Con la sola palabra: "juro", Julio Leonardo Bavio asumió el compromiso "de administrar justicia, fiel y legalmente", al responder a la pregunta del rigor del presidente de la Cámara Federal de Apelaciones. La expresión retumbó fuerte en el colmado recinto del edificio ubicado en la esquina de las calles España y Deán Funes y con ello descargó toda la tensión que acumuló en los ocho años de espera para que, por fin, el Senado de Nación aprobara su pliego y el presidente de la Nación, Mauricio Macri, lo designara como juez federal titular de primera instancia en el distrito capital.
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Con la sola palabra: "juro", Julio Leonardo Bavio asumió el compromiso "de administrar justicia, fiel y legalmente", al responder a la pregunta del rigor del presidente de la Cámara Federal de Apelaciones. La expresión retumbó fuerte en el colmado recinto del edificio ubicado en la esquina de las calles España y Deán Funes y con ello descargó toda la tensión que acumuló en los ocho años de espera para que, por fin, el Senado de Nación aprobara su pliego y el presidente de la Nación, Mauricio Macri, lo designara como juez federal titular de primera instancia en el distrito capital.
En primera fila del recinto estaban su esposa María Marta y sus cuatro hijos, quienes fueron los principales sostenes del largo y sinuoso camino que tuvo que recorrer como juez interino. "Más allá de lo difícil que ha sido llegar a este momento, mi mayor satisfacción es pensar que esto fue un triunfo de la justicia independiente que tanta falta nos hace", expresó a la prensa luego de la toma de juramento que estuvo a cargo del presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, Guillermo Federico Elías.
Al margen de resolver causas complejas de narcotráfico, Bavio tuvo que sortear denuncias, impugnaciones y afrontar dos exámenes en el Consejo de la Magistratura. Por esta situación su permanencia en el cargo estuvo muchas veces en riesgo, como ocurrió en 2011 cuando el kirchnerismo nombró a un remplazante que luego quedó sin efecto. Sin embargo, ninguna de estas cuestiones minaron la resistencia del magistrado y, como lo graficó el camarista Ernesto Solá, "al final se hizo justicia y se hizo lo que se tenía que hacer". Lo expresado por este juez se vio reflejado en la masiva concurrencia a la ceremonia.
El acto contó con la presencia del vicegobernador Miguel Isa; del presidente de la Corte de Justicia de Salta, Guillermo Catalano; de la consejera del Consejo de la Magistratura de la Nación, Gabriela Vázquez; de la ministra de Derechos Humanos y Justicia, Pamela Calletti, y otras autoridades.
Parte de un equipo
Bavio sostuvo que se enriqueció con las etapas de crisis que tuvo que afrontar y que esas fueron las simientes que lo ayudaron a esperar con cautela este momento. "Me alegra lo que estoy viviendo, sobre todo porque soy parte de un equipo que viene realizando un trabajo sostenido desde hace ocho años", expresó el magistrado.
Refirió que cuando tomó conocimiento de que el Senado de la Nación le aprobó el pliego sintió que con ello se sustentó también la gestión de todo el juzgado a su cargo, donde confluyen secretarios, sumariantes y empleados administrativos. "En el juzgado no soy solo yo, sino que hay un equipo de trabajo y todo esto me llena de satisfacción", señaló. Bavio aseguró que "en ningún momento me ilusioné porque siempre pensé que en cada etapa tenía que transitar pasos que serían difíciles". En ese sentido explicó que tuvo que hacer frente a denuncias, a procesos contra narcopolicías y del exjuez federal de Orán Raúl Reynoso, a quien procesó como jefe de una asociación ilícita junto a otras personas.
"Soy consciente de que cuando uno enfrenta casos importantes se encuentra en dificultades y entonces pensé que podía seguir teniendo enemigos, pero las cosas fluyeron y salió todo bien, sin impugnaciones y por ello siento una gran alegría por todo lo que estoy viviendo", dijo. Y agregó: "La paciencia fue mi principal aliada, y he tratado de poner toda mi energía en el trabajo". Bavio se excusó de hablar del juicio que se está realizando a Reynoso. "Tengo causas pendientes y no puedo emitir ninguna opinión al respecto", concluyó.
Elogiado por un colega
El camarista Ernesto Solá sostuvo que la Justicia federal de Salta se prestigia con la designación de Bavio. “Si algo puedo decir de Julio es que durante sus 8 años como juez sobrogante se encargó que eso no se notara en ningún momento”, destacó el magistrado. El titular de la Cámara Apelaciones, Guillermo Elías, le cedió la palabra a su colega por considerar que era la persona adecuada para la ocasión. “Fue juez desde 2009 y lo sigue siendo, pero hoy lo avalan los papeles”, expresó Solá. Dijo que Bavio “tuvo que pasar dos veces por las etapas de selección y eso es tan bueno no solo para él, sino para las instituciones y por eso celebramos que se haya hecho justicia”.