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El salteño Silveira logró una nueva medalla en los Parapanamericanos

Esta vez ganó la presea de plata en 100 metros espalda que se suma a la de 100 m libres que obtuvo el martes pasado en San Pablo.
Miércoles, 22 de marzo de 2017 22:24

El salteño Enzo Silveira (15) volvió a subirse al podio de los Juegos Parapanamericanos Juveniles San Pablo 2017 cumpliendo un nuevo objetivo en su corta carrera dentro de la natación y repitiendo la actuación que tuvo el martes pasado cuando también logró ubicarse entre los tres mejores.
Hace un par de días ganó la medalla de plata en los 100 metros libres con un tiempo de 1m30s40/100, mientras que este miércoles repitió la ubicación en la final de 100 metros espalda al registrar 1m55s01/100. Se posicionó por detrás del brasileño Gabriel Da Silva Nascimento, ganador del oro, y por delante de Elcio Cunha, otro brasileño, poseedor del bronce. 
En las dos pruebas en las que participó Enzo logró medalla y podría sumar una más en otra participación en la competencia parapanamericana. Esta vez luchará por el oro para regresar a Salta con tres medallas sobre su pecho. 
Jorge, su padre, le contó a El Tribuno los sentimientos que invaden a su hijo tras los buenos resultados y parte de su historia de vida que a los 8 años lo obligó a reformular sus acciones tras perder la vista. 
“Enzo me contó que estaba nervioso antes de participar, no se tenía mucha fe, pero una vez que pasaron dio lo mejor de sí para buscar la medalla de oro. Finalizó segundo, ganó la de plata que también es muy bueno”, contó el padre del medallista parapanamericano. 
A los 8 años comenzaron los desafíos para Enzo. “Se le diagnóstico el síndrome Pierre Robin (fisura del paladar blando) que de a poco le fue quitando la visión de un año hasta perderla completamente; entre tres y cuatro meses después perdió toda la visión”, contó su padre, pintor de oficio. 
“Tuvimos que acostumbrarnos a esta nueva situación. Aprendió a leer Braille y a los doce años comenzó a practicar natación. Actualmente entrena en Gimnasia y Tiro con las profesoras Raquel García, Jésica Funes y Malvina”, agregó Jorge Silveira. 
Enzo es el mayor de tres hermanos, le sigue, Elías, quien ha perdido parte de la visión en uno de sus ojos, mientras que el menor, Benjamín, puede ver sin dificultades al igual que su padre. Cristina, su madre, solo tiene visión parcial de un ojo por desprendimiento de retina y cataratas, a partir de un accidente doméstico sufrido cuando era niña. 
A pesar de las dificultades, Enzo demostró que pudo salir adelante y hoy luce con orgullo dos hermosas medallas. 
 

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El salteño Enzo Silveira (15) volvió a subirse al podio de los Juegos Parapanamericanos Juveniles San Pablo 2017 cumpliendo un nuevo objetivo en su corta carrera dentro de la natación y repitiendo la actuación que tuvo el martes pasado cuando también logró ubicarse entre los tres mejores.
Hace un par de días ganó la medalla de plata en los 100 metros libres con un tiempo de 1m30s40/100, mientras que este miércoles repitió la ubicación en la final de 100 metros espalda al registrar 1m55s01/100. Se posicionó por detrás del brasileño Gabriel Da Silva Nascimento, ganador del oro, y por delante de Elcio Cunha, otro brasileño, poseedor del bronce. 
En las dos pruebas en las que participó Enzo logró medalla y podría sumar una más en otra participación en la competencia parapanamericana. Esta vez luchará por el oro para regresar a Salta con tres medallas sobre su pecho. 
Jorge, su padre, le contó a El Tribuno los sentimientos que invaden a su hijo tras los buenos resultados y parte de su historia de vida que a los 8 años lo obligó a reformular sus acciones tras perder la vista. 
“Enzo me contó que estaba nervioso antes de participar, no se tenía mucha fe, pero una vez que pasaron dio lo mejor de sí para buscar la medalla de oro. Finalizó segundo, ganó la de plata que también es muy bueno”, contó el padre del medallista parapanamericano. 
A los 8 años comenzaron los desafíos para Enzo. “Se le diagnóstico el síndrome Pierre Robin (fisura del paladar blando) que de a poco le fue quitando la visión de un año hasta perderla completamente; entre tres y cuatro meses después perdió toda la visión”, contó su padre, pintor de oficio. 
“Tuvimos que acostumbrarnos a esta nueva situación. Aprendió a leer Braille y a los doce años comenzó a practicar natación. Actualmente entrena en Gimnasia y Tiro con las profesoras Raquel García, Jésica Funes y Malvina”, agregó Jorge Silveira. 
Enzo es el mayor de tres hermanos, le sigue, Elías, quien ha perdido parte de la visión en uno de sus ojos, mientras que el menor, Benjamín, puede ver sin dificultades al igual que su padre. Cristina, su madre, solo tiene visión parcial de un ojo por desprendimiento de retina y cataratas, a partir de un accidente doméstico sufrido cuando era niña. 
A pesar de las dificultades, Enzo demostró que pudo salir adelante y hoy luce con orgullo dos hermosas medallas. 
 

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