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Patios santiagueños: un espacio ancestral sin tiempo

Viernes, 22 de diciembre de 2017 00:43

Una de las experiencias deslumbrantes que ofrece Santiago del Estero son sus patios tradicionalistas. Sencillos, cotidianos y con todas las comodidades, en estos espacios se pueden disfrutar de vivencias realmente inolvidables y hasta incompresibles. Incomprensibles porque transmiten el impulso irrefrenable de salir a bailar en un entorno se encuentra con la misma alegría y emoción que contagia la música de bombos, guitarras y violines. La chacarera es el ritmo identificatorio del santiagueño. Con esa música la algarabía se adueña de todo y no importan las técnicas de baile. “Cuando se hace del corazón nada puede ser malo”, suele repetir el eximio bailarín Juan Saavedra. Los cantores populares, toman la posta y rescatan del olvido con emoción las viejas chacareras del monte, al tiempo que deleitan con sus nuevas creaciones. Grandes artistas de renombre, vuelven y se nutren nuevamente del mensaje de sus orígenes en estos patios santiagueños, que también fueron visitados por rockeros, músicos clásicos y de otros estilos, pero que no pudieron escapar al encanto de la música de estos pagos. “Lo que pasa es que para nosotros la chacarera es eterna, no tiene principio ni final, está con nosotros desde siempre”. Puede ser la respuesta de cualquier santiagueño cuando es consultado sobre los orígenes de la música que le mueve sus fibras más profundas. Es posible disfrutar de esta experiencia todos los fines de semana. Los patios santiagueños se esmeran por recibir de la mejor manera a los cientos y hasta miles de visitantes a quienes se les abre las puertas con total naturalidad y humildad. El entorno es único: patios de tierra, árboles, pájaros, hasta lagunas y paseos ecológicos. Todo rodeado de la magia folklórica de la chacarera, el aroma inconfundible de las comidas regionales y la amabilidad característica de los habitantes de esta tierras. “Por nada olvides viajero lo que sienten mis paisanos, seguro te han de querer como se quiere a un hermano”, consigna sin equivocarse la letra de Puente Carretero, una de las chacareras más conocidas, que además homenajea a un ícono de la provincia. Entre las diferentes propuestas se destacan el patio de la Feria Productiva y Artesanal Upianita y el patio del Indio Froilán, ubicado en el sector norte de la capital de la provincia, que tiene más de dos décadas de existencia. En el vasto territorio provincial se pueden nombrar tantos otros patios, como El Rincón de La Empanada (sobre ruta provincial 1 en el departamento Banda), La Casa de la Abuela Carabajal (en el tradicional barrio Los Lagos), el patio de Pepe Pezzini (en el barrio de Huaico Hondo) y así tantos otros que esperan la visita del turista, para que antes de salir ya se convierta en un nuevo amigo que seguro volverá. Un dato para tener en cuenta es que en todos los patios santiagueños el ingreso es gratuito. Y para finalizar lo más importante: son los únicos patios tradicionalistas existentes en Argentina que abren todos los fines de semana.

