Paralelamente con el plan de obras que implicará fundamentalmente el mantenimiento de las calzadas y el soterrado del cableado aéreo -ambos temas de larga data-, la Municipalidad avanza en su intención de suprimir el transporte público del centro, que alcanzaría a los colectivos pero que podría afectar también a los servicios impropios, taxis y remises.
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Paralelamente con el plan de obras que implicará fundamentalmente el mantenimiento de las calzadas y el soterrado del cableado aéreo -ambos temas de larga data-, la Municipalidad avanza en su intención de suprimir el transporte público del centro, que alcanzaría a los colectivos pero que podría afectar también a los servicios impropios, taxis y remises.
El Tribuno dialogó con referentes de este último tipo de servicio quienes se mostraron en estado de alerta ante las posibles modificaciones en la circulación vehicular por la zona céntrica. Divergieron en sus preocupaciones aunque coincidieron en un malestar: no fueron convocados por la Municipalidad para formar parte de la planificación de los cambios en el tránsito.
El diálogo con la AMT (Autoridad Metropolitana de Transporte) por este tema fue reconocido por la secretaria de Obras Públicas y Planificación Urbana, Beatriz Blanco, tras la presentación del Plan Área Centro. Afirmó que es de vital importancia profundizar las conversaciones para que no se dilate el reordenamiento del tráfico.
Servicio impropio
“Hay que tomar como referencia las grandes ciudades del país, como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, en todas ellas los servicios de transporte entran en el microcentro”, subrayó Ernesto Alvarado, secretario general de Sicotasa (Sindicato de Conductores de Taxis).
Por su parte, el presidente del Centro de Propietarios de Remises, Roque López, fue un tanto más mesurado. “Creo que el transporte masivo es el que hay que sacar del centro, los taxis y remises casi que por obligación tenemos que circular en el centro”, dijo, y luego recayó en su propia trayectoria: “También fui colectivero y sé lo que se siente andar por el centro en horas pico, creo que también los ayudaría a ellos”.
A su turno, el titular de la Asociación de Taximetristas (Atasa), Ramón Gerardo Vaso, cargó fuertemente contra el Ejecutivo municipal. “No estamos de acuerdo con que se saque ningún servicio de transporte del centro, ni los colectivos ni los taxis y remises”, clarificó y seguidamente espetó: “Con este reordenamiento hay más dudas que certezas”.
Falta diálogo
Los tres referentes del servicio impropio, directamente afectado por un eventual reordenamiento del tránsito, hicieron ostensible su malestar por la carencia de diálogo con las autoridades municipales, quienes no los habrían convocado a ninguna reunión para consensuar aspectos de los cambios o escuchar sus inquietudes.
“No hubo un llamado pluralista ni estudios del impacto ambiental, social y económico, no se convocó a audiencias públicas a pesar de que vivimos en pleno sistema democrático. El intendente se maneja de forma absolutista y vulnera totalmente los derechos de los ciudadanos pasando por encima de todos los instrumentos legales de administración”, se quejó Vaso.
López indicó: “A nosotros en ningún momento nos notificaron ni nos citaron para ninguna reunión, no nos pidieron aportes ni datos para encarar el plan de reordenamiento del tránsito”. En igual sentido se posicionó Alvarado, quien señaló que “es una falta de respeto que no nos hagan parte de estos proyectos, no puede ser que el intendente tome las decisiones solo, sin consultar a nadie”. Este último completó opinando que “se tendría que haber invitado a todos los que trabajamos en la calle, en el centro”.
Incertidumbre
Otra de las preocupaciones concitadas entre los taxistas en particular es la reubicación de las paradas, que ya vienen modificándose en los últimos tiempos por resolución de la AMT. Tanto Vaso como Alvarado, representantes de los propietarios y conductores respectivamente, plantearon esta cuestión como una de las de mayor caladura para su sector.
“Nosotros vivimos de la actividad diaria, si perdemos las paradas estratégicas y los movimientos que permite la zona con más tráfico y circulación de personas, nos vemos directamente afectados en nuestros ingresos y posibilidades de trabajo”, apuntó Vaso. Alvarado complementó: “Necesitamos más paradas de taxis para hacerlo más accesible a los pasa jeros”.