Sexo light
¡Buen día! ¿Leyó "El hombre light. Una vida sin valores"? Es uno de los libros más interesantes de Enrique Rojas, psiquiatra español de reconocida trayectoria. Refiriéndose a la sexualidad vacía y sin rumbo que predomina, dice:
"Hoy asistimos a una idolatría del sexo. Los medios de comunicación y, en especial, el cine y la televisión, nos lo han servido en bandeja. Hay sexo por todas partes, sin afectividad ni amor, sino como una ruta serpenteante, divertida y traviesa, en la que se mezclan valores como la conquista, la búsqueda del placer y el disfrute sin restricciones. Los medios de comunicación prometen la liberación y el encuentro con uno mismo en paraísos de sensaciones maravillosas: sexo sin fin, diversión, juego caprichoso. Así se pretende engañar y convencer al hombre de que sexo y amor significan lo mismo, de que practicar el sexo es interesante, sin plantearse nada más. Todo desde un punto de vista material y deshumanizado.
Vivimos en una época confusa en este aspecto, ya que hemos perdido los puntos de referencia; porque los valores se han perdido, todo se torna relativo y descendemos así por la rampa del subjetivismo y del egocentrismo, en una palabra: egoísmo.
Cada uno tiene un código particular de valores en que se deja de llamar las cosas por su nombre. Se llega sí a un amor de rebajas: todo a bajo precio, ligero, light, sin contenido, insustancial, sin rumbo, una relación anónima, indiferente, pasajera, que se lleva a cabo de forma animal y primaria ante la primera oportunidad que surge. En una palabra: sexualidad sin importancia, sin interés, devaluada, carente de auténtica intimidad, en la cual no existe amor -aunque este término se tergiverse y se utilice machaconamente-, sí encuentros físicos para disfrutar recíprocamente y en los que se da una utilidad mutua.
Sin embargo, el amor verdadero hace más humanos al hombre, transforma su pasado e ilumina su porvenir; es una síntesis de ingredientes físicos, psicológicos y espirituales. Por el amor verdadero somos más dueños de nosotros mismos y nos ennoblecemos. Tiene los ingredientes necesarios: es exclusivo y brota de una afinidad que se desliza hacia la elección; se produce una excursión hacia la intimidad de la otra persona, con lo que esto implica: descubrirla y ser partícipe de sus deseos e ilusiones...".
¡Hasta mañana!
inicia sesión o regístrate.
Sexo light
¡Buen día! ¿Leyó "El hombre light. Una vida sin valores"? Es uno de los libros más interesantes de Enrique Rojas, psiquiatra español de reconocida trayectoria. Refiriéndose a la sexualidad vacía y sin rumbo que predomina, dice:
"Hoy asistimos a una idolatría del sexo. Los medios de comunicación y, en especial, el cine y la televisión, nos lo han servido en bandeja. Hay sexo por todas partes, sin afectividad ni amor, sino como una ruta serpenteante, divertida y traviesa, en la que se mezclan valores como la conquista, la búsqueda del placer y el disfrute sin restricciones. Los medios de comunicación prometen la liberación y el encuentro con uno mismo en paraísos de sensaciones maravillosas: sexo sin fin, diversión, juego caprichoso. Así se pretende engañar y convencer al hombre de que sexo y amor significan lo mismo, de que practicar el sexo es interesante, sin plantearse nada más. Todo desde un punto de vista material y deshumanizado.
Vivimos en una época confusa en este aspecto, ya que hemos perdido los puntos de referencia; porque los valores se han perdido, todo se torna relativo y descendemos así por la rampa del subjetivismo y del egocentrismo, en una palabra: egoísmo.
Cada uno tiene un código particular de valores en que se deja de llamar las cosas por su nombre. Se llega sí a un amor de rebajas: todo a bajo precio, ligero, light, sin contenido, insustancial, sin rumbo, una relación anónima, indiferente, pasajera, que se lleva a cabo de forma animal y primaria ante la primera oportunidad que surge. En una palabra: sexualidad sin importancia, sin interés, devaluada, carente de auténtica intimidad, en la cual no existe amor -aunque este término se tergiverse y se utilice machaconamente-, sí encuentros físicos para disfrutar recíprocamente y en los que se da una utilidad mutua.
Sin embargo, el amor verdadero hace más humanos al hombre, transforma su pasado e ilumina su porvenir; es una síntesis de ingredientes físicos, psicológicos y espirituales. Por el amor verdadero somos más dueños de nosotros mismos y nos ennoblecemos. Tiene los ingredientes necesarios: es exclusivo y brota de una afinidad que se desliza hacia la elección; se produce una excursión hacia la intimidad de la otra persona, con lo que esto implica: descubrirla y ser partícipe de sus deseos e ilusiones...".
¡Hasta mañana!