Mientras siguen las dudas sobre la cantidad de personas que asistieron al recital del Indio Solari en el que murieron dos personas, ayer se conoció que el artista declaró que no es parte de la productora que organizó el evento.
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Mientras siguen las dudas sobre la cantidad de personas que asistieron al recital del Indio Solari en el que murieron dos personas, ayer se conoció que el artista declaró que no es parte de la productora que organizó el evento.
Solari fue indagado por la fiscal de la causa, Susana Alonso, sobre lo ocurrido en la localidad bonaerense de Olavarría.
"No soy parte de la productora", le dijo el músico a la fiscal, aunque agregó: "Siempre trabajé con ellos y nunca hubo problemas".
En Vivo Group SA es la productora de los hermanos Matías y Marcos Peuscovich, que antes se llamaba Chacal Producciones y con quienes Solari viene organizando sus actuaciones desde hace casi una década.
Con ellos concretó 14 conciertos en nueve años, entre ellos, los de Salta, San Luis, Mendoza, Entre Ríos y Buenos Aires.
Como Chacal, la productora organizó otro recital trágico, el de La Renga en La Plata, donde el 30 de abril de 2011 murió un joven alcanzado por una bengala.
Solari partió desde el aeropuerto de Olavarría en una avioneta blanca después de las 11 de la mañana de ayer.
Cerca de las 13, el artista arribó a la localidad de Morón y, a bordo de una camioneta con vidrios polarizados, se dirigió a su casa de Parque Leloir sin hacer declaraciones a la prensa.
En las últimas horas se conoció un mensaje que se difundió desde el entorno del Indio Solari en el que se acusa a los medios de comunicación de estar "vendiendo pescado podrido".
A través de la cuenta de Facebook "Virumancia", se pidió no creer "todo lo que se dice" y se informó que fallecieron dos personas "por paro cardíaco".
Víctimas identificadas
En tanto, ayer se conoció el nombre y apellido de la segunda víctima fatal. Se determinó que se trata de Juan Francisco Bulacio, de 36 años, oriundo de la localidad bonaerense de Garín, en el partido de Escobar.
El hombre fue identificado por la Policía bonaerense mediante el sistema de huellas denominado AFIS, según dijeron fuentes de la investigación.
El otro fallecido fue Javier Fernando León, de 42 años, quien vivía en Los Polvorines, en Malvinas Argentinas.
La víctima identificada ayer tiene el mismo apellido que se hizo conocido por uno de los casos más emblemáticos en torno a la brutalidad policial que, casualmente, ocurrió en el contexto de otro recital del Indio Solari.
En abril de 1991, Walter Bulacio, de 17 años, asistió a un recital de la banda Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en el estadio de Obras Sanitarias.
En medio de una razzia, el chico fue llevado ilegalmente a la comisaría 35, donde sufrió una golpiza. Murió cinco días más tarde en el Hospital Pirovano, como consecuencia de la paliza que recibió.
El productor Daniel Grinbank criticó la organización
Daniel Grinbank, uno de los productores musicales más experimentados y con mayor prestigio de la industria en la Argentina, analizó la organización del recital del Indio Solari que terminó con dos personas muertas y decenas de heridos durante el fin de semana. "Creo que hasta se sacó barata la situación", afirmó.
"Cuando tenés una concentración de gente tan grande, tenés que hacer un vallado en el medio que vaya hasta la consola para eliminar la presión", sostuvo Grinbank en un análisis de los errores por parte de la productora "En Vivo Group" .
El productor resaltó además que se debería haber instalado un vallado perimetral que inclusive impidiera el acceso a la ciudad de la gente sin ticket para prevenir incidentes.
"Se sabe que en este país, culturalmente, la gente ingresa sin tickets. Pero en este caso, al ser un predio cerrado con vallado ciego sobre los laterales, las estampidas generaban mucho margen de riesgo", explicó.
"Desde el punto de vista de la producción, las torres demoradas carecían de buenas pantallas. Entonces la presión se vuelve hacia el centro del escenario", dijo el productor musical.
El empresario fue el encargado de organizar el recital gratuito de los Rolling Stones en Copacabana para nada menos que dos millones de personas.