Julio Cortázar solía decir que el juego es de las actividades más serias que hay. Y reprobaba la actitud de los adultos que interrumpen a los niños con razones poco importantes como “la cena está servida”. Hoy, en nuestra sociedad utilitarista, esclava de la productividad, han comenzado a surgir grupos de personas dispuestas a retomar el juego como un atajo para mejorar su calidad de vida. Asimismo, en esta era donde la entretención está dominada por la tecnología, estos reivindicadores de lo lúdico proponen recuperar ese “hechizo de hoguera” propio de los juegos de mesa.
Salta no ha quedado fuera de esta tendencia: este fin de semana habrá tres actividades planificadas en torno de cartas, piecitas, tableros y fichas.
Indudablemente, los juegos de mesa viven hoy un auge cultural y comercial de la mano de una generación que los redescubre e, incluso, los promueve.
Facundo Montañez (33) es diseñador gráfico y editor de videos. Forma parte del Grupo Yikuy, organizador del evento “Tarde de juegos de mesa”, que se llevará a cabo este domingo, a las 16, en Caseros 121. “Para mí, los juegos de mesa siempre fueron un escape de la rutina, una puerta hacia la fantasía. Lo que rescato de esta actividad lúdica es la planificación. Muchas veces me ayuda a encarar otras actividades como si fueran un juego y me ayuda a adaptarte a los cambios”, señaló.
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Julio Cortázar solía decir que el juego es de las actividades más serias que hay. Y reprobaba la actitud de los adultos que interrumpen a los niños con razones poco importantes como “la cena está servida”. Hoy, en nuestra sociedad utilitarista, esclava de la productividad, han comenzado a surgir grupos de personas dispuestas a retomar el juego como un atajo para mejorar su calidad de vida. Asimismo, en esta era donde la entretención está dominada por la tecnología, estos reivindicadores de lo lúdico proponen recuperar ese “hechizo de hoguera” propio de los juegos de mesa.
Salta no ha quedado fuera de esta tendencia: este fin de semana habrá tres actividades planificadas en torno de cartas, piecitas, tableros y fichas.
Indudablemente, los juegos de mesa viven hoy un auge cultural y comercial de la mano de una generación que los redescubre e, incluso, los promueve.
Facundo Montañez (33) es diseñador gráfico y editor de videos. Forma parte del Grupo Yikuy, organizador del evento “Tarde de juegos de mesa”, que se llevará a cabo este domingo, a las 16, en Caseros 121. “Para mí, los juegos de mesa siempre fueron un escape de la rutina, una puerta hacia la fantasía. Lo que rescato de esta actividad lúdica es la planificación. Muchas veces me ayuda a encarar otras actividades como si fueran un juego y me ayuda a adaptarte a los cambios”, señaló.
Para la familia de Facundo (su pareja y su hija de 4 años), los juegos de mesa siempre fueron una experiencia activadora de lazos y emociones. Pronto le contagiaron ese entusiasmo a un amigo fotógrafo, Gastón Iñíguez, que tenía un álbum de fotos turísticas de Salta y quería hacer algo original con es imágenes. “Así surgió la idea de inventar un juego de cartas propio que bautizamos ‘Cómo me acuerdo de Salta’. Lo hicimos con el apoyo del Fondo Ciudadano”, contó. Así, las rondas de juego en el comedor familiar de repente se convirtieron en jornadas abiertas a todo público, “para darle visibilidad a nuestro juego y para que la gente conozca otras opciones que ofrece el mercado”, explicó el diseñador.
“Cómo me acuerdo de Salta” se vende en las jornadas de juegos y a través de Facebook (Yikuy). En el encuentro del domingo, los participantes tendrán la oportunidad de conocer los juegos que están compitiendo por el premio nacional Alfonso X, un galardón que se entrega a los juegos diseñados en Argentina. “La gente podrá votar y haremos llegar sus sufragios a los organizadores del premio”, indicó Facundo y aclaró que Yikuy es uno de los cientos de clubes de juegos de mesa que existen en el país. Las jornadas que organiza el grupo están pensadas para adolescentes, jóvenes y adultos: “La gente se prende bastante, no solamente por distracción lúdica sino también por el encuentro cara a cara y la comunicación interpersonal que genera un espacio de juegos de mesa”, recalcó Facundo.
