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Hallaron a Pipi, la perrita que se perdió en Año Nuevo

Sabado, 07 de enero de 2017 01:30
Un final feliz para una historia de amor a los animales, que además reavivó la polémica sobre la necesidad de la implementación de una ley de pirotecnia cero en San José de Metán, por los sabidos daños que provocan los estruendos en los animales que actúan desesperados durante las celebraciones en las que se emplea pirotecnia como parte de los festejos. Esta historia con final feliz comenzó con este año, cuando los cohetes se hacían sentir por la llegada de 2017.
Tras cuatro días agobiantes de búsqueda con sus familiares y el pedido desesperado en los medios de comunicación, Valeria Coca se reencontró el miércoles con su perrita "Pipi", que se habían perdido en su alocada carrera por huir de los estruendos. El animal huyó desesperado cuando comenzaron los festejos por el Año Nuevo, desde el barrio 136 Viviendas, en la zona sur de la localidad del sur provincial, donde se encontraba.
Entre sollozos, Valeria Coca, quien es metanense, pero desde hace 8 años vive en Venado Tuerto, Santa Fe, pidió la colaboración de los vecinos para recuperar a su amado animal.

Alivio

Finalmente el dato clave llegó: "Pipi" se encontraba en inmediaciones en una estación de servicio, ubicada a la vera de la ruta nacional 9/34, en la zona urbana. Recorrió muchas cuadras para llegar hasta ese lugar en su huida por los estruendos y el temor por la pirotecnia.
El reencuentro fue emocionante cuando la mujer tomó en sus brazos al animalito, que afortunadamente se encontraba en perfecto estado.
Justamente, la mujer había decidido traer a "Pipi" desde la provincia en la que vive a Metán para que no sufriera las consecuencias de soportar la tradicional pirotecnia y los fuegos artificiales que se arrojan para las fiestas de fin de año.
Sus familiares agradecieron a los corazones solidarios que la cuidaron y a los que brindaron los datos para poder hallarla sana y salva, ya que esta perrita es muy querida y cuidada.

Un replanteo

Se puede festejar con alegría, música y sin ruidos molestos que perjudiquen a otros seres vivos. Durante las fiestas de fin de año y hasta entrado enero, las mascotas sufren, se asustan, se pierden y hasta mueren como consecuencia de los estruendosos ruidos y los destellos luminosos que provocan los distintos artefactos de pirotecnia. Si bien a muchas personas les causa gracia o alegría, resulta muy difícil entender cómo un niño o un adulto puede disfrutar viendo a una mascota, aterrada por los ruidos ensordecedores. Es un buen momento para hacerse el plan teo de pirotecnia cero.
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Un final feliz para una historia de amor a los animales, que además reavivó la polémica sobre la necesidad de la implementación de una ley de pirotecnia cero en San José de Metán, por los sabidos daños que provocan los estruendos en los animales que actúan desesperados durante las celebraciones en las que se emplea pirotecnia como parte de los festejos. Esta historia con final feliz comenzó con este año, cuando los cohetes se hacían sentir por la llegada de 2017.
Tras cuatro días agobiantes de búsqueda con sus familiares y el pedido desesperado en los medios de comunicación, Valeria Coca se reencontró el miércoles con su perrita "Pipi", que se habían perdido en su alocada carrera por huir de los estruendos. El animal huyó desesperado cuando comenzaron los festejos por el Año Nuevo, desde el barrio 136 Viviendas, en la zona sur de la localidad del sur provincial, donde se encontraba.
Entre sollozos, Valeria Coca, quien es metanense, pero desde hace 8 años vive en Venado Tuerto, Santa Fe, pidió la colaboración de los vecinos para recuperar a su amado animal.

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Finalmente el dato clave llegó: "Pipi" se encontraba en inmediaciones en una estación de servicio, ubicada a la vera de la ruta nacional 9/34, en la zona urbana. Recorrió muchas cuadras para llegar hasta ese lugar en su huida por los estruendos y el temor por la pirotecnia.
El reencuentro fue emocionante cuando la mujer tomó en sus brazos al animalito, que afortunadamente se encontraba en perfecto estado.
Justamente, la mujer había decidido traer a "Pipi" desde la provincia en la que vive a Metán para que no sufriera las consecuencias de soportar la tradicional pirotecnia y los fuegos artificiales que se arrojan para las fiestas de fin de año.
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Se puede festejar con alegría, música y sin ruidos molestos que perjudiquen a otros seres vivos. Durante las fiestas de fin de año y hasta entrado enero, las mascotas sufren, se asustan, se pierden y hasta mueren como consecuencia de los estruendosos ruidos y los destellos luminosos que provocan los distintos artefactos de pirotecnia. Si bien a muchas personas les causa gracia o alegría, resulta muy difícil entender cómo un niño o un adulto puede disfrutar viendo a una mascota, aterrada por los ruidos ensordecedores. Es un buen momento para hacerse el plan teo de pirotecnia cero.

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