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Fuerte mensaje del obispo Zanchetta a la comunidad

En el marco de celebrarse el 25 de marzo, la “Jornada del niño por nacer”.
Jueves, 23 de marzo de 2017 00:00

Andrea Silvera [email protected]

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Andrea Silvera [email protected]

El obispo de la Diócesis de Orán Gustavo Zanchetta envió una carta a la comunidad pidiendo que no se enreden en una discusión ideológica.

Zanchetta expresó que "frente al regalo de la vida no seamos insensibles, y mucho menos indiferentes. Nunca podemos negarle a nadie el derecho de nacer, el derecho de vivir. Por eso, cuando aparezca la tentación del aborto, disfrazada tantas veces de solución objetiva porque no están dadas las condiciones para un nacimiento según nuestros parámetros, o porque el miedo anida en el corazón de una futura mamá, miremos a María.

Ella no estuvo en mejores condiciones. Pero supo arriesgar porque confió en Dios que le habló a través de un mensajero".

En otro tramo de la misiva señaló "cuántas veces el Señor nos habla a través de enviados anónimos, o de personas que conocemos bien, pero no escuchamos, o miramos pero no queremos ver. O sencillamente tenemos miedo. Y sin embargo el mensaje de Dios es inalterable. Así como ayer en María, hoy y siempre habrá un Gabriel que nos llame por el nombre y nos diga: ­No temas! (cf. Lc 1,30)".

El prelado siguió en su carta diciendo: "Hermanos, nosotros sabemos bien que los motivos para que un niño no pueda nacer son múltiples, y radican primariamente en un modelo social que en el fondo ama la vida a medias, porque no es un bien reconocido en sí mismo por todos. Y por eso peligra la vida, sobre todo cuando no se dan las condiciones de dignidad que todo ser humano merece desde su concepción hasta su muerte natural conforme el querer de Dios".

Remarcó que "esa realidad, aquí en el norte de Salta, se hace patente en un conjunto de circunstancias que lamentablemente confluyen en un único cauce que conduce definitivamente a la muerte, y se hace más patente en la baja calidad de vida de la mayoría de nuestro pueblo. Mientras no solucionemos el drama de la pobreza, la exclusión social y el narcotráfico en el norte de la Patria, seguirán aumentando las condiciones adversas para la llegada de nuevos hijos". También se refirió particularmente al drama de la droga, "que recorre ciudades, pueblos, parajes, y hasta se ha instalado en muchas comunidades de nuestros venerables pueblos originarios, condiciona desde el inicio la gestación de futuros hijos cuyos padres consumen lo que venden los mercaderes de la muerte, y por ello muchos ya nacen del vientre materno con secuelas que los acompañarán toda su vida", señaló.

Pero insistió que "aun así, nunca la muerte procurada es la solución. Porque la vida es sagrada, no la podemos manipular, y menos debemos impedir que surja. Más bien pongámonos a su servicio, movilicémonos, como nos decía San Juan Pablo II, para obrar cambios concretos y estar cerca allí donde hace más falta. Por eso creo fundamental que eduquemos en los valores cristianos, porque ahí nuestro pueblo históricamente, en su gran mayoría, encontró cimientos sólidos donde asentar los destinos de la nación. Y quienes no son cristianos han descubierto coincidencias con sus propios credos cuando de defender y honrar la vida se trata".

En el aspecto político señaló: "No nos enredemos en discusiones ideológicas porque sólo quedaremos más indefensos frente a los personeros de la muerte", finalizó el obispo.

 

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