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Una de las experiencias deslumbrantes que ofrece Santiago del Estero son sus patios tradicionalistas. Sencillos, cotidianos y con todas las comodidades, en estos espacios se pueden disfrutar de vivencias realmente inolvidables y hasta incompresibles. Incomprensibles porque transmiten el impulso irrefrenable de salir a bailar en un entorno se encuentra con la misma alegría y emoción que contagia la música de bombos, guitarras y violines. La chacarera es el ritmo identificatorio del santiagueño. Con esa música la algarabía se adueña de todo y no importan las técnicas de baile. “Cuando se hace del corazón nada puede ser malo”, suele repetir el eximio bailarín Juan Saavedra. Los cantores populares, toman la posta y rescatan del olvido con emoción las viejas chacareras del monte, al tiempo que deleitan con sus nuevas creaciones. Grandes artistas de renombre, vuelven y se nutren nuevamente del mensaje de sus orígenes en estos patios santiagueños, que también fueron visitados por rockeros, músicos clásicos y de otros estilos, pero que no pudieron escapar al encanto de la música de estos pagos. “Lo que pasa es que para nosotros la chacarera es eterna, no tiene principio ni final, está con nosotros desde siempre”. Puede ser la respuesta de cualquier santiagueño cuando es consultado sobre los orígenes de la música que le mueve sus fibras más profundas. Es posible disfrutar de esta experiencia todos los fines de semana. Los patios santiagueños se esmeran por recibir de la mejor manera a los cientos y hasta miles de visitantes a quienes se les abre las puertas con total naturalidad y humildad. El entorno es único: patios de tierra, árboles, pájaros, hasta lagunas y paseos ecológicos. Todo rodeado de la magia folklórica de la chacarera, el aroma inconfundible de las comidas regionales y la amabilidad característica de los habitantes de esta tierras. “Por nada olvides viajero lo que sienten mis paisanos, seguro te han de querer como se quiere a un hermano”, consigna sin equivocarse la letra de Puente Carretero, una de las chacareras más conocidas, que además homenajea a un ícono de la provincia. Entre las diferentes propuestas se destacan el patio de la Feria Productiva y Artesanal Upianita y el patio del Indio Froilán, ubicado en el sector norte de la capital de la provincia, que tiene más de dos décadas de existencia. En el vasto territorio provincial se pueden nombrar tantos otros patios, como El Rincón de La Empanada (sobre ruta provincial 1 en el departamento Banda), La Casa de la Abuela Carabajal (en el tradicional barrio Los Lagos), el patio de Pepe Pezzini (en el barrio de Huaico Hondo) y así tantos otros que esperan la visita del turista, para que antes de salir ya se convierta en un nuevo amigo que seguro volverá. Un dato para tener en cuenta es que en todos los patios santiagueños el ingreso es gratuito. Y para finalizar lo más importante: son los únicos patios tradicionalistas existentes en Argentina que abren todos los fines de semana.

Santiago auténtico

El Camino Real promete la entrada al Santiago profundo. Un trayecto turístico de 60 km desde la capital provincial, pasando por Loreto incluyendo también Villa Atamisqui y Villa Salavina que hoy cobra destacada importancia luego de la beatificación de Mama Antula, la prima santa santiagueña, convirtiéndose esta última ciudad en un destino obligado de los peregrinos. Tradiciones, religión, música y gastronomía en un recorrido para descubrir el corazón antiguo de la argentinidad. Siguiendo el cauce del Río Dulce, permanece indemne hace siglos el Camino Real que une Santiago del Estero con Tucumán.

Feria Artesanal

El principal atractivo del Camino Real es la Feria Artesanal de Upianita, que se realiza cada sábado. Allí se puede disfrutar de un paseo en sulky o a caballo, además de una guitarreada a la sombra de los añosos algarrobos, mistoles y chañares. Es infaltable el repertorio de chacareras, zambas y chamamés de grupos folclóricos que acompañan a las familias que comparten la mesa en la feria.

Localidades históricas

Manogasta

Al sur del Camino Real se levanta el pueblo de Manogasta, una antigua población indígena que se trasformó en un asiento de la colonia. Una característica curiosa, es que la ruta está cortada por un enorme algarrobo que, cuenta la tradición, fue donde descansó San Martín, a quien se dedica un monumento en la puerta de la capilla Santa Bárbara. La parroquia es una de las atracciones principales, destacada por su arquitectura colonial y su singular imaginería. Además, es epicentro de la fiesta patronal de Santa Bárbara el 4 de diciembre.

  • Patio del Indio Froilán se encuentra a 6 kilómetros de la plaza principal de la capital.
  • Upianita se encuentra a 28 kilómetros del centro de Santiago del Estero.
  • Loreto se encuentra a 61 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero.

No se puede dejar de bailar

En los distintos patios santiagueños la danza es siempre una constante, no importa si sabes o no bailar chacarera, zamba o escondidos, el ritmo te contagia y no puedes evitar las ganas de salir a bailar junto a todos. Los sábados en Upianita hay un taller permanente de danza dictado por Adela de Saavedra y Miguel Serrano para que nadie se quede sin aprender a bailar.

Escenarios con artistas de primer nivel y cantores populares

En cualquiera de los patios santiagueños se mezclan en un mismo escenario los cantores consagrados y los populares de nuestra tierra. También no es extraño ver que se invita alos que se animen a subir y cantar. El secreto de los santiagueños es sus ganas de compartir con los amigos que nos visitan a pasar un momento inolvidable disfrutando de nuestra rica herencia cultural.

Artesanías

Tanto en el Patio del Indio Froilan, como en Upianita o cualquiera de estos espacios, siempre se puede estar en contacto directo con los artesanos de nuestra provincia. Mientras todos se divierten no es extraño ver a Froilán trabajando en sus obras o bien tomar un taller de cerámica.

 

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