El fiscal ante la Corte de Justicia de Salta, Alejandro Saravia, presentó ayer su renuncia para acogerse a los beneficios de la jubilación. El reconocido jurista dicidió alejarse del estratégico cargo en el Ministerio Público, luego de 20 años de trayectoria ininterrumpida y lo hizo con la satisfacción del deber cumplido.
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El fiscal ante la Corte de Justicia de Salta, Alejandro Saravia, presentó ayer su renuncia para acogerse a los beneficios de la jubilación. El reconocido jurista dicidió alejarse del estratégico cargo en el Ministerio Público, luego de 20 años de trayectoria ininterrumpida y lo hizo con la satisfacción del deber cumplido.
"Me jubilo del sistema judicial, pero no de la vida", expresó a El Tribuno con esa particular forma de decir las cosas. Con esta escueta reflexión, todo indica que su objetivo es regresar a la arena política que en las décadas del 70 y 80 lo tuvo como un activo dirigente de la Unión Cívica Radical. La Cámara de Diputados lo contó entre sus destacados miembros en el período 1987-1991, donde todavía son recordados sus encendidos debates. Desde su banca, en una de las sesiones, Saravia pidió el juicio político al entonces gobernador Hernán Hipólito Cornejo, cuya gestión estaba siendo duramente cuestionada por los sectores de la salud, de la docencia y otros de la administración pública.
"Lo que hice ahora fue presentar la renuncia para que con el decreto de aceptación comience el trámite jubilatorio y por ese motivo permaneceré en la fiscalía hasta el 1 de marzo de 2018", explicó.
Al hacer un análisis de su actividad en el ámbito de la justicia, Saravia lo definió en estos términos: "Ha sido una etapa de reafirmación de convicciones, de aprendizaje y de compromiso con las instituciones".
Y concluyó con esta frase: "Siento que mi paso por la Justicia ha sido una etapa muy nutritiva".