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Un viaje a Malvinas que trae recuerdos a los Guanca

Amelia, hermana de Patricio Guanca, relató su visita al cementerio de Darwin.
Domingo, 12 de marzo de 2017 00:00

Por Martín Rodríguez

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Por Martín Rodríguez

El viernes, una comitiva de la Comisión de la Memoria, encabezada por Adolfo Pérez Esquivel, partió hacia las Islas Malvinas. El objetivo del viaje es llevar un mensaje de diálogo a sus habitantes.

En declaraciones a Télam, Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, destacó el trabajo que está llevando adelante la Cruz Roja en identificar a los 123 soldados argentinos enterrados como NN.

El Tribuno consultó a Amelia Guanca, hermana del soldado caído en combate Patricio Guanca, sobre su viaje a las Islas Malvinas y sobre su visita al cementerio de Darwin, en 2005, donde se encuentran los soldados que aún no fueron reconocidos.

"Yo viajé a Malvinas para la inauguración del cenotafio donde están los nombres de los 649 caídos. Fue una experiencia muy particular", comentó a este medio la hermana del héroe cerrillano. "Cuando estaba viajando, la persona que estaba a mi lado me comentó: "Mire señora, ya estamos en las Islas Malvinas'. Entonces me vino una sensación muy fuerte".

Amelia relató que cuando llegaron al aeropuerto ya la estaban esperando para llevarla junto a los familiares al cementerio de Darwin. "Ahí están las cruces de los soldados caídos y en algunas, las que no tienen plaquetas, está la leyenda que dice: "Soldado reconocido solo por Dios'", detalló la mujer.

Amelia consideró como "fundamental" e "importante" la tarea que está realizando la Cruz Roja. "Quizás así, los familiares puedan sanar las heridas que quedaron abiertas. Es importante para ellos, para que sepan dónde están sus seres queridos, para que esas cruces tengan un nombre. A veces, los familiares iban y ponían un rosario a cualquier crucecita que había", explicó.

Sobre su hermano

El cabo Patricio Guanca nació el 28 de junio de 1957, en la finca San Miguel de Cerrillos, tenía 24 años cuando partió para la guerra de Malvinas. El héroe cerrillano formaba parte de la dotación de la corbeta Ara "Guerrico". Dentro de sus funciones tenía la responsabilidad de operar el cañón de 40 milímetros, que apoyaba el desembarco en helicópteros del batallón de IM N§1. Mientras se encontraba haciendo fuego contra el enemigo, el buque viró hacia aguas más profundas y los ingleses dispararon contra la embarcación provocando la muerte del cabo primero salteño.

"Yo solo pido que no olviden a nuestros héroes, a esos 649 caídos en Malvinas, que con el tiempo los sigan recordando", comentó Amelia. Y agregó: "Cada aniversario nosotros lo vivimos como si fuese el primero. Me cuesta mucho hablar de todo esto; a pesar de que ya pasaron 35 años el dolor está todos los días. Durará hasta que Dios lo diga y decida que nos encontremos con él".

Las hermanas de Patricio aún viven en la casa de sus padres. Esa donde el cabo pasó su niñez y juventud hasta que decidió unirse a la Marina. Las paredes de la vivienda están llenas de recuerdos de Patricio. La memoria del héroe cerrillano sigue presente en sus hermanas, sus sobrinos y también en todo el pueblo de Cerrillos que decide homenajearlo todos los 3 de abril.

"Nosotros no sabíamos que Patricio había ido para las islas. El vino en febrero de vacaciones", comentó Amelia. Ana, otra hermana del cabo que estuvo presente en la charla, comentó que en 1981 había viajado en la Fragata Libertad por distintos lugares del mundo. "Después le dieron vacaciones en noviembre y regresó, pero en febrero tuvo que volver. Ahí se fue diciendo que volvía en diez días", expresó.

En las primeras horas del domingo 4 de abril, a las 00.30, el director del Liceo Naval se acercó a la casa de la familia Guanca a comunicar la fatídica noticia. "Primero atendió un primo que después me avisó a mí. Me dijo que había unos médicos. Entonces se levantó mi marido. Cuando regresó me dice. "Amelia, dicen que el Pepino está mal'. ¿Qué pasó? le pregunté", comentó la mujer, quien fue la primera en enterarse del fallecimiento de su hermano. Y agregó: "Fui hasta la puerta y el director del Liceo me dice: "Señora lo siento mucho'. En ese momento, no sabía qué iba a hacer, no entendía nada".

Amelia no sabía cómo avisarles a sus padres, no se animaba a comunicarles la noticia. Sabía que iba a destruirlos. "Eran las cinco de la mañana y yo seguía sin avisarles. A las siete de la mañana yo me paseaba por la vereda sin poder entrar. Después un primo dijo que él iba a avisar", relató la mujer. Y añadió: "Yo me quedé afuera hasta que sentí el llanto de mi madre (silencio). Después mi papá gritaba que no podía ser. A las 8 de la mañana llegó un telegrama de la policía avisando que mi hermano había fallecido".

Una carta por la  paz y el diálogo

La comitiva de la Comisión Provincial por la Memoria encabezada por el premio nobel Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, integrante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, que arribó ayer a las Islas Malvinas, dio a conocer una carta abierta en la que reiteró la soberanía argentina sobre las islas. Además, se pronunció a favor de “la paz, el diálogo y la fraternidad” y apoyó la identificación de los 123 cuerpos que descansan como NN en el cementerio de Darwin. 
“Hemos venido hasta aquí, donde desde hace 35 años descansan nuestros muertos: jóvenes soldados, reclutados en el servicio militar obligatorio, y que, sin preparación ni equipamiento adecuado, no solo sufrieron la guerra sino también las torturas y malos tratos de sus superiores”, comienza la misiva. Y agrega que “muchos de ellos aún yacen en tumbas anónimas bajo el lema ‘soldado argentino solo conocido por Dios’”, por lo que plantean la identificación de las 123 víctimas que descansan en tumbas NN del cementerio de Darwin y que “cada lápida lleve el nombre de quien descansa allí”. 

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