¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El Banco Central, en el laberinto

Viernes, 13 de octubre de 2017 00:00

Para el actual gobierno de Cambiemos se plantea, tras 22 meses de gestión, el mismo desafío perentorio que hubiera debido abordar cualquier otra presidencia: garantizar la inversión para reactivar la economía y, al mismo tiempo, crear las condiciones para resolver de acuerdo a las leyes económicas, los dos grandes problemas argentinos: degradación laboral y pobreza creciente. Por ahora, las señales siguen siendo confusas. Inflación, déficit, gasto, distorsión tributaria y distribución del ingreso son términos de una fórmula compleja y a los que cuesta equilibrar. El "ajuste" que anticipaban Daniel Scioli y Cristina Kirchner en 2015 no se produjo. La "lluvia de inversiones" que hacía esperar Mauricio Macri, tampoco. La "pobreza cero" sigue tan lejos ahora como entonces. En ese contexto, es de esperar que luego de las elecciones, el Gobierno y el Banco Central confluyan en una estrategia de salida.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Para el actual gobierno de Cambiemos se plantea, tras 22 meses de gestión, el mismo desafío perentorio que hubiera debido abordar cualquier otra presidencia: garantizar la inversión para reactivar la economía y, al mismo tiempo, crear las condiciones para resolver de acuerdo a las leyes económicas, los dos grandes problemas argentinos: degradación laboral y pobreza creciente. Por ahora, las señales siguen siendo confusas. Inflación, déficit, gasto, distorsión tributaria y distribución del ingreso son términos de una fórmula compleja y a los que cuesta equilibrar. El "ajuste" que anticipaban Daniel Scioli y Cristina Kirchner en 2015 no se produjo. La "lluvia de inversiones" que hacía esperar Mauricio Macri, tampoco. La "pobreza cero" sigue tan lejos ahora como entonces. En ese contexto, es de esperar que luego de las elecciones, el Gobierno y el Banco Central confluyan en una estrategia de salida.

La soledad de Sturzenegger

La quietud y la tranquilidad de la cotización del dólar y las elevadas tasas de interés en pesos que pagan especialmente las Lebac garantizan que la inflación será severamente controlada dentro de una política monetaria restrictiva también el año próximo. Esta receta, tasas altas y dólar "freezado" explica la baja en la cotización de esta divisa, marcando claramente que los ahorristas apuestan sin equivocarnos al llamado "carry trade" o bicicleta financiera, siendo muy tentadoras ya que las Lebac o títulos similares pagan hasta un 10% más de interés que la inflación proyectada y teniendo claro que la cotización del dólar electoral seguirá relativamente quieto (estimando que a fin de año estaría en torno de $18), la ganancia en esta moneda será muy tentadora. Las Lebac, actualmente el título más vendido, es el principal instrumento utilizado por el BCRA que preside Federico Sturzenegger para controlar la política monetaria y la inflación siendo las características las siguientes:

a) Pagar elevadas tasas de interés muy por encima de la inflación para controlar el monto de circulante y que ese dinero no se traslade al consumo para no aumentar la inflación.

b) Para poder pagar los elevados intereses el Gobierno emite dinero y para sacarlo de circulación (efecto secante) y lo logra aumentando las tasas.

c) El stock de Lebac respecto de la base monetaria pasó del 40% al 115% actualmente y así también aumentó la adquisición de tenedores no bancarios (fondos comunes de inversión, compañías de seguros, personas físicas) cuyos depósitos en el 2015 representaban el 10% en esta inversión hasta llegar al 50% actualmente

d) Esto muestra que la política monetaria se mantiene firme: tolerancia cero a la inflación, el proyecto del presidente de BCRA es que la inflación tiene que seguir bajando el próximo año y obtener el objetivo presupuestado del 10% ya que la meta del 17% de este año no se lograra, razón por la cual el BCRA no quiere perder credibilidad al fallar durante dos años.

Ante esta realidad la Consultora Bconomics advirtió en un paper que el BCRA se encontraría atado a un esquema Ponzi en política inflacionaria, es decir paga elevados intereses para evitar la liquidez del sistema, aunque para hacerlo necesita emitir más, es decir ampliar la base monetaria.

Esquema Ponzi

Consiste en pagar intereses de una inversión a partir del capital que se va acumulando de todos los inversores, este sistema puede mantenerse, por lo tanto gracias a que van entrando nuevos inversores que son los que ponen el capital que se utiliza para poder pagar los intereses de los inversores más antiguos, pero colapsa cuando los inversores retiran sus acreencias y la empresa administradora no tiene fondos porque el dinero que recibía no se utilizó para hacer inversiones solo para pagar intereses. Para el caso de la política del BCRA el pago de intereses se financia con emisión monetaria y el aporte de nuevos ahorristas. El efecto Ponzi se podría producir porque aumenta la cantidad de ahorristas que cobran tasas por encima de la inflación y podría colapsar el sistema por la cantidad de dinero adeudado. Para salir de esta mecánica se requiere instalación de nuevas inversiones que financien los gastos y la gran cantidad de intereses que se debe pagar.

El Ejecutivo y el BCRA

La economía argentina registra baja calidad del gasto público, alto déficit fiscal a pesar de la elevada presión tributaria, los altos niveles de pobreza que tampoco se resolverán con solo aumentar la demanda laboral y la productividad que en varios sectores es tan baja que quien la reciba como retribución no le alcanza para superar la línea de pobreza. Ante esta realidad el Gobierno fijó como objetivo bajar la inflación a través de una política restrictiva implementada por el Banco Central, consiente que si no tenemos una moneda estable, no esperemos grandes flujos de inversión.

Nos preguntamos si el Poder Ejecutivo está ayudando al BCRA a bajar la inflación. Ningún desequilibrio se resuelve desde el BCRA y hoy el aporte del Ejecutivo no es de los mejores.

El gobierno no tiene mayores herramientas ya que el gasto público dada la situación social no lo podrá bajar en forma rápida, llevará tiempo, la baja de impuestos de la tan mentada reforma fiscal será muy discutida especialmente por los montos de coparticipación que les corresponde a la Provincias, solo le queda al Gobierno sentar las bases para atraer inversiones; resumiendo, tampoco es significativo lo que el Poder Ejecutivo está aportando últimamente a reducir la inflación.

Quizá la estrategia de inventar tigres de papel como potenciales opositores o agitar fantasmas desestabilizadores provoca que se alejen los inversores y la cautela en los consumidores. En esta época electoral crear un enemigo para polarizar no sirve para generar confianza; los ahorristas no tienen apuro a realizar inversiones en un esquema donde las rentas financieras son más que significativas en dólares.

El Gobierno está preocupado por ganar las elecciones y el Central en bajar la inflación; después del 22 de octubre esperemos que el Poder Ejecutivo y el Banco Central trabajen juntos.

 

PUBLICIDAD