En Alto La Sierra los días pasan sin almanaques ni relojes, sin apuro, con 50 grados a la sombra en verano, grandes necesidades insatisfechas y la resignación mansa que, de tanto en tanto, prende la mecha. Esta vez se hizo oír la queja de las comunidades wichis y de los criollos que viven allí, que suman unos 4.000 habitantes en este paraje dependiente del municipio de Santa Victoria Este, por los baños del hospital que están clausurados hace un año ya, por falta de agua. Pero no es el único problema de este lejano hospital, ya que también los vecinos sienten la falta de médicos cuando necesitan atención.
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En Alto La Sierra los días pasan sin almanaques ni relojes, sin apuro, con 50 grados a la sombra en verano, grandes necesidades insatisfechas y la resignación mansa que, de tanto en tanto, prende la mecha. Esta vez se hizo oír la queja de las comunidades wichis y de los criollos que viven allí, que suman unos 4.000 habitantes en este paraje dependiente del municipio de Santa Victoria Este, por los baños del hospital que están clausurados hace un año ya, por falta de agua. Pero no es el único problema de este lejano hospital, ya que también los vecinos sienten la falta de médicos cuando necesitan atención.
Brian Salazar, periodista de FM Chaco, de Santa Victoria Este, le dijo a El Tribuno: “El sábado hicimos un recorrido por Alto La Sierra y al hablar con criollos y originarios nos manifestaron su preocupación por la falta de agua en los baños del hospital y la falta de médicos en este nosocomio, que los obliga a trasladarse a la localidad de El Chorro, en Formosa, a unos 75 km de Alto La Sierra, o acudir a Victoria”.
Julio Díaz es maestro bilinge y representante de la comunidad wichi en Alto La Sierra; él contó que “hace más de un año que los baños del hospital no tienen agua y están clausurados. La verdad que es un tema que nos preocupa a todos, porque tanto la Municipalidad de Santa Victoria como el Ministerio de Salud están al tanto y no hacen nada para solucionarlo”.
Comentó Salazar que “en este momento están atendiendo en Alto La Sierra los médicos de la Fundación Adesar, y después no hay médicos y ni medicamentos para esta gente que se siente abandonada”.
Sandra Ruiz, vecina del lugar, mientras esperaba ser atendida por los profesionales de Adesar, se quejó: “No podemos usar los baños porque los clausuraron por no tener agua. Si tenemos una urgencia, tenemos que conseguir agua en balde para tirar en el inodoro; pero bueno, ya nos tienen acostumbrados a esta situación precaria”.
Brian Salazar le contó a El Tribuno: “Pedimos dialogar con el gerente del hospital pero no nos quiso atender y nos pidió por favor que no tomáramos fotos de los baños. Sin embargo, los caciques, indignados, nos abrieron las puertas para que veamos las condiciones en las que se encuentran. Esta es la realidad que vive el Chaco salteño en general, cosas que no se ven y si no salen en los medios de la capital nadie se entera”. Las fotos no se publican por ser escatológicas.
Otro problema que padece la comunidad de Alto La Sierra, son los cortes de energía eléctrica. “En este paraje hay un motor generador de Edesa y no funciona bien, se corta la energía muy seguido, el sábado, por ejemplo, se cortó desde las 22 hasta las 9 de la mañana del domingo, y eso perjudica mucho al hospital, que tiene una heladera donde guardan medicamentos, y ni hablar de los comerciantes, que deben conservar lácteos y carne con 50 grados de temperatura. Tienen que tirar todo porque se les pu dre la mercadería”.