Minutos antes de la medianoche, dos jóvenes mujeres estaban en trabajo de parto en el hospital Público Materno Infantil: Mirta Maribel Llanos, del barrio 17 de Octubre, y Yésica Mabel Ríos, de villa Floresta. En las salas se vivían momentos que cuestan describir: adrenalina, entusiasmo, nerviosismo y también una alegría que se contenía.
Los médicos, enfermeros y demás profesionales estaban muy atentos a todo. Cada uno cumplía con sus funciones y asistían a las jóvenes. Era la primera vez que ellas iban a convertirse en madres.
En la ciudad se oían los brindis, el 2017 ya había desembarcado. Ahora solo faltaba conocer cuál era el nombre de la primera esperanza que traía este año: un milagro de vida.
Una niña
Yésica, de 21 años, había ingresado primero, pero una enfermera advirtió a todos que Mirta ya daba a luz, en segundos. Y así fue...
Todos allí oyeron el primer llanto de Kate Zaira Morena, bajo la mirada agotada de su mamá, Mirta, y de su abuela. Llegó al mundo dos minutos después de las 0. La bebé, prematura, pesó 2,3 kilos y los certificados médicos sostienen que presentó condiciones saludables.
No obstante, quedó en observación junto a su madre en la unidad de internación conjunta.
Un beso
Con el correr de las horas, llegó el primer beso, ese que retrató El Tribuno junto a todo el nacimiento de la pequeña. Ese imborrable y cálido gesto de amor se lo dieron su mamá y su abuela.
Mientras un equipo médico chequeaba el estado de salud de Kate, a los cuatro minutos de la medianoche, Yésica dio a luz a su primer bebé: Nicolás, con 3,6 kilos. Fue el primer varón del año en la ciudad. Su vida desencadenó una fuerte emoción a la pareja conformada por Yésica y Federico Torres.
Con ellos también El Tribuno compartió esos momentos, como el que se puede ver en la fotografía cuando la mamá primeriza pone en sus brazos por primera vez a su pequeño.
En Tartagal
Todo eso ocurría en el Materno Infantil. Aunque la primera bendición se dio en el interior. Se trata de Luis Díaz, quien nació a las 00.01 del 1 de enero, en el hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal.
Su mamá es Belinda Soledad Díaz, oriunda de Misión La Paz, en el departamento Rivadavia.
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Minutos antes de la medianoche, dos jóvenes mujeres estaban en trabajo de parto en el hospital Público Materno Infantil: Mirta Maribel Llanos, del barrio 17 de Octubre, y Yésica Mabel Ríos, de villa Floresta. En las salas se vivían momentos que cuestan describir: adrenalina, entusiasmo, nerviosismo y también una alegría que se contenía.
Los médicos, enfermeros y demás profesionales estaban muy atentos a todo. Cada uno cumplía con sus funciones y asistían a las jóvenes. Era la primera vez que ellas iban a convertirse en madres.
En la ciudad se oían los brindis, el 2017 ya había desembarcado. Ahora solo faltaba conocer cuál era el nombre de la primera esperanza que traía este año: un milagro de vida.
Una niña
Yésica, de 21 años, había ingresado primero, pero una enfermera advirtió a todos que Mirta ya daba a luz, en segundos. Y así fue...
Todos allí oyeron el primer llanto de Kate Zaira Morena, bajo la mirada agotada de su mamá, Mirta, y de su abuela. Llegó al mundo dos minutos después de las 0. La bebé, prematura, pesó 2,3 kilos y los certificados médicos sostienen que presentó condiciones saludables.
No obstante, quedó en observación junto a su madre en la unidad de internación conjunta.
Un beso
Con el correr de las horas, llegó el primer beso, ese que retrató El Tribuno junto a todo el nacimiento de la pequeña. Ese imborrable y cálido gesto de amor se lo dieron su mamá y su abuela.
Mientras un equipo médico chequeaba el estado de salud de Kate, a los cuatro minutos de la medianoche, Yésica dio a luz a su primer bebé: Nicolás, con 3,6 kilos. Fue el primer varón del año en la ciudad. Su vida desencadenó una fuerte emoción a la pareja conformada por Yésica y Federico Torres.
Con ellos también El Tribuno compartió esos momentos, como el que se puede ver en la fotografía cuando la mamá primeriza pone en sus brazos por primera vez a su pequeño.
En Tartagal
Todo eso ocurría en el Materno Infantil. Aunque la primera bendición se dio en el interior. Se trata de Luis Díaz, quien nació a las 00.01 del 1 de enero, en el hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal.
Su mamá es Belinda Soledad Díaz, oriunda de Misión La Paz, en el departamento Rivadavia.