¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

24°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Bronca y dolor en el adiós a Nelson, víctima de su mujer

Nancy Quispe, detenida e imputada, declaró que discutió por dinero.La mujer dijo que fue agredida y que se defendió con un palo de escoba.
Viernes, 17 de marzo de 2017 00:00

Por Marianela Pereyra

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por Marianela Pereyra

Congoja y pesar. Unas 50 personas despidieron ayer los restos de Nelson Hipólito Olarte, de 29 años, quien fue asesinado a golpes por su esposa, Nancy Quispe, de 26.

El velorio se hizo en la casa de la familia Olarte, en Villa Los Álamos, Cerrillos. Familiares, amigos y vecinos se congregaron allí. Hubo llantos desgarradores y expresiones de malestar e indignación. Los padres y hermanos de Nelson se quebraron emocionalmente y tuvieron que ser contenidos por otros familiares.

"Ella siempre le pegaba a él en la calle. En todos lados le pegaba. Primero le daba mechonazos, chirlos y a veces agarraba un palo. A ella le molestaba que él tome. Él tomaba bastante", manifestó una allegada a la familia que no quiso dar su identidad.

"Él (Olarte) era buen padre. Siempre fue trabajador. Salía por la mañana a trabajar. Era albañil. Si bien le gustaba tomar, no era una mala persona. Si sus hijos tenían hambre a la 1 de la mañana y querían comer sandwichs, como sea él se iba con los chicos a comprarles la comida", añadió.

Violencia de género

Una vecina relató que tiempo atrás la situación era diferente. "Antes ellos alquilaban en otro domicilio, él le pegaba a ella hasta que cayó detenido y nunca jamás le levantó la mano por miedo a volver a estar preso, pero después ella tomó ese papel de agresiva, quizá para defenderse. Hace cuatro meses vinieron a vivir aquí, a la casa, con los otros hermanos de Nelson", contó.

La pareja tuvo tres hijos: una niña de 11 años, un niño de 10 y una bebé de cuatro meses. "Una vez, eran las 12 del mediodía y la bebé lloraba y no paraba. Quien la atendía era su hermana mayor. La nena era la que se levantaba, le cambiaba el pañal, le daba la leche y la hacía pasear", sostuvo.

Otra mujer que vive cerca de la casa de los Olarte aseguró que "una cuñada de Nelson fue testigo de lo que pasó el domingo por la madrugada en la casa. Todo fue puertas adentro. La cuñada abrió la puerta de una de las piezas y lo vio tirado. Ella estaba tirando agua, lavando el piso".

"Nos duele esta pérdida. Él era un buen vecino. Siempre saludaba y era respetuoso. Nunca tuvo ningún problema, ni cuando estaba tomando o cuando estaba sobrio. Tenía alma de niño porque se ponía a jugar a las bolillas con sus hijos y los chiquitos de la cuadra. Es triste que todo haya terminado de esta forma, más que nada por los chiquitos que se quedaron sin su papá y con su mamá detenida", finalizaron las mujeres.

Declaró que se defendió

Nancy Quispe fue imputada ayer por homicidio calificado por mediar relación de pareja, y declaró durante la audiencia ante el fiscal penal 4 Ramiro Ramos Ossorio. Dijo que discutía con su pareja y padre de sus tres hijos por cuestiones económicas y que en determinado momento, cuando era agredida, intentó defenderse tomando el palo de una escoba y le propinó golpes.

La versión que dio al fiscal penal Ramos Ossorio dista del relato que hizo la madre de la víctima, Victoria Cárdenas, quien habló el miércoles con El Tribuno. Según la mujer, su nuera le dijo que había matado a patadas a Nelson y le pidió disculpas diciendo "se me fue la mano, perdóneme".

Quispe fue asistida en la audiencia de imputación por un defensor oficial y seguirá detenida en la Alcaidía General.

Trascendió que la pareja y sus hijos subsistían como podían y que en muchas ocasiones la mujer le recriminó por gastos en bebida al hombre. Esa es una de las hipótesis sobre el móvil del crimen.

El sábado por la tarde Nelson Olarte se reunió con amigos y allegados a ingerir bebidas alcohólicas. Por motivos que aún se investigan hubo un conflicto con su mujer. En la sala de la casa ella lo golpeó, episodio que luego continuó en una habitación.

Esa noche, él se quejó de dolor de estómago. El lunes fue al hospital de Cerrillos donde le dieron un ibuprofeno. Horas después una de sus hermanas lo llevó a la salita del barrio. Debido a la gravedad del cuadro fue trasladado en ambulancia al hospital San Bernardo, donde fue internado en terapia intensiva y murió poco después de ser operado. Tenía gravísimas heridas internas.

El caso conmocionó a los vecinos de Los Álamos. Tras el velorio, la familia, amistades y cercanos a la víctima subieron a un ómnibus y viajaron hasta el cementerio de Rosario de Lerma, donde fueron enterrados los restos de Olarte.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD