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Endometriosis, una enfermedad que avanza silenciosa

Esta afección altera la cavidad uterina y, en muchos casos, es totalmente asintomática. Es fundamental el diagnóstico a tiempo.
Sabado, 25 de marzo de 2017 15:51

Hoy se realizó en diversas partes del mundo la Endomarch, una marcha mundial por la endometriosis, “una patología que todavía despierta muchos interrogantes en las pacientes y que es ignorada por muchos profesionales”, según señaló Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación Repro.
La endometriosis es una enfermedad en la que el tejido endometrial, que tapiza la cara interior del útero, se presenta por fuera de la cavidad uterina. 
Puede aparecer en forma de implantes en el peritoneo -que tapiza la cavidad abdomino-pelviana, de quistes en los ovarios y, con menor frecuencia, en otras zonas del cuerpo. 
Su origen se debe al reflujo de la sangre menstrual por las trompas hacia la cavidad de la pelvis. “Está presente en el 10% de las mujeres en edad reproductiva y en el 40% de aquellas infértiles. Puede ser asintomática o ser tan dolorosa hasta convertirse en invalidante”, destacó el médico.
Aseveró también que se la considera la enfermedad del siglo XXI, porque con la aparición de la planificación familiar y los cambios culturales que llevaron a que las mujeres posterguen en el tiempo la búsqueda de su primer hijo, las mujeres pasaron también a tener más menstruaciones antes de enfrentar su primer embarazo. Antes, el no control de la natalidad llevaba a que se dieran mayor cantidad de embarazos y menor cantidad de menstruaciones (las mujeres pasaban más tiempo embarazadas y amamantando). 
A menor cantidad de períodos, menor reflujo menstrual y por lo tanto, menor endometriosis.
¿Autoinmune?
“Existe una asociación entre endometriosis y alteraciones inmunológicas, por la que se la puede considerar como la consecuencia de una enfermedad autoinmune, como hipotiroidismo autoinmune, enfermedad celíaca, lupus, etc”, afirmó Pasqualini. 
Sin embargo, aseveró que aún no se ha podido dilucidar qué fue primero. Es decir que el crecimiento ectópico del endometrio puede poner en alerta a las defensas y generar anticuerpos contra nuestros tejidos, pero también la propia endometriosis podría ser consecuencia del proceso de inflamación crónica que la autoinmunidad le va generando a todo nuestro organismo. “El punto es que cuando hay endometriosis hay que salir a descartar la autoinmunidad asociada. Y cuando hay autoinmunidad e infertilidad, hay que descartar la endometriosis.
Hoy en día podemos evaluar alteraciones inmunológicas a nivel del endometrio y sistémicas que nos pueden orientar hacia qué medicación puede llegar a ser beneficiosa en los casos de búsqueda de embarazo, fallas de implantación y hasta en abortos recurrentes”.
Infertilidad
Muchas mujeres que se embarazan naturalmente pueden tener endometriosis y nunca se enteran, otras en las que se detecta endometriosis se embarazan naturalmente y otras no se embarazan por la endometriosis.
El 40% de las mujeres que la padece es infértil y puede afectar de diferentes maneras: puede ser un ambiente hostil para óvulos y espermatozoides, puede afectar la calidad de los óvulos, por adherencias pelvianas que pueden dificultar la llegada del óvulo a la trompa, o puede generar alteraciones a nivel de la implantación. 
Es frecuente observar una falla ovárica más temprana que lo habitual, como algunos casos pueden ser considerados como enfermedad autoinmune, ese mismo estado de alteración inmunológica puede afectar la función ovárica.
Tratamiento
Pasqualini señala que esta afección puede tratarse con medicación hormonal para frenar la evolución y calmar el dolor, pastillas anticonceptivas, géstatenos u otros inhibidores de la función ovárica. En algunos casos se puede indicar cirugía. “Es fundamental diagnosticarla tempranamente”. 
 

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Hoy se realizó en diversas partes del mundo la Endomarch, una marcha mundial por la endometriosis, “una patología que todavía despierta muchos interrogantes en las pacientes y que es ignorada por muchos profesionales”, según señaló Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación Repro.
La endometriosis es una enfermedad en la que el tejido endometrial, que tapiza la cara interior del útero, se presenta por fuera de la cavidad uterina. 
Puede aparecer en forma de implantes en el peritoneo -que tapiza la cavidad abdomino-pelviana, de quistes en los ovarios y, con menor frecuencia, en otras zonas del cuerpo. 
Su origen se debe al reflujo de la sangre menstrual por las trompas hacia la cavidad de la pelvis. “Está presente en el 10% de las mujeres en edad reproductiva y en el 40% de aquellas infértiles. Puede ser asintomática o ser tan dolorosa hasta convertirse en invalidante”, destacó el médico.
Aseveró también que se la considera la enfermedad del siglo XXI, porque con la aparición de la planificación familiar y los cambios culturales que llevaron a que las mujeres posterguen en el tiempo la búsqueda de su primer hijo, las mujeres pasaron también a tener más menstruaciones antes de enfrentar su primer embarazo. Antes, el no control de la natalidad llevaba a que se dieran mayor cantidad de embarazos y menor cantidad de menstruaciones (las mujeres pasaban más tiempo embarazadas y amamantando). 
A menor cantidad de períodos, menor reflujo menstrual y por lo tanto, menor endometriosis.
¿Autoinmune?
“Existe una asociación entre endometriosis y alteraciones inmunológicas, por la que se la puede considerar como la consecuencia de una enfermedad autoinmune, como hipotiroidismo autoinmune, enfermedad celíaca, lupus, etc”, afirmó Pasqualini. 
Sin embargo, aseveró que aún no se ha podido dilucidar qué fue primero. Es decir que el crecimiento ectópico del endometrio puede poner en alerta a las defensas y generar anticuerpos contra nuestros tejidos, pero también la propia endometriosis podría ser consecuencia del proceso de inflamación crónica que la autoinmunidad le va generando a todo nuestro organismo. “El punto es que cuando hay endometriosis hay que salir a descartar la autoinmunidad asociada. Y cuando hay autoinmunidad e infertilidad, hay que descartar la endometriosis.
Hoy en día podemos evaluar alteraciones inmunológicas a nivel del endometrio y sistémicas que nos pueden orientar hacia qué medicación puede llegar a ser beneficiosa en los casos de búsqueda de embarazo, fallas de implantación y hasta en abortos recurrentes”.
Infertilidad
Muchas mujeres que se embarazan naturalmente pueden tener endometriosis y nunca se enteran, otras en las que se detecta endometriosis se embarazan naturalmente y otras no se embarazan por la endometriosis.
El 40% de las mujeres que la padece es infértil y puede afectar de diferentes maneras: puede ser un ambiente hostil para óvulos y espermatozoides, puede afectar la calidad de los óvulos, por adherencias pelvianas que pueden dificultar la llegada del óvulo a la trompa, o puede generar alteraciones a nivel de la implantación. 
Es frecuente observar una falla ovárica más temprana que lo habitual, como algunos casos pueden ser considerados como enfermedad autoinmune, ese mismo estado de alteración inmunológica puede afectar la función ovárica.
Tratamiento
Pasqualini señala que esta afección puede tratarse con medicación hormonal para frenar la evolución y calmar el dolor, pastillas anticonceptivas, géstatenos u otros inhibidores de la función ovárica. En algunos casos se puede indicar cirugía. “Es fundamental diagnosticarla tempranamente”. 
 

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