y luego de una hora emprendieron el retorno al campamento y después a la base, donde llegaron a las 19.30. Como coronación de una jornada exitosa, los montañistas se dirigieron a Molinos donde celebraron el ascenso en la casa del reconocido artista plástico Mariano Cornejo.
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Cuando en el mundo parece no quedar rincón sin conocer, un grupo de montañistas salteños tuvo el lujo de ascender una montaña que aún no había sido subida por nadie. Esta práctica es conocida como montañismo de exploración y es a lo que dedicaron prácticamente toda su vida los veteranos andinistas Christian Vitry y Emilio González Turu, que en esta ocasión fueron acompañados por Diego Sberna.
Los montañistas tienen en su haber decenas de montañas ascendidas por primera vez y rutas que dieron a conocer tras sus huellas, y ahora se suma un nuevo lugar para la práctica del deporte. La montaña que ascendieron se llama Incahuasi, tiene 5.024 metros de altura y se localiza sobre la margen derecha del río Luracatao.
El pasado 26 de marzo, desde un punto estratégico del Valle Calchaquí donde se puede tener una gran visibilidad de la región, divisaron el Incahuasi y hacia allí establecieron su destino aventurero.
Los expedicionarios iniciaron su marcha desde el paraje conocido como Alumbre, donde dejaron el vehículo y acamparon en los campos de la familia Casimiro, quienes gentilmente le ofrecieron pernoctar en ese lugar ubicado a 3.100 metros de altura. El primer día ascendieron más de 1.000 metros para montar el campamento a 4.260 m, desde donde saldrían a la cumbre.
La aproximación resultó bastante exigida, fundamentalmente debido al hecho de tener que atravesar numerosas cárcavas y quebradas. El sábado 26 partieron temprano en busca de la cima con un cielo despejado y un mar de nubes bajo sus pies que cubría todo el Valle Calchaquí. Finalmente, cerca del medio día pisaron la cima virgen del cerro Incahuasi del Luracatao y el altímetro indicaba la altura de 5.024 metros.
Armaron un pequeño mojón, dejaron los testimonios, disfrutaron del paisaje y luego de una hora emprendieron el retorno al campamento y después a la base, donde llegaron a las 19.30. Como coronación de una jornada exitosa, los montañistas se dirigieron a Molinos donde celebraron el ascenso en la casa del reconocido artista plástico Mariano Cornejo.