La fiscal penal de Metán, Ana Inés Salinas imputó ayer a una empleada judicial por el presunto abuso sexual de un adolescente. Se trata de Carmen Patricia Álvarez, de 34 años, quien reside en Rosario de la Frontera y se desempeña en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género del Distrito Judicial del Sur.
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La fiscal penal de Metán, Ana Inés Salinas imputó ayer a una empleada judicial por el presunto abuso sexual de un adolescente. Se trata de Carmen Patricia Álvarez, de 34 años, quien reside en Rosario de la Frontera y se desempeña en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género del Distrito Judicial del Sur.
"Con los elementos colectados en esta instancia se subsume provisionalmente el hecho en el delito de abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez de la víctima, por el cual se decreta la audiencia de imputación, por cuanto la conducta de la acusada está sospechada de criminalidad, toda vez que la misma, en las circunstancias antes descriptas, habría abusado sexualmente de la víctima, aprovechándose de su inmadurez sexual, ya que al momento del hecho el sujeto pasivo tenía 15 años, por consiguiente carecía de experiencia y madurez en el trato sexual y de consentir en forma válida el acto", dijo la fiscal penal subrogante, Salinas, en el decreto de imputación.
La representante del Ministerio Público citó para ayer a Álvarez, para notificarla de la resolución y tomarle declaración. La mujer niega las acusaciones de manera contundente. Las actuaciones judiciales comenzaron cuando la madre del menor radicó la denuncia en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera y luego la amplió en la Fiscalía Penal.
El menor, desaparecido
Por otra parte, la tía del menor denunció, en la medianoche del martes pasado, en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera la desaparición del adolescente.
"Estaba a cargo de mi hermana y viviendo con ella por disposición de la Justicia. El martes por la tarde lo llevó al campo porque tenía que ir a buscar unos animales en la zona conocida como La Banda y cuando volvió no estaba", dijo el padre del chico a El Tribuno.
"Mi hermana lo buscó por todos lados y luego fue a avisarnos a nosotros para continuar con la búsqueda hasta la madrugada, pero no pudimos hallarlo. Nosotros pensamos que mi hijo se fue a verla a esa mujer porque unos muchachos dijeron que lo vieron pasar en dirección hacia donde vive Patricia Álvarez. Pero además mi hijo le dijo a mi hermana y a mi abogada que él está muy enamorado y que no puede vivir sin ella", señaló el hombre.
El padre relató que para alejarlo de Álvarez el chico debía comenzar a concurrir a la escuela Emeta de Metán Viejo. "No quedaba otra opción porque mi hijo la sigue viendo a Patricia Álvarez y teniendo contacto a pesar de que existe una prohibición de acercamiento. Incluso mi hijo ya sabía de la imputación de la mujer y que por eso tomó la decisión de desaparecer porque no quiere que vaya presa ni que le quiten el trabajo".
.La fiscal dejó constancia de lo relatado por la madre del menor
Según la fiscal Salinas, las valoraciones iniciales acerca del abuso en contra del menor se “fundan en la necesidad de investigar la existencia del hecho, la autoría de la imputada y su calificación legal; también que las partes puedan aportar más elementos para arribar al esclarecimiento de los hechos denunciados, que en principio se encontrarían comprobados en las actuaciones llevadas a cabo en sede policial”.
Las actuaciones se iniciaron por la denuncia radicada por la madre del menor el 10 de agosto pasado en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera y luego una ampliación en la Fiscalía Penal de esa misma localidad, el 15 de ese mes.
En el decreto de imputación la fiscal dejó constancia de los relatos de la madre del menor, que dijo que Álvarez acosaba sexualmente al chico y que en una oportunidad el menor le contó a su padre que él estaba en casa de Patricia, sentado en el sillón, y que la señora se sentó a la par, le tocó las partes íntimas y le dio un beso en la boca.
Relató que el menor luego se fue porque se asustó, pero aseguró que la empleada judicial luego lo llamó por teléfono y le dijo que regresara. La madre del menor denunció la posibilidad de que la empleada judicial “preparó el terreno”, que lo sentó en un sillón, le puso un preservativo e inicio el acto sexual.
Destacó que su hijo comentó que todo eso ocurrió entre Navidad y Año Nuevo, a fines de 2016, pero como recién habían tomado conocimiento, fueron de inmediato a radicar la denuncia el 10 de agosto de este año.