Luciano Martínez (38) es cordobés y viven en Salta desde hace 4 años. Es licenciado en Educación Física y educador recreólogo. Hace tres años, con un grupo de amigos, creó la Escuela de Recreación Libre Salta, que desde entonces organizan actividades para recordarle a la gente que el juego está en el nacimiento de la creación y del arte que hace posible, como ninguna otra acción humana, examinar la fantasía y la intuición. “Tenemos una frase disparadora para la gente: dense permiso. Para atreverse a jugar, el adulto debe derrumbar el mito de que está haciendo el ridículo”, comentó Luciano.
La Escuela de Recreación Libre Salta ha organizado dos actividades para este fin de semana: una jornada de juegos de mesa para adultos, este viernes a las 22, en General Güemes 236 (restobar Casa de Oro); y otra jornada de juegos de mesa para toda la familia, este sábado a las 19.30, en avenida San Martín 170 de Vaqueros (Pizzería Cándido). “Con los juegos de mesa uno se desconecta de la vida cotidiana y se conecta con un espacio placentero, sano. Son excusa para juntarse y generan un contexto de diálogo y de convivencia mediada por el juego. Se trata de permitirse jugar por jugar, sin nada a cambio. El juego es una actividad que desinhibe, relaja y, además, nos iguala”, subrayó el recreólogo.
Las jornadas son gratuitas. “Sólo pedimos una contribución a la gorra para poder sumar más juegos y para reponer los que se van desgastando por el uso”, precisó Luciano.
La Escuela de Recreación Libre propone juegos “que impliquen retos, que generen historias y personajes, que liberen la imaginación y que generen incertidumbre -explicó Martínez-. Tenemos, por ejemplo, un juego neozelandés, el Tántrix, muy ingenioso. También tenemos algunos juegos locales”, comentó.
Virginia Villamayor (32) es contadora y emprendedora. Si le piden que se remonte a sus primeros recuerdos relacionados con los juegos de mesa, dice que los vagones llegan desordenados, pero más o menos así: “Tardes lluviosas en vacaciones jugando con mis abuelos o enseñándole juegos a primos o sobrinos. Yo creo que las casas con juegos de mesa disponibles son casas divertidas, casas dispuestas a recibir gente. Habla mucho de las personas”, considera.
Entre sus preferidos estaban el Pictionary, el Trivial y la Carrera de mente. “Ganabas y sentías que eras un especie de genio sabelotodo”, recuerda. Hoy, ya adulta, sigue jugando e -incluso- diseñó con una amiga de la infancia, Ana Larrán, su propio juego, “Respuestas abiertas”. “Consiste en ponerte en el lugar del otro; en tratar de adivinar qué tipo de respuestas y asociaciones hacen tus oponentes; adivinar lo que piensan; meterte en la mente del otro; conocer su carácter. Es un juego donde prima la capacidad creativa y el sentido del humor. Las ilustraciones y el diseño son de Ismael Gudiño”, contó Virginia.
“Creemos que hoy en día hay un retorno a lo analógico. La gente está interesada en juegos de mesa y en espacios de conexión. En Europa la producción es realmente increíble -comentó la salteña-, cada año salen miles. La industria argentina es más pequeña pero hay mucha gente apostando a estos productos”. “Respuestas abiertas” se vende por internet (tiene su propia tienda online) y en algunas jugueterías y tiendas locales.
Como fan y emprendedora en el rubro, Villamayor valora muy especialmente la capacidad que tienen los juegos de mesa para interrumpir la rutina y fundar universos paralelos. “Hoy en día se usan los juegos como rompehielos en reuniones empresariales, en programas de recursos humanos. Son elementos de conexión”, remarcó.
Los juegos de mesa se niegan a morir. Es más, han resurgido, evolucionados. Quizás porque el ser humano está cayendo en la cuenta de que ha nacido para jugar, y que la vida es la oportunidad de experimentar la existencia por el disfrute mismo de existir.