¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Salta: en 2016 cada dos días parió una chica menor de 15 años

Reclaman un protocolo que obligue a notificar los embarazos adolescentes.La maternidad infanto-juvenil alerta sobre los abusos sexuales por parte de adultos.
Sabado, 14 de octubre de 2017 01:14

Los ojos salteños se han habituado a ver niñas y adolescentes embarazadas o con bebés. El tema de la maternidad infanto-juvenil se ha puesto sobre el tapete en los últimos días por el caso de Carla Torres, una chica de 16 años que murió tras una hemorragia luego de parir a su segundo hijo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los ojos salteños se han habituado a ver niñas y adolescentes embarazadas o con bebés. El tema de la maternidad infanto-juvenil se ha puesto sobre el tapete en los últimos días por el caso de Carla Torres, una chica de 16 años que murió tras una hemorragia luego de parir a su segundo hijo.

Ayer se cumplió un mes de la partida de esta adolescente, que ya tenía una hija de dos años.

La mamá de Carla, Isabel Pastrana, contó a El Tribuno, abrumada por el dolor, que del Gobierno solo recibió como ayuda un par de tarritos de leche para el bebé que quedó sin madre y su hermana, que aún tomaba la teta.

Al respecto, la subsecretaria de Medicina Social de Salta, Marisa Álvarez, dijo que le dieron leche para un mes a la abuela que quedó a cargo de los chicos. "La recibí y sabe que puede contar con nosotros para sus necesidades y la de los dos niños", afirmó, aunque agregó que el área "no tiene disponibilidad para entregar ayuda social".

Salta, junto a las otras provincias del norte, tiene una tasa de embarazo y maternidad infanto-juvenil superior a la media nacional, según se publicó en el primer boletín de salud adolescente que presentó el Gobierno el jueves.

En ese informe se detalla que 190 menores de 15 años y 4.669 adolescentes de entre 15 y 19 años dieron a luz en la provincia durante 2016. Es decir que el año pasado cada dos días parió una chica menor de 15 y cada día hubo 13 partos de adolescentes de entre 15 y 19 años. Esto representa el 19% del total de los nacimientos registrados en Salta.

Las cifras son alarmantes, sobre todo si se tiene en cuenta que la gestación producto de la relación de un mayor con una menor de 13 años es el resultado de un abuso sexual, de acuerdo con el Código Penal, y que la mayoría de los embarazos adolescentes no son buscados.

Informar los casos

La representante legal de Orientación Para la Joven (OPJ), Indiana Ressia, en diálogo con El Tribuno, planteó la necesidad de que el Poder Legislativo sancione un protocolo de actuación ante embarazos de niñas y adolescentes.

"Cuando va una adolescente embarazada a un centro de salud o a un hospital, debería dispararse un protocolo que contemplara todas las cuestiones que tienen que ver con una niña embarazada, generalmente abusada. Los médicos deberían tener la obligación de informar el caso. ¿Cuántos trabajadores sociales y psicólogos hay para seguirlo?", cuestionó Ressia. "Nadie dijo, cuando llegó embarazada una chica de 13 años (en referencia a Carla Torres): "Pará un poco. Vamos a ver cómo la ayudamos para que su futuro no sea este'".

Consultada por El Tribuno, María Laura Postiglione, directora del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres (OVCM), observó que en la provincia "no necesariamente se dispara una alarma cuando hay una adolescente embarazada". "Eso no pasa. Sabemos que hay embarazos de estas nenas que no se denuncian ni se pone en conocimiento a ninguna autoridad", manifestó.

"Si no van a hacer la denuncia, como mínimo, deberían dar intervención al Ministerio Público Pupilar, que está para la defensa de los derechos de los menores. Además, por supuesto, de dar intervención a los padres, aunque esto se complejiza cuando quienes cometen los abusos son del propio seno familiar, como pasa en muchos casos", analizó.

"El embarazo de chicas tan chiquitas está naturalizado. "Esta embarazada y punto. Qué bien. Es mamá joven'. Muchos lo ven así, incluso el personal de Salud", evaluó.

Con respecto a las denuncias de estos casos, opinó: "Tampoco podemos generar que la salud sea un espacio hostil y que la nena no vaya porque tiene miedo de que denuncien al novio. Hay que tener cuidado, porque eso puede generar que decida no hacerse los controles. Si no hacemos una buena labor con la denuncia, perdemos a la paciente. Es importante hacer un trabajo articulado con el área de psicología y el área social para hacerles un seguimiento".

De acuerdo con el Código Penal, existe abuso sexual cuando hay relación de un adulto con un niño menor de 13 años (12 años o menos). Cuando el menor tiene 13, 14 o 15 puede considerarse abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez de la víctima, lo que antes se conocida como "estupro". Recién a partir de los 16 años puede haber consentimiento sexual pleno.

En casos de abuso se puede abortar

Hay desconocimiento y temor porque la práctica es considerada un delito.

Solo cuando el embarazo es producto de una violación o pone en riesgo la vida de la madre se puede practicar el aborto legal en el país. Si se trata de menores de edad o mujeres no capaces que sufrieron un abuso sexual, se necesita el pedido de padres o tutores, con intervención de un asesor de menores e incapaces.

Sin embargo, muchas veces los servicios de salud no ofrecen esta posibilidad a las víctimas, que no saben de este derecho.

De OPJ hace poco fue externada una niña de 13 años que tiene una edad mental de 4 o 5. Parió mientras estaba en esta institución, por delegación de la Secretaría de Niñez y Familia. Desde OPJ explicaron que el caso estaba judicializado y la niña tenía un embarazo avanzado, que no permitía la aplicación del protocolo de aborto no punible. “Quizá podría haberse aplicado antes”, dijeron. 

“Hay mucho desconocimiento de buena y de mala fe. Hay servicios que desconocen el protocolo y eso creo que tiene que ver con la no difusión por parte del Ministerio (de Salud Pública). Algunos saben que existe y no lo quieren aplicar”, observó Laura Postiglione, del Observatorio de Violencia contra las Mujeres. 

La experta consideró que, al estar penalizado el aborto, “muchas mamás o papás, que quieren orientar a sus hijas, quizá no les recomiendan interrumpir el embarazo (tras un abuso) por desconocimiento o temor porque es una práctica considerada delictiva”. 

“A la mujer que no quiere abortar, aun habiendo sido abusada, el Ministerio de Salud tiene que acompañarla y apoyarla”, manifestó Postiglione.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD