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Tres voces femeninas se encuentran entre las novedades literarias de octubre

María Teresa Andruetto, Mercedes Giuffré y Marisa Grinstein, un tríptico de mujeres que renueva con su impronta a la narrativa actual. Son obras cuentan con amplio reconocimiento
Lunes, 16 de octubre de 2017 15:28

on cuentos sutiles, un reciente volumen que continúa una saga detectivesca y la historia de una forense que lucha con su propia soledad, un tríptico de mujeres renueva con su impronta a la narrativa actual.
María Teresa Andruetto editó “No a mucha gente le gusta esta tranquilidad”. La reconocida escritora cordobesa de 63 años, única hispanoamericana acreedora del premio Hans Christian Andersen, equivalente al Nobel en literatura infantil y juvenil, vuelve al ruedo con un itinerario de historias diversas: una mujer desgastada por el alcohol, pero con sed infinita. Un recuerdo que se acuesta donde quiere “como un perro”. Un gesto sutilmente siniestro entre hermanos. La feroz turbación hacia la enfermedad. El convencimiento, tan sensato y doloroso, de que no se puede volver a empezar. Cuentos que sacuden desde un registro cotidiano; por forma de cuestionar de manera elíptica (casi inocentemente, pero sin inocencia alguna), de estimular al lector para recorrer los espacios que Adruetto, hacedora, entre otros, de Los manchados, y Trama y lengua Madre, se mueve con minuciosidad en esos ámbitos en los que la quietud es solo aparente y, de tan estática, perturbadora.
Tal vez porque donde pareciera que nada pasa es donde la autora se sumerge para abrir microcosmos plagados de intensidad, tal vez porque como ella misma afirmó a La Capital: “Un buen libro es aquel que nos transforma” y es en la supuesta tranquilidad de sus tramas donde quienes leen se cuestionan, porque la literatura abre preguntas, pero no siempre brinda respuestas. 
Así escribe: “Llegó después de la Segunda Guerra, por necesidad de trabajo, o quizá más por desencanto o por diferencias familiares, quién sabe si por escapar de algo o encontrarse con alguna zona oculta de ella misma. Aunque nunca supe que tuviera amores con mujeres, tenía apariencia masculina para los costumbres de la época, muy delgada, la piel curtida, la cara con arrugas profundas (aunque en algún momento de mis recuerdos ha de haber tenido cuarenta, quizá treinta años), sin curvas, sin pechos, vestida siempre con pantalones y pulóveres color gris pleno o negro o gris jaspeado, el pelo a lo varón, oscuro”.
En tanto, Mercedes Giuffré escribió “Almas en pena”, un policial clásico en el Buenos Aires del Virreinato.
