"Nos mantenemos con los clientes fijos, porque los que son ocasionales cada vez son menos", dijo una vendedora de frutas y verduras del mercado municipal San Miguel.
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"Nos mantenemos con los clientes fijos, porque los que son ocasionales cada vez son menos", dijo una vendedora de frutas y verduras del mercado municipal San Miguel.
El Tribuno realizó una recorrida por el mercado de abasto de la ciudad y recolectó el punto de vista de los puesteros, quienes dieron su parecer de la realidad que están viviendo.
La baja en las ventas, aseguran los vendedores de ese centro comercial, afecta a varios rubros, pero ninguno de ellos se animó a dar un porcentaje de la caída.
El "día a día" se palpa, aseguran los vendedores, quienes afirma que los clientes de siempre siguen yendo y los ocasionales son menos.
Una puestera a cargo de un local de comidas, ubicado en la parte central del mercado, dijo: "Antes la gente estaba parada esperando una mesa, ahora hay que agarrarlos del saco para sentarlos para que coman algo. Ahora hay más negocios de nuestro rubro, hay mucha más competencia".
La mujer también se refirió a la venta ambulante. "Encima, la gente que está vendiendo en la calle es una competencia desleal, porque ellos no pagan nada de impuestos", sentenció.
La vendedora adjudicó a la inflación parte de la caída de clientes que están teniendo y puso como ejemplo la clásica pizza del mercado. "Los precios subieron mucho; la pizza antes la podíamos vender a $100 y ahora vale $170", dijo.
Un puestero de productos regionales concordó con las anteriores vendedoras en la suba de precios y la disminución de clientes ocasionales. También remarcó que, en algunos casos, esa suba es estacional, como sucede con la miel de abeja y otros productos de avicultura.
"Hubo un cambio muy notable en la venta, ya que ha disminuido debido a que los precios de los productos suben y, por lo tanto, se produce un desequilibrio", remarcó.
Además, añadió que "la miel es muy variable, ya que depende del factor climático, la cosecha ha mermado esta temporada, ya sea por alguna helada o por una ola de calor".
Una vendedora de frutas y de verduras manifestó que "las ventas están deterioradas porque los precios suben". Y puso como ejemplo el kilo de tomate "que hoy cuesta $30 cuando hace pocos días se los podía encontrar a $15".
Aseguró que "la temporada más alta es en la época de las fiestas de fin de año", y que "debido a la poca mercadería disponible en invierno hay pocos consumidores y los precios son más caros".