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Central Norte: Fue hace 15 años, lo recuerdan como si fuera ayer

Viernes, 30 de septiembre de 2016 00:00
Roque Aguirre, Javier López y Ramón Apaza en la cancha de Central. Foto: Juan Barthe
El sueño de volver a casa tuvo que esperar quince largos años para Central Norte. Pasó mucho tiempo desde aquella soleada mañana del 3 de junio del 2001, cuando el cuervo recibió a Sarmiento de Chaco, por la quinta fecha del Argentino B. Ese fue el último encuentro oficial en el estadio Dr. Luis Güemes.
Era la fase final del torneo y tenía en juego el ascenso al Argentino A. Frente a los chaqueños, Central tuvo que jugar a puertas cerradas ya que curiosamente ese mismo día la Policía notificaba que la Bombonera no estaba habilitada pero albergar público y nadie, en ese entonces, les avisó a los hinchas. Ellos fueron igual, aunque no entraron al estadio, alentaron desde afuera.
El cuervo era dirigido por Ramón "Palito" Álvarez, quien además era el arquero del equipo. Ese partido duró solo sesenta y tres minutos. Había arrancado pasada la una y el primer tiempo terminó 1 a 1, pero en el complemento, a los 17' el línea Miguel Herrera anuló un gol de Leonardo Turitich a favor del cuervo y en la contra, el elenco chaqueño se puso 2 a 1. Esto desató la furia de los jugadores azabaches, quienes increparon al línea (el defensor Luis Macchi le pegó una piña) y el árbitro riojano Roque Díaz decidió suspender el encuentro. Nunca más Central Norte volvió a jugar en su cancha un partido organizado por AFA, a través del Consejo Federal.
El Tribuno reunió a tres jugadores de aquel último juego: el "Turco" Ramón Apaza, quien marcó el último gol oficial en el estadio cuervo; el defensor Roque Aguirre y el último "10" que pisó el césped del Dr. Luis Güemes, Javier López.
"Uno nació aquí, hice todas las inferiores, debuté en Central Norte, más de quince años con esta camiseta y el recuerdo que me trae ese partido fue muy triste, no clasificamos, la mayoría éramos del club. Perdimos 2 a 1, la gente no podía pasar pero todo ese campeonato se jugó acá, siempre a cancha llena", recordó Apaza. "Siempre fue difícil en esta cancha, tanto para el rival como para el que le tocó defender esta camiseta", agregó.
El Turco insistió con aquella histórica jornada. "Si bien la fecha anterior sabíamos que no se podía jugar con público local, siempre pensé que iba a quedar ahí, nunca me imaginé que iban a pasar más de 15 años. Espero que vuelva la gente, apoye al equipo, que está jugando bien, que la gente acompañe. Los jugadores seguramente se van a emocionar y van a ver que es diferente jugar en el Martearena que jugar acá".
Por su parte, Roque Aguirre expresó su felicidad por este regreso al barrio. "Estoy muy contento por volver a mi casa, desde que nací mi familia siempre me hizo saber eso, que Central Norte era mi hogar", dijo el exdefensor. Y con respecto al último partido, del cual formó parte, dijo: "Teníamos un equipo para ascender, no se dio y terminamos de una manera que no era buena con todo lo que pasó dentro de la cancha. Pero volver a jugar de local es algo que uno siempre espera y los jugadores que están ahora sentirán que jugar acá no es igual que jugar en otros clubes". Y más recuerdos le vinieron a la mente: "La verdad me da mucha nostalgia saber que uno trató de hacer tanto por este club, aunque no se nos dieron las cosas por distintos motivos. Espero que los jugadores que están ahora sientan lo mismo que sentíamos nosotros cuando entrábamos acá", reiteró.
Aguirre opinó: "Central se tiene que hacer fuerte por la gente que va a venir", a lo que luego describió: "Lo lindo de jugar acá es que la gente te hace saber que vos estás en tu casa y tenés que defenderla desde el momento que el árbitro comenzó el partido".
El exdefensor es hoy entrenador en las divisiones menores del club. "Este es mi tercer año en el club y desde que comencé, a los chicos les enseño y les digo que Central Norte es distinto a todos".
Javier López, el último "10" que pisó la cancha cuerva, también se prendió en esta evocación.
"Contento de estar nuevamente acá y ver la cancha donde uno jugaba y vestía los colores que uno quiere. Hace más de quince años que no venía a la cancha, no sabía cómo estaban las cosas acá y ver las estructuras y como están trabajando me pone muy contento y feliz por ver a la gente de Central que hace muchas cosas por el club, me impresionó", fue su primera opinión. Luego, al igual que Apaza y Aguirre, recordó el partido contra los chaqueños. "Ese partido quedó muy marcado, porque desde un momento se iba a jugar sin público y la gente de Central estaba afuera esperando que abran las puertas. Entraron y no se pudo jugar con la gente, sorprendente porque la gente se portó bien, salieron cantando, alentando y afuera se los escuchaba, sentirlos cantar fue emocionante, después fue triste por como terminó el partido".

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El sueño de volver a casa tuvo que esperar quince largos años para Central Norte. Pasó mucho tiempo desde aquella soleada mañana del 3 de junio del 2001, cuando el cuervo recibió a Sarmiento de Chaco, por la quinta fecha del Argentino B. Ese fue el último encuentro oficial en el estadio Dr. Luis Güemes.
Era la fase final del torneo y tenía en juego el ascenso al Argentino A. Frente a los chaqueños, Central tuvo que jugar a puertas cerradas ya que curiosamente ese mismo día la Policía notificaba que la Bombonera no estaba habilitada pero albergar público y nadie, en ese entonces, les avisó a los hinchas. Ellos fueron igual, aunque no entraron al estadio, alentaron desde afuera.
El cuervo era dirigido por Ramón "Palito" Álvarez, quien además era el arquero del equipo. Ese partido duró solo sesenta y tres minutos. Había arrancado pasada la una y el primer tiempo terminó 1 a 1, pero en el complemento, a los 17' el línea Miguel Herrera anuló un gol de Leonardo Turitich a favor del cuervo y en la contra, el elenco chaqueño se puso 2 a 1. Esto desató la furia de los jugadores azabaches, quienes increparon al línea (el defensor Luis Macchi le pegó una piña) y el árbitro riojano Roque Díaz decidió suspender el encuentro. Nunca más Central Norte volvió a jugar en su cancha un partido organizado por AFA, a través del Consejo Federal.
El Tribuno reunió a tres jugadores de aquel último juego: el "Turco" Ramón Apaza, quien marcó el último gol oficial en el estadio cuervo; el defensor Roque Aguirre y el último "10" que pisó el césped del Dr. Luis Güemes, Javier López.
"Uno nació aquí, hice todas las inferiores, debuté en Central Norte, más de quince años con esta camiseta y el recuerdo que me trae ese partido fue muy triste, no clasificamos, la mayoría éramos del club. Perdimos 2 a 1, la gente no podía pasar pero todo ese campeonato se jugó acá, siempre a cancha llena", recordó Apaza. "Siempre fue difícil en esta cancha, tanto para el rival como para el que le tocó defender esta camiseta", agregó.
El Turco insistió con aquella histórica jornada. "Si bien la fecha anterior sabíamos que no se podía jugar con público local, siempre pensé que iba a quedar ahí, nunca me imaginé que iban a pasar más de 15 años. Espero que vuelva la gente, apoye al equipo, que está jugando bien, que la gente acompañe. Los jugadores seguramente se van a emocionar y van a ver que es diferente jugar en el Martearena que jugar acá".
Por su parte, Roque Aguirre expresó su felicidad por este regreso al barrio. "Estoy muy contento por volver a mi casa, desde que nací mi familia siempre me hizo saber eso, que Central Norte era mi hogar", dijo el exdefensor. Y con respecto al último partido, del cual formó parte, dijo: "Teníamos un equipo para ascender, no se dio y terminamos de una manera que no era buena con todo lo que pasó dentro de la cancha. Pero volver a jugar de local es algo que uno siempre espera y los jugadores que están ahora sentirán que jugar acá no es igual que jugar en otros clubes". Y más recuerdos le vinieron a la mente: "La verdad me da mucha nostalgia saber que uno trató de hacer tanto por este club, aunque no se nos dieron las cosas por distintos motivos. Espero que los jugadores que están ahora sientan lo mismo que sentíamos nosotros cuando entrábamos acá", reiteró.
Aguirre opinó: "Central se tiene que hacer fuerte por la gente que va a venir", a lo que luego describió: "Lo lindo de jugar acá es que la gente te hace saber que vos estás en tu casa y tenés que defenderla desde el momento que el árbitro comenzó el partido".
El exdefensor es hoy entrenador en las divisiones menores del club. "Este es mi tercer año en el club y desde que comencé, a los chicos les enseño y les digo que Central Norte es distinto a todos".
Javier López, el último "10" que pisó la cancha cuerva, también se prendió en esta evocación.
"Contento de estar nuevamente acá y ver la cancha donde uno jugaba y vestía los colores que uno quiere. Hace más de quince años que no venía a la cancha, no sabía cómo estaban las cosas acá y ver las estructuras y como están trabajando me pone muy contento y feliz por ver a la gente de Central que hace muchas cosas por el club, me impresionó", fue su primera opinión. Luego, al igual que Apaza y Aguirre, recordó el partido contra los chaqueños. "Ese partido quedó muy marcado, porque desde un momento se iba a jugar sin público y la gente de Central estaba afuera esperando que abran las puertas. Entraron y no se pudo jugar con la gente, sorprendente porque la gente se portó bien, salieron cantando, alentando y afuera se los escuchaba, sentirlos cantar fue emocionante, después fue triste por como terminó el partido".

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