Giuffré nació en 1972 y más tarde se graduó de la carrera de Letras. Con una amplia trayectoria que oscila entre los cuentos, los ensayos y las novelas, como Lo único irremediable o en busca de una identidad, ha demostrado su ductilidad. Con Deuda de sangre inició una serie enmarcada en el policial clásico ambientada en el Buenos Aires de los últimos años de la colonia. Allí, Samuel Redhead, un médico investigador (mitad español, mitad británico), arriba a esta tierra poco antes de la primera invasión inglesa. La saga continuó con El peso de la verdad y El carro de la muerte. Almas en pena es un nuevo volumen de esta apasionante trama. Allí, el doctor Samuel Redhead recibe una carta de su hermano Willie Cameron, prisionero en territorio cordobés, quien reclama por ayudas. A su vez, el Río de la Plata se prepara para una nueva incursión del León Británico que ya ha hecho pie en Montevideo. En la ciudad aguardan Elisa y Francisco Alvarado, que junto a la prometida del médico, Clara Ocampo, intentarán descifrar quién trata de asesinarlo. 
Redhead se enfrentará en este nuevo caso con una serie de obstáculos signados por el misterio y de lo sobrenatural que lo llenarán de dudas sobre sus creencias.
Así escribe: “Samuel Redhead agregó a la bolsa una navaja de afeitar y varias pastillas de jabón. Asió la palmatoria y pasó a la consulta por la puerta que la conectaba con su dormitorio. Los primeros rayos de luz matinal se colaban por los cristales de la ventana que daba sobre la calle Santísima Trinidad. Se había propuesto convencer a don Martín de Álzaga, el alcalde de primer voto del Cabildo, sobre la utilidad del viaje. Pero si éste se negaba a darle el salvoconducto, tendría todo listo para escabullirse aquella misma noche, cuando los controles fueran menos rígidos”.
Finalmente, Marisa Grinstein creó “La forense”. Nació en 1964, es periodista egresada de la Universidad Nacional de La Plata. Trabajó en El Heraldo de Buenos Aires y se desempeñó durante diez años como redactora especial de política nacional en la revista Noticias. Autora de Delirio y de la serie Mujeres asesinas, en su nuevo libro retrata a una psicóloga forense. Allí, María decide el destino de un detenido: la cárcel o en el psiquiátrico. Luego, tras una serie de errores, toma una licencia forzada y el tiempo de ocio la enfrenta a una angustiante soledad. Recurre a variadas actividades para aminorar su ansiedad: terapia, yoga y acupuntura, pero nada la calma. Entonces decide abrir una agencia de servicio doméstico y emplear a sus ex pacientes. Además, claro, aspira a ganar algo de dinero. Esta nueva relación, en la que las fronteras profesionales quedan desdibujadas, acarreará vivencias insólitas que hasta entonces le hubieran resultado imposibles de imaginar. Entre estas páginas lúcidas Grinstein vuelve a adentrarnos en los rincones más perturbadores del alma femenina.
Así escribe: “Mientras se duchaba, hizo el recuento de los pacientes que debería abandonar. Los más graves eran cuatro mujeres y dos hombres. Barajó varias alternativas de psicólogos y psiquiatras que podrían atenderlos con mínimos honorarios. Ese mismo día llamaría a algunos para arreglar el asunto. Le parecía injusto que no solamente la apartaran del cuerpo forense judicial sino que la inhibieran, además, de atender pacientes en forma particular”.

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on cuentos sutiles, un reciente volumen que continúa una saga detectivesca y la historia de una forense que lucha con su propia soledad, un tríptico de mujeres renueva con su impronta a la narrativa actual.
María Teresa Andruetto editó “No a mucha gente le gusta esta tranquilidad”. La reconocida escritora cordobesa de 63 años, única hispanoamericana acreedora del premio Hans Christian Andersen, equivalente al Nobel en literatura infantil y juvenil, vuelve al ruedo con un itinerario de historias diversas: una mujer desgastada por el alcohol, pero con sed infinita. Un recuerdo que se acuesta donde quiere “como un perro”. Un gesto sutilmente siniestro entre hermanos. La feroz turbación hacia la enfermedad. El convencimiento, tan sensato y doloroso, de que no se puede volver a empezar. Cuentos que sacuden desde un registro cotidiano; por forma de cuestionar de manera elíptica (casi inocentemente, pero sin inocencia alguna), de estimular al lector para recorrer los espacios que Adruetto, hacedora, entre otros, de Los manchados, y Trama y lengua Madre, se mueve con minuciosidad en esos ámbitos en los que la quietud es solo aparente y, de tan estática, perturbadora.
Tal vez porque donde pareciera que nada pasa es donde la autora se sumerge para abrir microcosmos plagados de intensidad, tal vez porque como ella misma afirmó a La Capital: “Un buen libro es aquel que nos transforma” y es en la supuesta tranquilidad de sus tramas donde quienes leen se cuestionan, porque la literatura abre preguntas, pero no siempre brinda respuestas. 
Así escribe: “Llegó después de la Segunda Guerra, por necesidad de trabajo, o quizá más por desencanto o por diferencias familiares, quién sabe si por escapar de algo o encontrarse con alguna zona oculta de ella misma. Aunque nunca supe que tuviera amores con mujeres, tenía apariencia masculina para los costumbres de la época, muy delgada, la piel curtida, la cara con arrugas profundas (aunque en algún momento de mis recuerdos ha de haber tenido cuarenta, quizá treinta años), sin curvas, sin pechos, vestida siempre con pantalones y pulóveres color gris pleno o negro o gris jaspeado, el pelo a lo varón, oscuro”.
En tanto, Mercedes Giuffré escribió “Almas en pena”, un policial clásico en el Buenos Aires del Virreinato.
Giuffré nació en 1972 y más tarde se graduó de la carrera de Letras. Con una amplia trayectoria que oscila entre los cuentos, los ensayos y las novelas, como Lo único irremediable o en busca de una identidad, ha demostrado su ductilidad. Con Deuda de sangre inició una serie enmarcada en el policial clásico ambientada en el Buenos Aires de los últimos años de la colonia. Allí, Samuel Redhead, un médico investigador (mitad español, mitad británico), arriba a esta tierra poco antes de la primera invasión inglesa. La saga continuó con El peso de la verdad y El carro de la muerte. Almas en pena es un nuevo volumen de esta apasionante trama. Allí, el doctor Samuel Redhead recibe una carta de su hermano Willie Cameron, prisionero en territorio cordobés, quien reclama por ayudas. A su vez, el Río de la Plata se prepara para una nueva incursión del León Británico que ya ha hecho pie en Montevideo. En la ciudad aguardan Elisa y Francisco Alvarado, que junto a la prometida del médico, Clara Ocampo, intentarán descifrar quién trata de asesinarlo. 
Redhead se enfrentará en este nuevo caso con una serie de obstáculos signados por el misterio y de lo sobrenatural que lo llenarán de dudas sobre sus creencias.
Así escribe: “Samuel Redhead agregó a la bolsa una navaja de afeitar y varias pastillas de jabón. Asió la palmatoria y pasó a la consulta por la puerta que la conectaba con su dormitorio. Los primeros rayos de luz matinal se colaban por los cristales de la ventana que daba sobre la calle Santísima Trinidad. Se había propuesto convencer a don Martín de Álzaga, el alcalde de primer voto del Cabildo, sobre la utilidad del viaje. Pero si éste se negaba a darle el salvoconducto, tendría todo listo para escabullirse aquella misma noche, cuando los controles fueran menos rígidos”.
Finalmente, Marisa Grinstein creó “La forense”. Nació en 1964, es periodista egresada de la Universidad Nacional de La Plata. Trabajó en El Heraldo de Buenos Aires y se desempeñó durante diez años como redactora especial de política nacional en la revista Noticias. Autora de Delirio y de la serie Mujeres asesinas, en su nuevo libro retrata a una psicóloga forense. Allí, María decide el destino de un detenido: la cárcel o en el psiquiátrico. Luego, tras una serie de errores, toma una licencia forzada y el tiempo de ocio la enfrenta a una angustiante soledad. Recurre a variadas actividades para aminorar su ansiedad: terapia, yoga y acupuntura, pero nada la calma. Entonces decide abrir una agencia de servicio doméstico y emplear a sus ex pacientes. Además, claro, aspira a ganar algo de dinero. Esta nueva relación, en la que las fronteras profesionales quedan desdibujadas, acarreará vivencias insólitas que hasta entonces le hubieran resultado imposibles de imaginar. Entre estas páginas lúcidas Grinstein vuelve a adentrarnos en los rincones más perturbadores del alma femenina.
Así escribe: “Mientras se duchaba, hizo el recuento de los pacientes que debería abandonar. Los más graves eran cuatro mujeres y dos hombres. Barajó varias alternativas de psicólogos y psiquiatras que podrían atenderlos con mínimos honorarios. Ese mismo día llamaría a algunos para arreglar el asunto. Le parecía injusto que no solamente la apartaran del cuerpo forense judicial sino que la inhibieran, además, de atender pacientes en forma particular”.

 

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