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Gimnasia se ilusiona con el envión de sus victorias amistosas

Gimnasia le bajó la persiana a los encuentros de práctica con cinco triunfos y una sola derrota, ante Atlético Tucumán. Botella quiere mantener y solidificar una identidad.
Sabado, 18 de febrero de 2017 23:49

Los hinchas de Gimnasia y Tiro renuevan sus esperanzas en el inicio de cada temporada y ante cada receso de la misma manera. Y no importa si las decepciones y las frustraciones golpearon seguido la puerta en el pasado. Las heridas suturan, se regeneran, se convierten y transforman en fortaleza los golpes. Sin embargo, particularmente este período estival tras el fin de la etapa regular y lo que será el comienzo del nonagonal de la segunda ronda del torneo Federal A para el albo trae aires renovados y una brisa fresca extra de ilusión para los seguidores millonarios que repiten al unísono que “éste será el año” del ascenso para la institución de calle Vicente López. Pero esta esperanza adicional latente no sOlo forma parte del acostumbrado optimismo infranqueable y a prueba de balas que suele acompañar históricamente a los sufridos hinchas millonarios. Esta vez se sustenta con argumentos, esos mismos argumentos futbolísticos que mostró el equipo que dirigió José María Bianco en la casi impecable etapa regular (a excepción de la meseta descendente del final que decantó en la salida del Chaucha), que tampoco difieren de los que exhiben los ahora dirigidos por el observador y prolijo Duilio Botella, que parece haber encontrado su equipo en la pretemporada. 
Con la misma base del 2016 y el arribo de Julio Villarino y Agustín Sanfilippo como incorporaciones, la versión del albo moldeada por el marplatense no perdió agresividad ni volumen de juego, y se sostiene con los mismos pilares a los que se aferraba Bianco (Darío Sand, Alexis Bulgarelli, Osvaldo Young, Nicolás Aguirre y Juan Martín Amieva), con el “plus” de potenciar a Pablo Motta, dándole un mayor protagonismo en la gestación. 
Pero claro, es cierto, el modelo Botella solo se mostró en partidos amistosos, a los cuales sus jugadores los tomaron muy en serio, como si fuesen por los puntos; sin embargo, las comparaciones no tendrán el mismo rigor hasta tanto no arranque la competencia oficial para Gimnasia, cuando le toque debutar por la primera fecha del nonagonal ante Unión de Villa Krause en el Gigante del Norte. Lo cierto es que Gimnasia no solo se ilusiona con ser hoy uno de los dos mejores equipos del Federal A, sino que también sustenta esa esperanza en el buen andar que tuvo en los encuentros de prueba, a los que Botella les cerró la persiana hasta el comienzo del torneo.
Gimnasia disputó seis encuentros en su etapa precompetitiva con resultados alentadores: cinco victorias al hilo y una sola derrota (1-2), nada menos que ante el fortísimo Atlético Tucumán que se midió con el albo antes de disputar la Copa Libertadores. Luego se impuso con autoridad al lobo jujeño, goleó con floreo a Central Córdoba de Santiago del Estero y se despachó sin problemas ante San Jorge en Salta y en Tucumán, 2 a 0 y 3 a 1; además de golear sin contratiempos a Olimpia Oriental de Rosario de Lerma, 3 a 0. En cinco partidos convirtió 14 goles, sin perder la efectividad del Federal A, y le hicieron solo tres, como para confiar en un primer semestre de 2017 próspero y que pelear por un ascenso no será una quimera.

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Los hinchas de Gimnasia y Tiro renuevan sus esperanzas en el inicio de cada temporada y ante cada receso de la misma manera. Y no importa si las decepciones y las frustraciones golpearon seguido la puerta en el pasado. Las heridas suturan, se regeneran, se convierten y transforman en fortaleza los golpes. Sin embargo, particularmente este período estival tras el fin de la etapa regular y lo que será el comienzo del nonagonal de la segunda ronda del torneo Federal A para el albo trae aires renovados y una brisa fresca extra de ilusión para los seguidores millonarios que repiten al unísono que “éste será el año” del ascenso para la institución de calle Vicente López. Pero esta esperanza adicional latente no sOlo forma parte del acostumbrado optimismo infranqueable y a prueba de balas que suele acompañar históricamente a los sufridos hinchas millonarios. Esta vez se sustenta con argumentos, esos mismos argumentos futbolísticos que mostró el equipo que dirigió José María Bianco en la casi impecable etapa regular (a excepción de la meseta descendente del final que decantó en la salida del Chaucha), que tampoco difieren de los que exhiben los ahora dirigidos por el observador y prolijo Duilio Botella, que parece haber encontrado su equipo en la pretemporada. 
Con la misma base del 2016 y el arribo de Julio Villarino y Agustín Sanfilippo como incorporaciones, la versión del albo moldeada por el marplatense no perdió agresividad ni volumen de juego, y se sostiene con los mismos pilares a los que se aferraba Bianco (Darío Sand, Alexis Bulgarelli, Osvaldo Young, Nicolás Aguirre y Juan Martín Amieva), con el “plus” de potenciar a Pablo Motta, dándole un mayor protagonismo en la gestación. 
Pero claro, es cierto, el modelo Botella solo se mostró en partidos amistosos, a los cuales sus jugadores los tomaron muy en serio, como si fuesen por los puntos; sin embargo, las comparaciones no tendrán el mismo rigor hasta tanto no arranque la competencia oficial para Gimnasia, cuando le toque debutar por la primera fecha del nonagonal ante Unión de Villa Krause en el Gigante del Norte. Lo cierto es que Gimnasia no solo se ilusiona con ser hoy uno de los dos mejores equipos del Federal A, sino que también sustenta esa esperanza en el buen andar que tuvo en los encuentros de prueba, a los que Botella les cerró la persiana hasta el comienzo del torneo.
Gimnasia disputó seis encuentros en su etapa precompetitiva con resultados alentadores: cinco victorias al hilo y una sola derrota (1-2), nada menos que ante el fortísimo Atlético Tucumán que se midió con el albo antes de disputar la Copa Libertadores. Luego se impuso con autoridad al lobo jujeño, goleó con floreo a Central Córdoba de Santiago del Estero y se despachó sin problemas ante San Jorge en Salta y en Tucumán, 2 a 0 y 3 a 1; además de golear sin contratiempos a Olimpia Oriental de Rosario de Lerma, 3 a 0. En cinco partidos convirtió 14 goles, sin perder la efectividad del Federal A, y le hicieron solo tres, como para confiar en un primer semestre de 2017 próspero y que pelear por un ascenso no será una quimera.

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