Por Cristina Carrazán
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Por Cristina Carrazán
Fue un año particular, ya que tres de las doce noches en las que la expectativa estaba puesta en lograr una masiva concurrencia no se pudieron concretar, porque el mal tiempo se extendió durante prácticamente todo febrero. Las lluvias de verano hicieron foco en el mes del carnaval, pero aun así las 27 agrupaciones que participaron del Corso Color de Tartagal durante nueve noches desplegaron toda su creatividad y el trabajo de varios meses.
A las 2.30 del lunes, la lluvia torrencial llegó prácticamente cuando el corso y la nominación de los ganadores comenzaba. Con premiados exultantes y con otros participantes un tanto resignados, finalizó la celebración cultural más importante del calendario anual.
La última noche el corso explotó por la masiva concurrencia de público, estimada en más de 10.000 personas.
Hoy en Tartagal, inicio de la cuaresma, ya no quedan vestigios de lo que fue el Corso Color, en el que convergieron las más diversas expresiones culturales de la zona, sumadas a los invitados especiales como las comparsas del litoral. Ahora solo queda pendiente la entrega de los premios consisten en dinero en efectivo, que se concretará la próxima semana.
Elección de las reinas
Desde hace algunos años, la organización del corso decidió que las candidatas a reina de cada grupo de pim pim puedan ser elegidas soberanas de las comunidades aborígenes. La elección se realizó en una colorida fiesta en la plaza San Martín en la que actuaron números musicales locales e invitados especiales. Este año la joven toba Magalí Santos, del grupo Flor de Carnaval, se coronó reina de los pimpines, y la acompañan como princesas primera y segunda Verónica Cuéllar (Tatá Jend) y Gimena Montero (Ikave Candevare), respectivamente.
En cuanto a las candidatas de las otras agrupaciones, la ganadora fue Sofía Hurtado, representante de la Batucada Samba Sol, primer princesa resultó Clara Aroni (Fraternidad Tinkus, Corazón Andino) y segunda Tatiana Farfán (Caporales Estrellas del Norte).
Las agrupaciones
Este año, la organización decidió categorizar a los participantes de diferente manera, agrupando a algunas expresiones artísticas similares como los grupos de tinku y saya. Una de las categorías que desde hace años mantiene la mayor competencia son las comparsas indígenas y, este año, volvió a imponerse Sangre de Toba, la agrupación del barrio San Roque que lidera el histórico cacique Andrés Languidey. El segundo y tercer puesto fueron para Indios Guaycurú y Tobas Águilas Rojas.
Claudia Sánchez, directora de Cultura municipal y principal organizadora, precisó que “en la categoría pim pim artesanal el primer premio fue para la agrupación de la comunidad Piquirenda, del municipio de Aguaray, el segundo para los Tobas de Tartagal y el tercero para Coronel Cornejo. La idea es que todas las agrupaciones que representan lo ancestral, sean o no de Tartagal, puedan tener un lugar en este encuentro cultural”. En cuanto al jurado, conformado por cinco miembros, Sánchez consideró que “tuvieron un trabajo importante, porque cada noche de corso hubo compromiso con el espectáculo”.