¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La solidaridad llega desde Italia al hogar Santa Teresita

El espacio que alberga a niños vulnerables, dirigido por un sacerdote, recibe la ayuda de un matrimonio de Cerdeña, donde también vive la familia del cura.
Lunes, 27 de febrero de 2017 00:00

Andrea Silvera - [email protected]

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Andrea Silvera - [email protected]

Por sobre el océano que separa los continentes, un invisible lazo de amor y agradecimiento une a Orán con Italia a través del matrimonio integrado por Caterina Fois y el abogado Giovanni Chessa, quienes residen en Cerdeña.

La historia comienza cuando una de las varias notas de El Tribuno al sacerdote Diego Calvisi y a su obra en el hogar de la Fundación Santa Teresita fue leída en Italia por el matrimonio Fois - Chessa, quienes de inmediato se pusieron en contacto para ayudarlo en su enorme trabajo social.

Pero la relación va mucho más allá de la publicación, ya que Caterina era una docente muy joven cuando en la ciudad de Nuoro fue acogida por la familia Calvisi.

Ella vivió muchos años en aquella comunidad mientras se desempeñaba como maestra en la escuela parroquial.

Luego conoció y se casó con el reconocido abogado italiano Giovanni Chessa, y no tuvieron hijos.

Cuando leyeron que el padre Diego albergaba a tantos niños con problemas de familia, muchos de ellos judicializados, no dudaron ni un instante en comunicarse con el sacerdote.

En el último temporal del 30 de diciembre pasado, el hogar Santa Teresita sufrió serios daños materiales y, una vez más, el aporte solidario del matrimonio permitió repararlo y dejarlo en condiciones.

Aunque no conocen Orán, saben perfectamente el destino de su contribución. Caterina nunca se olvidó del gesto solidario de la familia Calvisi y hoy la vida le permite retribuir con uno de sus integrantes, el padre Diego. Y seguramente está en sus deseos un viaje a esta ciudad del norte argentino.

La ayuda es amplia y se invierte completamente en todo tipo de necesidades que requiera el hogar y los chicos que son recibidos allí hasta que se soluciona la situación de cada uno.

La obra

El padre Diego llegó a Buenos Aires en 1980 y en ese tiempo desplegó una actividad inagotable. Fue el iniciador de muchas comunidades que hoy son parroquias, estuvo en Villa Saavedra, una de las más pobladas y carenciadas de Tartagal, en barrio Aeroparque de Orán, en la ciudad de Yrigoyen y en los cerros de San Andrés. También construyó templos por toda la extensión de la Diócesis de Orán y fue vicario general de todos los obispos en el lugar.

Trajo desde su Cerdeña natal a otro intrépido y formidable misionero, el padre Andrés Buttu, solo superado en su empeño por su mentor y maestro.

Muy sensible por lo social, fue capellán del hospital San Vicente de Paul, donde vivía. Fundó el Hogar de Niños de la Congregación Santa Teresita, participó activamente en la resolución de muchos conflictos en la zona, como los reclamos de los pobladores de San Andrés, los piquetes de Mosconi, las tensas negociaciones en la Municipalidad de Orán por conflictos gremiales-laborales, entre otras actividades.

Fue formador de sacerdotes, pues los recibía apenas ordenados en su parroquia y les enseñaba con el ejemplo.

Actualmente el padre Diego, con sus 93 años de edad, es capellán de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Orán, donde fundó el hogar para sacerdotes ancianos y, últimamente, un espacio de retiro y soledad para sacerdotes, que llamó “Betania del Sagrado Corazón”, para que residan en sus últimos años de vida.

 

PUBLICIDAD