Por Francisco Sotelo
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Por Francisco Sotelo
El Plan Belgrano fue anunciado en la campaña de Mauricio Macri como una propuesta que coincidía, punto por punto, con las expectativas de muchos salteños. Para quienes están convencidos de que el norte argentino debe superar su postergación histórica con inversión productiva, empleo genuino y modernización de la economía, el anuncio apareció como la posibilidad de quebrar, de una vez por todas, con la inercia que desde hace una década viene profundizando las desventajas con respecto al centro del país, las provincias vecinas y con nuestros limítrofes Bolivia y Chile.
El oficialismo define al proyecto como "un plan estratégico nacional de mediano y largo plazo enfocado en las provincias del norte argentino, cuyo objetivo es impulsar su desarrollo sostenible mediante una serie articulada de proyectos sociales, legislativos y de infraestructura de gran envergadura ... para generar nuevas condiciones socio económicas en la región".
No faltó quien imaginara que se trataba de un plan para construir "cordón cuneta" en los municipios que se convirtieron en fuente artificial de empleo, en una provincia donde la informalidad se estima en un 55% y donde el Estado casi duplicó el número de agentes. En los 15 meses de presidencia de Macri, muchos son los que consideran que el Plan Belgrano está "verde". Para descartar que se trate de "un espejismo", un informe difundido en marzo por el delegado local Roberto Ulloa (h) ratifica los objetivos e informa, entre otras cosas, que la Provincia ya recibió $867.544.575 de un total de $ 2.199.117.075 destinados a un centenar de obras y urbanizaciones en distintos departamentos dentro del Plan Hábitat.
Obras viales
Es particularmente significativo el detalle sobre el Plan Vial Federal, donde analiza el rol de nuestra provincia: "Salta es la más grande de la región NOA. Tiene... una matriz productiva rica y extensa. Está articulada en torno a dos grandes rutas troncales, las RN 9 y RN 34, y otras tres que la alimentan, las RN 16, 51 y 81".
El informe enuncia 22 obras en Salta, con $ 12.500 millones de inversión para construir 164 km de autopistas, 26 km de pavimentación, 1.178 km de repavimentación; 52 km de ruta segura y 5 km de obras especiales. La expectativa es generar 1.892 puestos de trabajo con estas obras.
Algunas están en marcha, otras en vía de licitación y los plazos corren hasta 2020.
Para Salta, el informe es explícito: si el proyecto de Macri tiene éxito y la Argentina se afianza como "supermercado del mundo", toda esta red de rutas y autopistas, combinadas con las obras del aeropuerto y la restauración de los ferrocarriles serán el eje de integración de un corredor con salida a los puertos de Mejillones y Antofagasta, en el Pacífico; hacia Bolivia, Paraguay y Brasil, y hacia Barranqueras, en el Paraná. Hacia esas direcciones enfilan las rutas 34, 9, 16, 81 y 51. Salta debe resolver cuántas "góndolas de ese supermercado" está dispuesta a abastecer.
Trenes y aeropuerto
La inversión para recuperar el Belgrano Cargas es de $ 7.243.849.377. Se recuperarán y modernizarán 1.500 km de vías en 3 años, de los cuales mil kilómetros están en Salta. Las obras en el aeropuerto salteño incluyen repavimentación y recuperación del sistema de balizamiento de pista. El proyecto está en desarrollo e insumirá $150.000.000. Además, está a punto de ser licitado el plan de mejoras en los medios de desplazamiento y circulación de pasajeros en el aeropuerto, con una inversión de $50.000.000.
El informe es alentador. Ratifica el optimismo oficial, aunque para los US$ 16 mil millones todavía falte un poco.