La jueza de Garantías, Ada Zunino, dictó la ampliación de la prisión preventiva al cura Agustín Rosa Torino, en la causa que se lo investiga por abuso sexual agravado en perjuicio de exnovicios de la congregación religiosa Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. También la magistrada resolvió no hacer lugar a la denuncia de la exmonja Valeria Zarsa, que acusó a Rosa por el mismo delito. El cura, de 64 años, está preso desde fines de diciembre del año pasado en el penal de Villa Las Rosas.
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La jueza de Garantías, Ada Zunino, dictó la ampliación de la prisión preventiva al cura Agustín Rosa Torino, en la causa que se lo investiga por abuso sexual agravado en perjuicio de exnovicios de la congregación religiosa Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. También la magistrada resolvió no hacer lugar a la denuncia de la exmonja Valeria Zarsa, que acusó a Rosa por el mismo delito. El cura, de 64 años, está preso desde fines de diciembre del año pasado en el penal de Villa Las Rosas.
Los graves hechos salieron a la luz luego de la denuncia pública que hizo en 2015 Yair Gyurkovitz, un joven de 21 años oriundo de Cafayate. Contó que a los 14 años inició sus estudios como aspirante a novicio en la casa parroquial de la iglesia Santa Cruz, donde funcionaba el instituto creado por Rosa Torino. Según Yair, ingresó a la citada congregación a instancia de su madre, quien le manifestó que era una excelente oportunidad "para una buena educación y una sana juventud". Sin embargo, al poco tiempo comprobó que nada de eso era real, con el agravante de que luego lo llevaron a la provincia de Santa Cruz para que continuara el noviciado en una de las casas fundada por el mentor de la orden. Yair contó con lujo de detalles el drama que vivió en el sur, donde fue víctima de abusos sexuales reiterados por parte de un colaborador de Rosa Torino, el padre Nicolás Parma. El joven declaró que junto a otros internos sufrió, además, humillaciones y malos tratos, y que por esta situación intentó suicidarse.
Luego de dos años de calvario logró retornar a Salta con la esperanza encontrar amparo en el padre Rosa Torino. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario, ya que este también abusó de él y que esto pasó cuando le comentó que estaba afectado por una varicocele testicular. "En lugar de llevarme al médico, hacía que me baje los pantalones para revisarme y aprovechaba para manosearme", dijo.
Una situación no menos traumática relató ante la fiscal Sodero otro joven, oriundo de Pergamino, en la provincia de Buenos Aires, cuya identidad pidió que se mantenga en reserva. Contó que ingresó a la congregación a los 13 años, que lo enviaron por dos meses a Salta y luego a Santa Cruz, donde cayó bajo las garras de Parma. El testimonio de este joven grafica que el aislamiento y el desarraigo de los novicios era uno de los métodos que utilizaba el instituto religioso para mantenerlos sometidos. En ambos casos los jóvenes coincidieron en que sus respectivos padres se desentendieron de ellos porque confiaban ciegamente en Rosa Torino.
El muchacho declaró que fue víctima de abuso sexual reiterado por parte de Parma. También refirió que por el calvario que sufrió intentó suicidarse varias veces. Fue así que cuando el cura advirtió que la situación se complicaba lo envió a Salta. Lo mismo que Yair, el exnovicio descubrió aquí la enfermedad de los testículos y otra vez Rosa Torino aprovechó la coyuntura para ejercer su rol de "médico" especialista en la materia. Dijo que con su actitud el sacerdote demostró que había una manifiesta complicidad de todo lo que sucedía en la congregación, puertas adentro, y que esto quedó en evidencia cuando le comentó los abusos de Parma. Lo expresó en estos términos: "Me pidió que nunca nadie sepa lo que me pasó, que cuide el nombre del instituto, que resguarde al cura (por Parma), que lo que me hacía era su debilidad, que lo perdone, que olvide todo".
El exnovicio sostuvo que tanto en Santa Cruz como en la casa de la iglesia de la Santa Cruz estaba virtualmente cautivo, ya que no le permitían salir ni conectarse con sus familiares. "Pese a los reiterados pedidos que le hice al padre Rosa de que me dejara ir, me decía que era un elegido de Dios, que me quedara y por ese motivo me tuve que escapar", relató. La justicia ubicó a esta víctima por el testimonio de Yair. Sus testimonios fueron coincidentes cuando se refirieron a las conductas de los dos cura y por eso la jueza Zunino amplió la prisión preventiva para el principal responsable de la comunidad re ligiosa.
¿Dónde está Nicolás Parma?
De acuerdo con los datos aportado por Yair, en diciembre de 2015, el cura Nicolás Parma se encuentra radicado en Vic, un municipio español situado en la provincia de Barcelona (comunidad autónoma de Cataluña). La exmonja Valeria Zarsa también confirmó este dato cuando declaró el año pasado ante la fiscal Luján Sodero. Sin embargo hay versiones de que habría regresado al país.
Parma nació el 18 de agosto de 1978 en Concepción,Tucumán. Cursó sus estudios secundarios en el Seminario Menor San José, en la capital de la vecina provincia, y estudió filosofía en la Universidad Católica de Salta. Allí conoció al padre Agustín Rosa Torino, quien en 2013 lo envió a España con la misión de fundar en Europa la primera casa parroquial del Instituto Religioso Discípulos de Jesús San Juan Bautista, tal como lo hizo en Chile y México. Cuando estalló el escándalo, tanto Rosa como Parma fueron a apartados de sus tareas como sacerdotes por orden del Vaticano. Hasta el momento se desconoce si hay algún pedido a la Justicia española para extraditar a Parma. Por la gravedad de las denuncias que pesan en su contra todo indica que la Justicia salteña procederá en ese sentido de un momento a otro.
Exmonja sigue presa
A la historia de abusos sexuales gravemente ultrajantes relatada por dos los exnovicios, se suma la de la exmonja María Gracia Ramia Damario. Se trata de una joven que denunció por abuso sexual agravado a María Alicia Pacheco, una monja que también renunció a sus hábitos.
María Gracia hizo un crudo relato de los dramáticos momentos que vivió, siendo una niña, cuando concurría a la casa parroquial de la iglesia de la Santa Cruz, donde Pacheco era una de las principales colaboradoras de Rosa Torino. La exmonja, oriunda de General Gemes, también fue detenida a fines de diciembre del año pasado y está alojada en el penal de mujeres de Villa Las Rosas.
Desestimación
En el caso de Valeria Zarsa, la exmonja que denunció a Rosa Torino, la jueza Zunino no hizo lugar al pedido de la fiscal Sodero para se lo impute de abuso sexual simple, agravado por la duración y por ser ministro de culto. "No hay certeza del tiempo y lugar en que habrían ocurrido los hechos", dijo Zunino.