Los carnavales de Oruro tienen su representante en Salta. Se trata de la agrupación de los caporales de San Simón. En el país existen solamente cuatro agrupaciones que son filial de su originaria de Oruro. Su danza, el colorido de sus trajes, el tintinear de los cascabeles y el suave baile de sus jóvenes mujeres representan lo mejor de la tradición carnestolenda de la ciudad de Oruro.
Gloria de Valdés, coordinadora de esta agrupación, contó a El Tribuno que “somos una de las cuatro filiales que existen a nivel nacional”. Sobre el tipo de danza que realizan, destacó que “no hay que confundirla con la saya, ya que esto ocurre con frecuencia”.
Reconocer a un caporal no es nada difícil. A su paso suenan los cascabeles que están adosados a su calzado, generalmente botas. Este rasgo distintivo tiene un origen histórico, comenta la coordinadora del grupo.
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Los carnavales de Oruro tienen su representante en Salta. Se trata de la agrupación de los caporales de San Simón. En el país existen solamente cuatro agrupaciones que son filial de su originaria de Oruro. Su danza, el colorido de sus trajes, el tintinear de los cascabeles y el suave baile de sus jóvenes mujeres representan lo mejor de la tradición carnestolenda de la ciudad de Oruro.
Gloria de Valdés, coordinadora de esta agrupación, contó a El Tribuno que “somos una de las cuatro filiales que existen a nivel nacional”. Sobre el tipo de danza que realizan, destacó que “no hay que confundirla con la saya, ya que esto ocurre con frecuencia”.
Reconocer a un caporal no es nada difícil. A su paso suenan los cascabeles que están adosados a su calzado, generalmente botas. Este rasgo distintivo tiene un origen histórico, comenta la coordinadora del grupo.
La tradición indica que el baile rememora el sufrimiento de los esclavos que trabajaban en las minas y los cascabeles hacen alusión a las cadenas que los sometía a esclavitud. El sombrero y el látigo hacen referencia a la vestimenta de quienes los sometían a trabajos forzados.
Los cánticos, por consiguiente, son casi una queja, pero sin embargo tratan de bailar con alegría, ya que los esclavos eran autorizados, en carnaval, a expresar algún tipo de alegría y desenfado.
La visita de los caporales de San Simón al complejo editorial de El Tribuno fue transmitida en vivo por Facebook Live y el video fue visto más de 22 mil veces. También fue compartido en esa red en unas 125 oportunidades y recibió comentarios de 149 lectores.
Generalmente, al hablar de los caporales y de su danza, muchos se remiten al origen boliviano de su baile y tradición. Algunos con desdén, otros con alegría y muchos con admiración. El tema de la participación de estas agrupaciones en los corsos salteños siempre fue motivo de comentarios, a favor y en contra de la integración cultural con el vecino país.
Valdés recordó que “los trajes que utilizan los bailarines son traídos directamente desde Oruro” y forman parte de una tradición carnestolenda que ya tiene difusión internacional y fue fundada en 1978 por jóvenes universitarios. En Bolivia la agrupación madre se denomina “Fraternidad Folclórica y Cultural Universitarios de San Simón”, ya que sus integrantes son jóvenes universitarios que participan en el mantenimiento de esta tradición cultural.
En nuestra ciudad los caporales ensayan todas las semanas en plaza España, al oeste de la capital, y su actividad no está centrada únicamente en su participación en los carnavales salteños. También llevan su baile a distintas festividades religiosas como de la Virgen de Urkupiña.
Para este carnaval los caporales de San Simón participan del corso que se realiza al costado del Centro de Convenciones, en la Avenida del Carnaval de nuestra ciudad.
Lo único que parece detenerlos es la lluvia. El baile y la alegría corren por su cuenta.